Redacción.
Los trabajadores que se encuentran encerrados de manera indefinida en la fábrica de armas coruñesa de General Dynamics, aseguraron en la tarde de ayer sentirse «secuestrados» por la empresa, que no permite la salida de ninguno de ellos.
Esta ha sido la denuncia expresada por el presidente y el vicepresidente del comité de empresa, Roberto Teixido y José Carrillo, que se encontraron con la negativa a abandonar el edificio por parte del jefe de seguridad. Los hechos ocurrieron en la mañana de ayer, cuando se disponían a abandonar la fábrica temporalmente para acudir a una reunión en el Ayuntamiento a las 11:00 de la mañana.
Según han sabido la orden de prohibición llega directamente desde General Dynamics en Madrid, de manera que no se permite a ningún trabajador de la fábrica la entrada ni la salida de la misma. Algo que Roberto Teixido ha calificado como «otra vuelta de tuerca» por parte de la empresa, que está seguro busca «provocarles», aunque ellos no van a caer en esa provocación.
Ya impidieron la entrada de los trabajadores que salieron el martes al exterior para colocar una pancarta reivindicativa de más de 200 metros en los muros de la fábrica, y que aseguraron entraría en la fábrica fuera como fuera. Aunque no fue necesario tomar medidas drásticas, ya que aprovecharon la apertura de la puerta para la entrada y salida del personal de limpieza.
Teixeido se mostró rotundo al afirmar que estaban «secuestrados», y que en la situación actual, si alguien tuviera un problema de salud, no podría salir para ser examinado, lo que podrían en conocimiento de la Delegación del Gobierno de manera inmediata.
El encierro es fruto del anuncio de la compañía armamentística de un ERE que afectaría a casi 600 de sus trabajadores en España y que incluiría el cierre de la fábrica de La Coruña.
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