Verónica Sánchez Moreno
Cuando uno entra en el despacho del coronel Esteban Yáñez Jiménez, director del Centro de Enseñanza de Helicópteros del Ejército de Tierra (CEFAMET), en la base Coronel Maté de la madrileña localidad de Colmenar Viejo, le llaman la atención dos grandes cuadros, uno al lado del otro. En el primero, se ve un antiguo Sioux, el helicóptero que se utilizaba en los inicios de este Centro, creado en 1972, y en el otro, el actual EC-135. “Reflejan la evolución de la enseñanza de helicópteros”, describe este granadino de algo más de 50 años, que desde julio de 2014, y tras estar destinado en el Centro de Guerra Conjunta de la OTAN, dirige el CEFAMET, la unidad que más horas de vuelo al año realiza de todo el Ejército de Tierra.
El coronel Yáñez se siente orgulloso del helicóptero de enseñanza EC-135, con el que, tras superar un curso de aproximadamente un año y realizar unas 150 horas de vuelo, los pilotos españoles “salen con el mismo nivel de formación que los del resto de países aliados”. Y así, mientras se cuela por la ventana el toque insistente de una corneta, conocemos el CEFAMET de la mano de su director.
¿Cómo definiría al Centro de Enseñanza de Helicópteros del Ejército de Tierra?
El CEFAMET está encuadrado en la Dirección de Enseñanza, Instrucción, Adiestramiento y Evaluación y es un Centro de Enseñanza de perfeccionamiento que imparte también enseñanza de formación para el Ejército de Tierra. Fue creado en el año 1972, con el nombre de CIAFAM, Centro de Instrucción y de Adiestramiento de las FAMET (Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra), luego pasó a ser Centro de Enseñanza de las FAMET y actualmente su nombre es Centro de Enseñanza de Helicópteros del Ejército de Tierra, aunque se mantiene el mismo acrónimo que anteriormente.
¿De cuántos medios humanos y materiales disponen?
El CEFAMET cuenta con unos 120 cuadros de mando aproximadamente, de ellos, unos 25 son pilotos y algo más de 40 son especialistas. Asimismo, cinco de los pilotos profesores son mujeres, dos comandantes y tres capitanes. Actualmente disponemos de 12 helicópteros EC-135 y tres HU-10 (uno orgánico y dos agregados), aunque estos últimos se encuentran en proceso de darse de baja.
Tienen su base principal en Colmenar Viejo, pero también en Almagro, y cuentan con una sección delegada en la escuela franco – alemana TIGRE, en la base General Lemay, de Le Luc, en Francia, ¿qué labor lleva a cabo esta última?
El CEFAMET tiene, principalmente, dos misiones asignadas, una es la de enseñanza y la otra es la de instrucción y adiestramiento. Para llevar a cabo esta última cuenta con el Centro de Simulación (CESIFAMET), que dispone de un centro en esta Base de Colmenar Viejo correspondiente a los modeles de helicóptero Chinook y Cougar/Superpuma y en breve el helicóptero de enseñanza HE-26 y otro en Almagro, ya que la idea principal es que los simuladores deben estar cerca de los usuarios. También tenemos una sección delegada que depende orgánicamente del MADOC (Mando de Adiestramiento y Doctrina) y funcionalmente del CEFAMET, y que cuenta con dos partes, una está en Francia y la otra en Farber, donde se forman también los especialistas. Hasta ahora la sección delegada en Francia estaba ubicada en Le Luc porque la escuela franco-alemana estaba dedicada al helicóptero Tigre, pero uno de los oficiales se ha integrado en el CFIA (Centro de Formación Inter Ejércitos francés) ya que la idea es que la ayuda que nos estaban dando en la transformación de la unidad al helicóptero Tigre ahora se haga con el NH-90.
¿Cuáles son las actividades principales que realizan en el CEFAMET?
En cuanto a enseñanza, se imparte el curso completo de formación de piloto de helicópteros, con el apoyo del Ala 78 del Ejército del Aire. También se dan los cursos de especialistas, desde básicos como mecánico de línea hasta avanzados, como los de oficial de mantenimiento. Aparte de estos cursos, que suponen una tarea fundamental del Centro por el número de alumnos, número de horas de vuelo y teóricas que conllevan, se realizan otros como los de UAV’s, de observador de fuegos aéreos, de seguridad en tierra y en vuelo y también los de operaciones especiales aéreas, que hemos comenzado recientemente.
Realizamos una formación continua que determina los diferentes niveles de capacitación de los pilotos. Además, pasamos reconocimientos médicos anuales. En ellos, se exige a los pilotos que tengan una visión de lejos perfecta, pero más importante aún que la vista es el oído, la audición también debe ser impecable.
Asimismo, se imparten algunos cursos para otros ejércitos. De hecho, actualmente tenemos aquí a personal de la Armada y de la Guardia Civil que están realizando el curso de vuelo con gafas de visión nocturna (GVN). De igual forma, el CESIFAMET, al que acude todo el personal de las unidades de helicópteros para realizar parte de su instrucción y adiestramiento también es utilizado por personal del Ejército del Aire.
No sólo imparten cursos relacionados con helicópteros, sino que también lo hacen sobre UAV (Unmaned Aerial Vehicle). ¿Hace mucho que introdujeron este curso?
Cuando se adquirieron los UAV por razones de necesidad en la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF), se asignó al CEFAMET la misión de formar al personal que iba a operar con estos aviones no tripulados. Inicialmente, desde 2008, los cursos se hacían parte aquí y parte en Israel porque era donde estaba la fábrica del modelo Searcher. Posteriormente, en 2013, se creó la escuela en Matacán del Ejército del Aire; y el modelo que hay actualmente es similar al de piloto de helicóptero, en el que los futuros operadores de vuelo y mecánicos de UAV realizan una fase inicial en el Ejército del Aire y otra posterior en el CEFAMET. En esta base damos los cursos de operador de vuelo tipo 2 (Searcher), de UAV de más de 150 kg; el de instructor del sistema Raven que es un UAV de tipo 1; así como el de operador de cámara, mantenimiento electrónico, mantenimiento mecánico y el de operador de carga. Además contamos para la instrucción con dos simuladores de Searcher.
¿En qué consiste el curso de Observador de Fuegos Aéreos?
Para obtener todo el rendimiento de los helicópteros de ataque actuales y que sean eficaces en su apoyo o en un ataque, necesitan ser guiados desde tierra. Para eso se ha diseñado el curso de Observador de Fuegos Aéreos, en el que se entrena a las unidades terrestres para poder guiar a helicópteros de ataque con el objetivo de realizar misiones de apoyo en zonas de contacto muy próximo con el enemigo. Ese curso actualmente tiene dos fases, una se hace en el Ejército del Aire, en la base de Alcantarilla y está centrado en el Close Air Support (CAS) tipo 1 y tipo 2. Y la segunda fase se imparte en el CEFAMET y está entrada en el CCA o Close Combat Attack.
¿Qué peso tiene la simulación en la enseñanza que imparten a los nuevos pilotos?
La simulación en la formación no tiene gran peso porque no disponemos de simulador del modelo de helicóptero en el que se imparte la misma. Esa es la razón por la que actualmente tenemos en construcción el simulador de EC-135. Cuando dispongamos de ese simulador, la idea es que lo utilicemos como otro helicóptero más. Entonces habrá partes del curso que podrán darse usando ese simulador lo que supondrá un ahorro de recursos, además es utilizaría como complemento a la instrucción de vuelo en ese modelo de helicóptero principalmente a su uso en maniobras de emergencia y especiales. Hoy en día lo que hacemos es utilizar los simuladores de otros modelos como apoyo en la fase de guerra electrónica y para la selección de personal en caso de condiciones meteorológicas adversas y no podamos volar con los EC-135.
¿Qué resaltaría de este helicóptero de enseñanza?
El HE-26 o EC-135 es polivalente, con dos turbinas, lo que da muchísima más seguridad, y cuenta con los equipos necesarios para impartir todas las fases del curso. Anteriormente disponíamos de distintos modelos de helicópteros, con uno podíamos hacer vuelo instrumental, con otro vuelo nocturno, pero no disponíamos de uno con el que pudiéramos dar todas las fases del curso. Este helicóptero dispone de todos esos equipos, por lo tanto hemos reducido aproximadamente a la mitad la flota que era necesaria en el CEFAMET. Además, el EC-135 cuenta con pantallas digitales, lo que facilita la transición a otros helicópteros muchos más complejos o especializados, como el Tigre.
Desde la creación del Centro de Instrucción y Aplicación de las Fuerzas Aeromóviles (CIAFAM) en 1972, ¿cómo ha cambiado la enseñanza de helicópteros?
El primer helicóptero era el Sioux y el actual es el EC-135. La diferencia entre ambos son 50 años de enorme evolución aeronáutica. De un motor de combustión a dos turbinas, de una instrumentación muy básica a otra que ofrece todas las posibilidades de vuelo. En estos años la evolución técnica ha sido visible, pero también se ha ido completando y ampliando el curso de piloto. Del inicialmente diseñado para dar una formación básica y que se iba perfeccionando a lo largo de los años, al actual, en el que se realiza una formación completa. En los años ’70, el curso duraba unos dos meses y medio y luego se iba completando a lo largo de la vida militar del piloto con otros cursos. Actualmente es un curso de poco más de un año en el que el piloto finaliza completamente formado y en el que se realizan cuatro veces más horas de vuelo que antes.
Posteriormente, los pilotos que están destinados en las distintas unidades de vuelo del Ejército de Tierra pueden realizar en el CESIFAMET su instrucción y adiestramiento en los simuladores de los helicópteros Cougar, Super Puma, Chinook y Tigre. Este centro también dispone de la posibilidad de hacer vuelo en formación con hasta dos Tigre, dos Super Puma y dos Chinook. La finalidad de este centro de simulación es permitir a las tripulaciones que pueden ser desplegadas en el exterior realizar el adiestramiento necesario así como el entrenamiento en maniobras avanzadas o especiales, que no se pueden o deben hacer en un helicóptero por lo que supone en cuando a gasto o peligro.
¿Qué supone para usted ser el director del CEFAMET?
Un orgullo, una satisfacción y una gran responsabilidad. Un orgullo porque estoy al frente de un centro en el que trabaja un equipo con una gran experiencia, muy especializada y a cargo de la formación de las tripulaciones del Ejército de Tierra. Una satisfacción porque supone para mí el culmen de una carrera militar dedicada a la enseñanza y al vuelo. Y una gran responsabilidad porque, aparte de que se forman aquí todos los pilotos y los especialistas que van a ir destinados a las unidades de vuelo del Ejército de Tierra, el CEFAMET también es la unidad que más horas de vuelo realiza en este Ejército, con lo que eso supone. El CEFAMET ha cumplido recientemente las 150.000 horas de vuelo desde su creación y se realizan más de 3.000 horas de vuelo al año.
La creación de la especialidad “Aviación de Ejército”, ¿supone la materialización de una necesidad?
Todos los ejércitos de nuestros países aliados han creado ya la especialidad fundamental de helicóptero y la razón principal ha sido la implementación del helicóptero de ataque, que requiere un altísimo nivel de exigencia en cuanto a instrucción, adiestramiento, estudio y preparación. Así ha surgido la necesidad de que los pilotos que se formen puedan permanecer el mayor tiempo posible en las unidades de helicópteros. Seguimos los pasos que están llevando a cabo todos los ejércitos de la OTAN.
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