Verónica Sánchez Moreno

Unas 250 personas se dieron cita en la Universidad de Cádiz para asistir a la conferencia “las mujeres como arma de guerra”, impartida por la exministra de Defensa Carme Chacón

“El genocidio contra las mujeres es especialmente abominable y requiere un tratamiento particular por parte de la comunidad internacional”, afirmó la socialista Carme Chacón al inicio de su conferencia en el salón de actos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Cádiz (UCA), sita en el campus de Jerez. El encuentro, realizado dentro de los “Diálogos con expertos” del Ágora de Seguridad UCA – Eulen (que celebraba su quinto aniversario), congregó a más de dos centenares de personas que, durante dos horas, asistieron a esta conferencia en la que el público pudo intercambiar pareceres y conocimientos con la exministra de Defensa.

Los abusos como arma de guerra
Chacón hizo especial hincapié en la utilización de violaciones a las mujeres como arma de guerra desde la Antigüedad, “como muestra de humillación total al enemigo, porque abusar de una mujer degrada a todo un pueblo”. Un crimen de guerra que no acaba con el fin de la misma, recalcó, ya que después persiste el trauma sexual, psicológico y físico. “El uso de la violencia sexual como arma de guerra ha añadido su propia marca de vergüenza”, afirmó Chacón. “En Sierra Leona fueron violadas 60.000 mujeres, 40.000 en Liberia y 200.000 en la República Democrática del Congo”. Abusos que a menudo se acompañan de tortura o ejecución.

“La violación de las mujeres erosiona el tejido de la sociedad como ningún otro arma de guerra”, subrayó la exministra de Defensa, “también en forma de prostitución o trata de personas, a veces con la complicidad de gobiernos y autoridades militares”. Asimismo, hizo especial hincapié en el gran problema de los asaltos sexuales en los campos de refugiados. Para evitar estas agresiones, agencias humanitarias como ACNUR están estableciendo una serie de directrices de actuación para sus miembros, con el objetivo de proteger adecuadamente dichos lugares.

Durante todo el encuentro, en el que Chacón estuvo acompañada por el profesor Antonio Díaz, coordinador del Ágora, y el catedrático de Derecho Penal de la UCA, Juan Terradillos, la socialista tuvo muy presente su etapa al frente del Ministerio de Defensa, de 2008 a 2011. De este modo, hizo referencia a la participación de España en la misión EUFOR Chad en 2009, en la que dos aviones de transporte y 100 efectivos del Ejército del Aire contribuyeron a la estabilización de la zona este del país con el objetivo de proteger a la población civil y garantizar la entrega de ayuda humanitaria. “A veces también se necesita desplegar una operación militar para acabar con estos abusos”, explicó Chacón, “pero el arma más importante es la voluntad política. La comunidad internacional debe seguir persiguiendo los culpables, tanto por justicia para las víctimas como para que no se vuelva a repetir”.

Perspectiva de género
La exministra subrayó el gran potencial de las mujeres militares en las misiones de mantenimiento y protección de paz, siendo, en ocasiones, el único interlocutor válido en sociedades en las que los hombres están en el frente y las mujeres quedan solas con los hijos, como ha sido el caso de Afganistán. Aunque, en palabras de la política, “cada vez es más difícil para las mujeres formar parte de un ejército” debido a la demanda de las operaciones internacionales que, en muchas ocasiones, “obligan a pasar varios meses fuera de casa, lo que hace muy difícil poder conciliar”. De este modo, para Chacón es básica la perspectiva de género en las operaciones en el exterior. “España ejerce un papel fundamental en la OTAN y la Unión Europea para implementar esta perspectiva”, sostuvo.

Preguntada por el yihadismo, Chacón señaló que éste es “el mayor reto que vamos a tener por delante en los próximos años” y abogó por una solución “no sólo militar”. Esa solución pasaría por la erradicación de los paraísos fiscales, imprescindible para acabar con organizaciones criminales como Daesh y por evitar los estados fallidos. También es fundamental la cooperación integral en materia de Inteligencia entre los países de la Unión Europea.

Por otro lado, ante la crisis de los refugiados que vive Europa actualmente, la socialista subrayó que el 75% de las muertes de inmigrantes en el mundo hoy en día se producen en el Mediterráneo. “En Europa se encuentra la mayor franja de desigualdad del mundo y nadie va a venir a ayudarnos”, argumentó. “El sueño europeo está perdiendo el alma ante la incapacidad de la UE en esta crisis”. Y es que, “no habrá valla lo suficientemente alta para una madre que decide que su hijo va a sobrevivir”.

Ante la afirmación de uno de los asistentes de que “no es posible que se abra las puertas a los inmigrantes, que además nos quieren imponer su cultura, cuando muchos ciudadanos aquí están sin trabajo”, Chacón replicó con contundencia que “la Convención de Ginebra obliga a los países a acoger a los refugiados”, y realizó especial hincapié en la diferenciación entre refugiados y Daesh “aunque algunos nos quieran convencer de que son lo mismo”. Para Chacón, Europa podría realizar una gestión inteligente de esta crisis, ya que muchos de los refugiados, sobre todo sirios, son “personas muy formadas” y, ante el creciente envejecimiento de los países europeos, “necesitamos jóvenes, que son los que vienen”. “La cultura es la ley más difícil de cambiar”, concluyó.

En declaraciones en exclusiva para el Observatorio de Inteligencia, Seguridad y Defensa, Carme Chacón subrayó que “en todos los conflictos bélicos se utiliza a la mujer como arma de guerra” y que, si bien es cierto que el marco legal para que esto no ocurra es cada vez mayor, este tipo de crímenes quedan en muchas ocasiones impunes y aún la comunidad internacional es incapaz de prevenir que no suceda.

Asimismo, Chacón destacó la importancia de que en las Fuerzas Armadas españolas se apliquen medidas de discriminación positiva “que incentiven la posibilidad de que tengamos más mujeres en nuestras filas” para que les sea “más sencillo conciliar la vida familiar con una vida profesional tan dura como la de las Fuerzas Armadas”.