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Reflexiones sobre la quinta etapa histórica del yihadismo (I)

Por Alejandro Adán Pascual.

Director del curso «Introducción al Análisis del Mundo Islámico: Historia, Evolución y Yihadismo», que se imparte en el Campus Univesitario de CISDE.

“Nuestro ridículo defecto nacional es no tener mayor enemigo de nuestro éxito y de nuestra gloria que nosotros mismos” (Napoleón Bonaparte).

Las actividades yihadistas, especialmente el secuestro de In-Amenas han demostrado nuestra ineficacia a la hora de combatirlos. ¿Por qué este movimiento es tan fuerte?.

Actualmente vivimos un nuevo alzamiento del terrorismo yihadista, esta vez más cerca de países occidentales, la guerra de Mali nos ha demostrado que este tipo de ideología violenta es capaz de aparecer en cualquier momento y lugar. Especialmente en los países o regiones que sufren un momento de crisis o vacío de poder. Los acontecimientos en Libia han alterado las realidades de otros países de su entorno, no sólo en Mali, también se han incrementado las actividades violentas en República Centroafricana y han influenciado en la frágil situación de los dos Sudán.

También la evolución de los países de la Primavera Árabe no sólo nos muestra la fuerza y el número de islamistas en el mundo musulmán, sino la cantera de “mártires” yihadistas que existen actualmente. Moviéndose hacia Siria, Libia e incluso a países algo más estables como es Argelia.

Resulta chocante que suceda esto cuando en 2010 se escribía sobre el “declive de Al-Qaeda” e incluso se hablaba del fin de yihadismo, además en los primeros momentos de la primavera árabe se hizo hincapié en estos postulados basándose en la tardanza de los comunicados alqaedistas durante estos sucesos.

LAS ETAPAS DEL YIHADISMO
La actual situación tensa en el África, Oriente medio y la retirada de las tropas internacionales de Afganistán deberían hacernos pensar que estamos actualmente en la quinta etapa de la historia del yihadismo, desde el inicio de la Primavera Árabe hasta nuestros días.

Podemos decir que existen tres periodos diferenciados en la historia del yihadismo:

  • El primer periodo comprende desde el nacimiento del fenómeno hasta la década de los noventa. Es este momento los grupos yihadistas centran sus objetivos en una agenda nacional, combaten principalmente a los gobiernos de sus países originarios para en un futuro derrocarlos del poder e instaurar regímenes de tipos islamista de corte salafistas en: Egipto, Siria, Jordania, Arabia Saudí, Yemen, Marruecos, Túnez, Libia, Argelia, etc. Como detalle, para estas redes Europa es un refugio y donde coordinar el apoyo a la insurrección armada en sus países de origen. La mayor parte de los grupos yihadistas eran de tamaño reducido y con escasos recursos.
  • El segundo periodo es el paso del yihadismo nacional a la yihad global, su enemigo es EEUU y sus aliados. Este cambio estratégico se decidió durante la estancia de la cúpula de Al-Qaeda en Sudán (1992-1996). Debido al apoyo de los occidentales a los regímenes enemigos se llegó al convencimiento de que la derrota de Occidente era un requisito previo al restablecimiento del califato en el mundo musulmán. Gracias a la guerra de Afganistán se crearon relaciones y vínculos entre numerosas redes yihadistas que mejoraron su capacidad organizativa y de reclutamiento, incluso se crearon nuevos grupos.
  • La tercera etapa empieza con los atentados del 11 de septiembre de 2001 y se considera termina en 2008. El yihadismo se expande y se descentraliza, aparecen nuevas redes y células que atacan con virulencia Europa y otras partes del mundo. La respuesta es la intervención militar de EEUU y otras democracias en diversos escenarios. Un ciclo que retroalimenta la fijación de Al-Qaeda en combatir a occidente de manera prioritaria estratégica.
  • Se considera que existe una cuarta etapa desde 2008 hasta la primavera árabe, es una fase de declive del movimiento yihadista. En la cual Al-Qaeda y sus grupos afines redujeron drásticamente sus atentados y operaciones en Europa y EEUU. En parte por la buena labor de las fuerzas de seguridad y en parte por la situación de crisis económica que empezaba a aparecer en 2008. Sin embargo los atentados en países africanos y asiáticos se incrementó, especialmente sangrientos en los países musulmanes con el objetivo evidente de desestabilizarlos. También es importante mencionar que, para muchos, la primavera árabe mostraba el declive de Al-Qaeda.
  • Actualmente podemos asegurar que vivimos la quinta etapa histórica del yihadismo donde queda palpable que esta ideología terrorista, y especialmente sus células, tienen una capacidad de mutación y adaptabilidad casi admirable. Han sido capaces de revivir de sus cenizas aprovechando los vacíos de poder, aprendiendo pacientemente a esperar y actuar en lugares donde partían con una gran ventaja. Además de beneficiarse de las “malas decisiones” de los países occidentales como son el caso de Libia y Siria, del primer caso han logrado desestabilizar Mali. De paso también han afectado a otros países como Chad, Sudán (que se dividió en dos países) y república centroafricana.

CARACTERÍSTICAS DE ESTA ETAPA SEGÚN TORRES SORIANO
En el reciente artículo de Manuel R. Torres Soriano para el IEEE, titulado “el terrorismo yihadista tras las revueltas del Mundo Árabe: Menos agravios y nuevas oportunidades” (5 de febrero de 2013) se citan algunas de las características particulares de esta etapa. Entre otras cosas comenta porque se percibió la ausencia de comunicados alqaedistas en la Primavera Árabe como, si bien argumenta que la razón principal de esta ausencia se debe al “acoso” al que estaba sometida la cúpula de la organización en esos momentos.

Entre estas características hay que destacar las siguientes:

  1. Total descentralización del movimiento tras la muerte de Bin Laden.
  2. Según sus postulados, los acontecimientos de la Primavera Árabe han obligado a replantear los supuestos estratégicos de los yihadistas. Especialmente en la necesidad o no de combatir a Occidente, tanto por la caída de los “regímenes enemigos” y por ejemplos como el caso Libio los rebeldes alqaedistas contra Gaddafi fueron apoyados por las potencias occidentales.
  3. En los contextos de desgobierno los yihadistas se convierten en los únicos referentes de autoridad para la población que no se siente protegida por el estado.
  4. La Sharia: para los movimientos yihadistas el objetivo es imponer la Sharia. Se hace patente en la aparición de grupos armados que incluyen dicha palabra en su nombre, con esto se recalca la importancia que tiene actualmente La ley islámica en el discurso y la estrategia yihadista.
  5. El desgaste de los agravios contra el Islam usados anteriormente para justificar el yihadismo, ha provocado que sea el carisma y habilidad de los líderes terroristas se convierta en la base para promocionar y dirigir las actividades terroristas.

 ALGUNAS DE ESTAS CARACTERÍSTICAS NO SON NOVEDAD
Ciertas características no son nuevas, ya formaban parte de la actividad yihadista, como por ejemplo la descentralización. No todas las actividades eran coordinadas por Al-Qaeda central, ya que existía una gran autonomía por parte de los grupos terroristas. Además el peso carismático de los líderes también era muy importante. Otros dos aspectos fueron también investigados tratados anteriormente, aunque no se tomaron muy en serio.

En concreto el tema de la Sharia y la conquista de cuotas de poder por parte de estos grupos en momentos de desgobierno. Estos fueron tratados en una ponencia del I Congreso internacional de Derecho Islámico e Interculturalidad celebrado en la Universidad de Zaragoza en 2010, titulada “Apuntes de Sharia y Seguridad Global”. Centraba la investigación en el caso afgano donde ambos elementos han sido aplicados magistralmente por los talibanes para asegurarse santuarios y poder combatir a los ejércitos de la OTAN, que son más numerosos y mejor armados.

¿QUE SIGNIFICA ESTO?
El contexto actual representa un nuevo entorno, que en palabras de Torres Soriano, está lleno de nuevas oportunidades para los grupos yihadistas. Siendo prácticos y honestos hay que adaptarse para combatir a este rival, las estrategias usadas anteriormente ya no son suficientes. Se hace necesaria una visión y una planificación capaz de contrarrestar los nuevos pilares del yihadismo.


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