Redacción.

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunió esta noche de urgencia por la denuncia de la oposición siria de la muerte de más de 1.400 personas en varios ataques químicos del régimen de Al Asad. Aunque  el Consejo ha considerado la necesidad de una «investigación independiente e inmediata que aclare lo sucedido», no enviará a sus inspectores en Damasco para investigar el supuesto ataque.

Según la versión oficial, explicada por el subsecretario general de la ONU, Jan Eliasson, no se puede acceder a la zona por la situación de inseguridad. No obstante ha asegurado que el equipo de inspectores que ya se encuentra en Damasco está en contacto con el Gobierno sirio, del que esperan toda la cooperación necesaria para aclarar el suceso.

Sin embargo, y según la agencia Reuters, han sido Rusia y China los que se han opuesto al envío de los técnicos a la zona.

En el transcurso de la reunión, celebrada a puerta cerrada, se elaboró un borrador en el que se instaba a Naciones Unidas a tomar las medidas oportunas a la mayor brevedad, en concreto para que la misión que la ONU ya tiene en Siria investigue el ataque.

Finalmente el borrador quedó en nada y no se tradujo en una resolución que exija a Siria el acceso necesario a los miembros de la misión para llevar a cabo las investigaciones pertinentes.

El peor ataque en 25 años
De confirmarse la acusación de la oposición siria contra el Gobierno, se trataría del peor ataque con armas químicas de los últimos 25 años, una ataque que según han asegurado, habría matado al menos a 1.420 personas en el suburbio de Ghuta al este de Damasco.

A pesar de haber reconocido que la zona fue atacada por ser un baluarte rebelde, el Gobierno ha negado rotundamente que el ataque fuera con armas químicas y ha asegurado que se utilizó armamento convencional, y por tanto legal.

No hay que olvidar que Siria es uno de los países que no ha firmado la Convención sobre Armas Químicas de 1997.