Redacción.

El Gobierno del Peñón ha aportado fotografías y vídeos como prueba de las supuestas agresiones de España contra los gibraltareños, que Fabián Picardo denunció ante la Asamblea de la ONU.

En las fotografías que aportan como prueba se muestran, entre otras cosas, dos vehículos con matrícula de Gibraltar que fueron quemados en la Línea de la Concepción (Cádiz).

En cuanto a los vídeos, muestran los disparos que supuestamente realizaron agentes de la Guardia Civil contra un gibraltareño «en aguas territoriales británicas», mientras este pilotaba una moto náutica. Londres ya presentó una protesta formal a España por este incidente, ocurrido el 27 de junio de este mismo año.

La presentación de estos documentos es la respuesta de Picardo al desafío que le lanzó España tras su discurso en la Asamblea de la ONU, al calificar como inciertas las agresiones que el ministro principal denunciaba, y pedirle que presentara pruebas de tan graves acusaciones.

El embajador español ante Naciones Unidas, Fernando Arias, respondió en la Asamblea a las graves acusaciones, con un tajante «España ni miente, ni acosa, ni pega tiros», asegurando que las acusaciones de Picardo son «una estrategia para subir la tensión y salir en los medios».

Por su parte el ministro de Defensa, Pedro Morenés, durante una entrevista en Los Desayunos de TVE, en referencia a las declaraciones de Picardo, aseguró que «habrá que denunciarlo en los foros internacionales», y que «tendría que demostrar sus acusaciones».

«Invasiones» por parte de las Fuerzas Armadas
Entre las acusaciones que Picardo lanzó el miércoles contra España en la Asamblea de las Naciones Unidas en Nueva York, además de los mencionados disparos contra «gibraltareños inocentes», daños a la propiedad, también añadió que la campaña de odio que nuestro país ha lanzado, también incluye «invasiones» por parte de la policía y las fuerzas armadas españolas en aguas territoriales del Peñón.

Para el ministro de Gibraltar, todas estas acciones «entran en la definición que hace la Unión Europea de delitos terroristas», e incluso ha solicitado la intervención de Washington en el conflicto, al considerar que «Estados Unidos debería defender el derecho de los pueblos a decidir su futuro.