De nuevo Portugal ha sido escenario de otro incendio forestal, esta vez en la localidad de Guarda, en la frontera con la provincia de Salamanca, y la Unidad Militar de Emergencias (UME) ha colaborado por segunda vez en este verano en las tareas de extinción. Teniendo en la memoria el reciente azote del fuego en la localidad portuguesa de Pedrogâo, que contó con la inestimable labor de un centenar de personal de esta unidad, la UME se ha volcado nuevamente con el país vecino incrementando sus efectivos hasta los 115, en esta nueva intervención para sofocar este incendio forestal a lo largo de tres días.

La UME, en plena acción contra el fuego. Foto: UME.

“No es porque haya sido una gran fuego, sino porque llevan 70 incendios en este verano, por lo que hicieron la petición de ayuda internacional” señala con determinación el teniente de navío de la UME, Aurelio Soto Suárez, destacado en Guarda, donde han ardido 8.000 hectáreas. Portugal tenía ya implicados a todos sus efectivos de extinción, en este incendio comenzado el pasado fin de semana. La ayuda ha sido imprescindible.

Con plena coordinación, la UME ha desplazado desde el martes 18 hasta el jueves 20 de este mes a 45 personas del primer Batallón de Intervención de Emergencias (BIEM I) partieron desde la Base Aérea de Torrejón de Ardoz, 58 del BIEM V, con sede en León; seis del Regimiento de Apoyo e Intervención en las Emergencias (RAIEM) y, por último, otros seis del Batallón de Transmisiones (BTUME).

La profesionalidad es determinante. Foto: UME.

Las labores de colaboración en este tipo de materia se contemplan en el acuerdo firmado en 1992 entre España y Portugal, conforme al Protocolo sobre Cooperación Técnica y Asistencia Mutua en materia de Protección Civil. Si el mortal incendio de Pedrogrâo fue hace un mes, el país luso ha contado de nuevo con la inestimable labor de la UME, que ha prestado su apoyo a los servicios de emergencia portugueses.

En opinión del teniente Soto, en este incendio un factor que han tenido que tener muy en cuenta ha sido el de la sequedad del terreno, debido a la escasez de lluvias. “Todo se ha movido rápidamente y violentamente, ha habido un comportamiento muy extremo por la sequedad del terreno. Y con mucha tendencia al rebrote, focalizándonos en los frentes de Freixo, Castanheira y Espinhal” manifiesta el especialista de la UME. “Hemos visto una vegetación muy afectada por la sequía y un suelo muy perjudicado por la falta de hidratación. El comportamiento del fuego ha sido extremo” refuerza Soto.

Dispositivo de emergencias conjunto entre la UME (España) y Portugal. Foto: UME.

A su llegada a Portugal, el dispositivo español se puso a disposición del director de la emergencia organizando la presencia de los militares españoles. Cuenta el capitán de navío que la primera noche fue tranquila, pero han tenido que estar muy pendientes de las zonas propensas al rebrote. En cambio, según palabras del militar, al día siguiente el viento y la sequedad favorecían su propagación y estuvieron sofocando los focos existentes.

“Especialmente duro fue en la población de Castanheira, ya que el fuego estuvo muy cerca de las casas” describe Soto Suárez. Este factor aumenta el riesgo y moviliza rápidamente a los efectivos para frenar el avance del fuego hacia los núcleos habitados. No en vano, nos hace rememorar el terrible incendio en el distrito de Leiria, en el que murieron 64 personas. Pedrogrâo Grande se convirtió en una chimenea letal, en el que las carreteras, en vez de ser vías de escape, fueron caminos mortales. Estos antecedentes están en la mente de todos y determinan la agilidad en la respuesta colaborativa ante este tipo de catástrofes y emergencias.

Ampliación del dispositivo

Dispositivos de ambos países evaluando las acciones contra el fuego. Foto: UME.

El teniente de navío explica al Observatorio CISDE el porqué del incremento del dispositivo en este nuevo incendio, que ha contado con el apoyo del RAIEM y del BTUME para facilitar el mantenimiento de la comunicación con el puesto de dirección en Madrid, el envío de informes y mapas por satélite. Estas unidades de apoyo son relevantes si se producen incidencias importantes y refuerzan la rapidez en la extinción del fuego. Además posibilitan la rápida sustitución de efectivos por averías. “Todos hemos confluido en el puesto de mando, en Portugal, con estos grupos de apoyo de logística, de avituallamiento, mantenimiento de vehículos, etc. “ describe el militar.

El avance contra el fuego. Foto: UME.

El dispositivo de Guarda ha contado con una dotación mayor que el de Pedrogrâo, no por la gravedad del incendio, sino porque el país portugués ha llegado a contabilizar 70 incendios en estos días, según fuentes de la UME. Por tanto, en cuanto a medios materiales se han desplazado hasta allí seis autobombas y un vehículo nodriza como equipos de ataque al fuego. Y se ha completado con medios humanos sanitarios, una ambulancia con capacidad para soporte vital avanzado y diversos sistemas de comunicaciones.

Ante el fuego vecino, máxima implicación

Pero también han tenido en cuenta que más al norte se producía otro fuego, en la zona Alijó. En la frontera con la provincia zamorana, en esa barrera invisible del río Duero, que comparten ambos países de la península ibérica, los bomberos portugueses también han estado trabajando a destajo. Nos relata el capitán que Portugal ha contado con el apoyo de tres medios aéreos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPAMA).

La confluencia de tantos fuegos es un factor de riesgo y se cuenta desde hace tiempo ya con el Portal RENEM, Red Nacional de Emergencias. La red de gestión de emergencias a nivel nacional integra todos los organismos de las emergencias en España: la Administración General del Estado (AGE), las Comunidades Autónomas (CCAA) y otros organismos e instituciones.

Despliegue de los efectivos de la UME. Foto: UME.

“Aquí volcamos datos, intercambiamos información y cartografía, ponemos infografÍas, mapas. Nos sirve de canal de comunicación, nos pasamos detalles y datos relevantes para estar en el terreno, para nosotros y para otros dispositivos”.

La ventaja de poder contar con medios tecnológicos no quita la virulencia del fuego en el espacio natural. Para concluir, el teniente de la UME puntualiza sobre sus labores en esta segunda intervención, en Guarda, que “fue especialmente duro el combate en Castanheira donde el fuego llegó muy cerca de las casas. Viviendas rodeadas de vegetación”. Su labor apaga fuegos y salva vidas.