Una operación conjunta de la Policía Nacional española y las fuerzas de seguridad de Francia se saldó, el 15 de septiembre, con la detención, en Marbella de cuatro ciudadanos franceses reclamados internacionalmente por atraco, secuestro, extorsión y tentativa de homicidio a dos policías galos.
Los detenidos eran ciudadanos franceses de entre 47 y 57 años. Se habían conocido en prisión y todos tenían en común haber disparado en alguna ocasión contra un gendarme o policía. Además, uno de ellos se había fugado de prisión donde cumplía cadena perpetua por atraco y homicidio. Asimismo, y de forma paralela, la Gendarmería francesa detuvo a un quinto sospechoso en Toulouse.
Atraco a una armería
El 19 de mayo, dos de los sospechosos entraron en una armería de Carmaux (Francia) y, bajo el pretexto de comprar una escopeta de acción de bombeo, encañonaron al dependiente y se llevaron el arma. Sin embargo, en su huida fueron interceptados por una patrulla de la policía que estaba respondiendo al atraco. Los sospechosos intercambiaron disparos con los agentes, hiriendo a uno de ellos en el muslo. Durante el enfrentamiento, uno de los ahora detenidos trató de estrangular al otro agente y logró sustraerle su pistola reglamentaria. Ambos hombres huyeron en un vehículo sustraído a punta de pistola.
Secuestro de un empresario francés
Tres días después del atraco en la armería, los arrestados secuestraron a un empresario francés en el sur del país. Llevado inicialmente a su domicilio, el empresario galo se vio obligado a darles a sus secuestradores ropa, tarjetas bancarias y diversos dispositivos informáticos. Posteriormente, trasladaron a la víctima, en su propio coche, a una vivienda del mismo en la localidad española de Platja d’Aro (Gerona).
Durante su estancia en Gerona, el secuestrado permaneció encadenado en el sótano de la vivienda y fue obligado a realizar diversas transacciones comerciales como la apertura de cuentas bancarias en el extranjero o la compra, por internet, de oro en Bélgica valorado en un millón de euros.
Un tiempo después se trasladaron a un piso alquilado por los secuestradores en la localidad marbellí de San Pedro de Alcántara (Málaga). Finalmente, el 13 de julio, el empresario francés, a quien habían obligado a pagar cien mil euros semanales y cuyas comunicaciones habían sido constantemente monitorizadas, fue puesto en libertad y pudo regresar a su domicilio.
La investigación y el arresto
La Policía Nacional comenzó la investigación después de que Francia comunicase la tramitación de una Comisión Rogatoria Internacional e informase de la posible presencia de los sospechosos en España.
Las primeras indagaciones de la Policía Nacional condujeron al descubrimiento de las identidades falsas empleadas por los fugitivos en España así como al lugar en el que éstos estaban residiendo. El Grupo Especial de Operaciones (GEO) asaltó la vivienda durante la madrugada, deteniendo a tres hombres, e impidió, gracias a su rápida intervención, que uno de ellos pudiera coger el arma que ocultaba en una bolsa debajo de su cama. Horas más tarde, el cuarto individuo fue detenido en las inmediaciones del inmueble. Paralelamente, un quinto sujeto fue arrestado por la Gendarmería francesa en Toulouse.
En el registro del domicilio, participaron, junto a agentes de la Policía Nacional española, cuatro gendarmes y cuatro agentes de la Policía Nacional francesa acompañando a la Juez de Toulouse encargada del caso. Las fuerzas de seguridad encontraron efectos relacionados con los hechos: la escopeta robada en la armería, la pistola sustraída al policía francés durante el atraco, y un revolver robado al empresario secuestrado. Además, las fuerzas de seguridad incautaron una carabina, una pistola de 7mm, tres pistolas simuladas y navajas. Asimismo, en el domicilio se encontraron cincuenta y seis lingotes de oro de un valor aproximado de diez mil euros cada uno, 440 monedas de oro de distinto valor, noventa mil euros en efectivo, las tarjetas de crédito e información de las cuentas bancarias y propiedades del empresario secuestrado, la ropa utilizada en el atraco y material tecnológico para cometer futuros atracos o secuestros.
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