Verónica Sánchez Moreno

A finales de marzo llegaban a la Base española de Herat tres helicópteros de ataque ‘Tigre’, en el que ha sido el primer despliegue en Zona de Operaciones de este moderno sistema de armas. Estos helicópteros, encargados de vigilar el repliegue de las tropas españolas de Afganistán, están armados con un cañón automático de 30 mm, y con hasta 4 lanzacohetes de 68 mm con capacidad para 68 cohetes y alcanzan una velocidad máxima de 320 km/h.

Hablamos con el actual jefe de ASPUHEL (Afghanistan Spanish Unit Helicopter), la unidad del Ejército de Tierra en suelo afgano en la que se integran estos HA-28 de las FAMET (Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra), encuadrados en el Batallón de Helicópteros de Ataque (BHELA-I) de Almagro (Ciudad Real). Durante la entrevista, el teniente coronel Pablo Muñoz Bermudo destaca un “elemento clave” para que los militares españoles desempeñen con éxito su misión: “el apoyo y cariño incondicionales” que reciben de sus familias y “la comprensión y paciencia” con las que asumen sus frecuentes ausencias. “La certeza de tener la retaguardia bien cubierta nos permite concentrarnos al 100% en el trabajo diario y exprimir al máximo las capacidades de nuestros helicópteros en apoyo al Gobierno de Afganistán y a la seguridad del pueblo afgano”, afirma.

¿Qué ha supuesto para la misión española en Afganistán la llegada de los tres helicópteros de ataque HA-28 ‘Tigre’ a la base de apoyo avanzado (FSB) en Herat?
El despliegue de los helicópteros de ataque Tigre ha servido para reforzar las capacidades del Mando Regional Oeste de ISAF y para garantizar, en buena medida, su disponibilidad en beneficio de las unidades españolas. Estos helicópteros serán un elemento esencial para proteger a los convoyes que, durante los próximos meses, replegarán hasta Herat el personal y medios actualmente ubicados en la base de apoyo provincial de Qala i Now.

¿De qué forma se ha desarrollado su incorporación a la unidad de helicópteros ASPUHEL XXXII?
Los helicópteros se incorporaron en el mes de marzo, integrándose a todos los efectos en ASPUHEL, la unidad de helicópteros del Ejército de Tierra que lleva operando en Afganistán desde el año 2004. El proceso ha sido fluido, ya que el personal de las unidades de helicópteros está muy acostumbrado a integrarse en unidades modulares que se diseñan específicamente para cada operación.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que el número de tripulantes de helicópteros en el Ejército de Tierra es relativamente pequeño, por lo que la gran mayoría se conocen de antemano y mantienen estrechas relaciones de amistad y camaradería. Es como si todos perteneciéramos a una pequeña familia, lo que facilita mucho trabajar juntos para alcanzar un objetivo común.

¿Cómo ha sido de útil para la integración de los ‘Tigre’ la experiencia aportada por la ‘Task Force Fenice’ italiana y sus helicópteros ‘Mangusta’, con los que comparten el servicio de Alerta de Reacción Rápida?
La unidad de helicópteros de ataque Tigre no sólo se ha beneficiado de las lecciones aprendidas por las tripulaciones de los Mangusta italianos, sino también de las de otros países con gran experiencia en el empleo de estos medios, como los Estados Unidos, Gran Bretaña o, especialmente, Francia. La experiencia adquirida por el Ejército francés durante el despliegue de sus helicópteros Tigre en Kabul ha sido muy importante para determinar las mejoras que había que introducir en nuestros helicópteros de ataque, diseñar las tácticas, técnicas y procedimientos a utilizar en este escenario y orientar la preparación de las tripulaciones previa a su despliegue en Afganistán.

Los HA-28 ‘Tigre’ operan dentro de la estructura internacional de ISAF, ¿cómo se realiza el apoyo al resto de contingentes aliados?
El apoyo a nuestros aliados se realiza sin problemas, ya que todos los países que formamos parte de ISAF empleamos los mismos procedimientos establecidos por la OTAN. Todos los helicópteros de ASPUHEL, incluyendo los ‘Tigre’, están asignados al Mando Regional Oeste de ISAF, de cuyo cuartel general se reciben las órdenes para acometer las distintas operaciones. De este modo, si bien es cierto que buena parte de las misiones de los helicópteros de ataque benefician directamente a las unidades españolas, también es frecuente operar en apoyo a otras unidades aliadas, de igual manera que durante años los ‘Mangusta’ italianos actuaron en beneficio de nuestras propias fuerzas.

Estos helicópteros se están utilizando para dar protección y seguridad a las tropas españolas en el repliegue, viendo su desempeño, ¿cree que este moderno sistema de armas de reciente adquisición se incorporará de forma satisfactoria en próximas misiones?
El empleo de los helicópteros Tigre ha supuesto un enorme salto cualitativo en la protección de las fuerzas propias. Su mera presencia en las zonas más conflictivas es un factor disuasorio de primer orden. Teniendo esto en cuenta, es muy probable que los ‘Tigre’ asuman un papel importante en futuras misiones en las que la amenaza aconseje aprovechar sus capacidades para incrementar la seguridad de nuestras unidades.

¿Cuáles son las dificultades a las que se enfrentan los ‘Tigre’ y sus tripulantes en Afganistán?
Uno de los elementos más hostiles en Afganistán, especialmente en esta época del año, es el clima extremo. En nuestra zona de operaciones se alcanzan temperaturas que en verano exceden ampliamente los 40ºC. El intenso calor, unido a un terreno montañoso y polvoriento, pone a prueba cada día la mecánica de los helicópteros, que deben trabajar frecuentemente en condiciones límite. Los pilotos se esfuerzan en sacar el máximo de sus helicópteros, de manera que puedan mantener el apoyo a las unidades de superficie en todo momento.
En este sentido, el trabajo del personal de mantenimiento es esencial para garantizar que las máquinas se encuentran siempre en perfecto estado, a pesar de las condiciones ambientales tan adversas en las que se desarrolla su trabajo. El apoyo constante e incondicional que recibimos desde España por parte del sistema de mantenimiento, representado por nuestro Parque y Centro de Mantenimiento de Helicópteros, es un factor clave para asegurar la operatividad de los tres helicópteros ‘Tigre’ desplegados en Herat.

¿Cómo se ha preparado la unidad antes de viajar hacia Afganistán?
La preparación de la unidad de helicópteros de ataque ha seguido el esquema general de la del resto de unidades del Ejército de Tierra aunque, lógicamente, se ha adaptado a las peculiaridades específicas de nuestros medios y formas de actuación.
Antes de su despliegue, las tripulaciones de los helicópteros Tigre se han preparado a conciencia durante varios meses, siguiendo un exhaustivo programa de instrucción y adiestramiento elaborado por su unidad de origen, el Batallón de Helicópteros de Ataque I. Este programa se elaboró de acuerdo con las directrices marcadas por el Cuartel General de las FAMET, que verificó su cumplimiento durante todo el proceso.
De este modo, las tripulaciones se han adiestrado tanto en vuelos diurnos como nocturnos; han practicado los distintos cometidos que pueden encomendárseles en zona de operaciones, desde escolta de convoyes o formaciones de helicópteros, hasta misiones de reconocimiento; han realizado ejercicios de tiro de cañón y de cohetes; se ha hecho un uso intensivo de los simuladores de vuelo de modo que, antes de su despliegue, los pilotos ya estaban familiarizados con el terreno que iban a encontrarse.
En resumen, no se ha dejado nada al azar y el personal ha desplegado con un grado de preparación tan completo que a los pocos días de su llegada ya estaba participando en misiones operativas.

Con la llegada el pasado mes de marzo de los tres ‘Tigre’, ASPUHEL ha alcanzado su máxima dimensión desde 2004. Junto a los tres Cougar y tres Chinook que ya formaban parte de la operación, ahora son 9 los helicópteros de la unidad. Se ha duplicado la plantilla de personal y el esfuerzo logístico ha sido importante, ¿cómo se han adaptado a esta nueva circunstancia? ¿Qué cambios se han realizado en la FSB de Herat?
El despliegue de los helicópteros Tigre en Afganistán ha sido un reto en muchos aspectos, pero los problemas que han ido surgiendo se han resuelto rápidamente gracias a la flexibilidad y capacidad de adaptación que nos caracteriza a los militares. Gracias a ello, los cambios en la infraestructura de la Base de Apoyo Avanzado han sido mínimos y, en muchos casos, la adopción de soluciones ingeniosas ha evitado realizar inversiones importantes.
Desde el primer momento la FSB se ha volcado en facilitar el despliegue de nuestros helicópteros de ataque: se han adaptado los procedimientos para que pudieran operar los nueve helicópteros de ASPUHEL en una zona aeronáutica relativamente saturada por continuos movimientos aéreos, las unidades vecinas nos han cedido algunos de sus locales donde instalar las oficinas de nuestro personal… Todos han colaborado en la medida de sus posibilidades para que ASPUHEL pudiera crecer en volumen y desarrollar los nuevos cometidos que se le han encomendado.

Como jefe de ASPUHEL, ¿cuál es su evaluación de los helicópteros de ataque HA-28 ‘Tigre’?
Aunque los Tigre llevan desplegados muy poco tiempo, me quedo con las palabras de gratitud del personal de uno de los convoyes que llegó hace unos días de Qala i Now. Contaban que la mera presencia de los Tigre sobrevolándolos en los momentos de mayor riesgo les infundía gran confianza y tranquilidad. Alguno reconocía que habían aprovechado la presencia de los Tigre para hacer un alto técnico en el que bajar de los blindados a estirar las piernas y satisfacer las necesidades fisiológicas más perentorias. No hay que olvidar que el viaje que hacen estos convoyes dura entre quince y veinte horas, circulando por polvorientos caminos de tierra, encajonados en valles estrechos, sujetos a múltiples incidencias y sobre todo, siempre bajo la amenaza de la insurgencia, en forma de ataque directo o mediante la colocación de artefactos explosivos improvisados (IED), por lo que su personal se ve sometido a un continuo estrés.
Me alegra saber que nuestros Tigres se han convertido en los ángeles de la guarda de los soldados españoles desplegados en Afganistán y que su característica silueta sea sinónimo de disuasión y seguridad.