Redacción
Los Mossos d’Esquadra pusieron en marcha, en torno a las cuatro de la madrugada, una operación policial contra el tráfico de drogas en los barrios de La Mina, Sant Adrià de Besòs y el barrio colindante de Sant Martí, en Barcelona.
En la operación, a cargo del intendente Ignasi Teixidor, jefe de la División de Investigación Criminal de los Mossos d’Esquadra, participan unos mil agentes provenientes, entre otros, del cuerpo de élite (GEI), de los antidisturbios (BRIMO y ARRO) y de la unidad canina. Además, un helicóptero está sobrevolando permanente la zona en los alrededores del parque del Besòs.
La operación pone fin a dos investigaciones paralelas contra el tráfico de cocaína, heroína y marihuana, llevadas a cabo en el último año. Se trata de la operación Titán, coordinada por el Juzgado de Instrucción número tres de Badalona, y la operación Picaliedra, a cargo del Juzgado de Instrucción número cuatro de Badalona. Dado que los barrios lindan entre sí y varias de las personas implicadas han sido encausadas en ambas investigaciones, los Mossos d’Esquadra han decidido efectuar todas las detenciones al mismo tiempo.
Está previsto que los Mossos entren de manera simultánea en unos setenta pisos y detengan a un centenar de personas, incluidos varios miembros de cinco clanes gitanos distintos que controlan el tráfico de estupefacientes en La Mina. Según fuentes policiales, algunos de los implicados podrían dedicarse, también, al tráfico de armas.
Además, entre los implicados está un familiar de Los Manolos, uno de los grupos con más poder en el barrio y que ya se vio implicado en otra investigación en 2013.
De los setenta pisos que la policía va a registrar, algunos son las viviendas de los encausados, desde los que venden la droga, mientras que otros son empleados para esconder la mercancía. Estos últimos son conocidos en argot como guarderías.
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