Redacción.

Las autoridades han declarado el estado de emergencia en la ciudad de Orlando (Florida, Estados Unidos), tras el tiroteo en un local de ambiente que este domingo le costaba la vida al menos a 50 personas y dejaba a otro medio centenar heridas de gravedad.

En la madrugada de este domingo, Omar Mateen, como ha sido identificado el atacante, entró armado en el local, abriendo fuego contra las personas que había en el mismo, provocando la muerte a 50 de ellas, y heridas de diversa consideración a otras 53. El tiroteo empezó sobre las 2 de la madrugada, cuando había unas 300 personas en el local.

La policía de Orlando ha confirmado la identidad del atacante, un estadounidense de padres afganos, de 29 años de edad, que al parecer estaba fichado por el FBI por su “posible conexión con el DAESH”. Todos los indicios apuntan a que Mateen, que murió abatido, era el único tirador en el que ha sido el peor tiroteo múltiple registrado en la historia de los Estados Unidos.

Según la policía el tirador llevaba una pistola corta y un rifle de asalto, y abrió fuego en primer lugar contra el vigilante de seguridad que había en la puerta, y una vez dentro abrió fuego indiscriminadamente contra los que estaban en el recinto. Posteriormente permaneció tres horas atrincherado en el local con varios rehenes, hasta que fuerzas especiales de la policía, utilizando un vehículo blindado y explosiones controladas, consiguieron acceder a la discoteca.

Dudosa autoría
Horas después del ataque, el DAESH asumía la autoría del mismo en un boletín emitido por su agencia informativa Amaq, aunque las autoridades estadounidenses son cautas, ya que aseguran que aún no hay pruebas que respalden una conexión entre el tiroteo y el grupo terrorista.

Fuentes citadas por varios medios estadounidenses indican que Omar Mateen habría llamado al 911 poco antes de abrir fuego, para declararse leal al Estado Islámico. En caso de que se confirmara esta conexión y por tanto, el origen yihadista del ataque, se trataría del peor atentado de estas características perpetrado tras el 11-S, y en el que murieron cerca de 3.000 personas.

Por su parte, el padre de Mateen ha declarado que considera poco probable que la masacre perpetrada por su hijo tenga tintes religiosos, y que más bien se trata de un ataque homófobo (el local Pulse es frecuentado por la comunidad gay de Orlando), algo el Mateen se declaraba abiertamente.