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“Estaremos en Afganistán hasta que se vaya el últi...

“Estaremos en Afganistán hasta que se vaya el último compañero”

Verónica Sánchez Moreno

Inspector General de Sanidad Militar desde hace dos años y medio, el general de división médico Luis Hernández Ferrero nos recibe en el Museo de Sanidad que se encuentra dentro de las instalaciones del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla. En este marco incomparable en el que el visitante puede recorrer la historia de la Sanidad Militar española, que acaba de cumplir 500 años, hablamos con él en la que será una de sus últimas entrevistas en el cargo, ya que el próximo mes de enero pasará a la reserva. La falta de oficiales médicos, la multinacionalidad de las misiones o la reciente crisis del ébola son algunos de los temas que tratamos con este cirujano, especialista en anestesiología y reanimación, que transmite su “orgullo de servir a España y a la Sanidad Militar”

Médicos, enfermeros, veterinarios, farmacéuticos, psicólogos y odontólogos, ¿cuántos profesionales de cada especialidad componen actualmente el Cuerpo Militar de Sanidad?
Está formado por 680 médicos, 135 farmacéuticos, 118 veterinarios, 41 odontólogos, 188 psicólogos y 728 enfermeros. Lo que ocurre con los oficiales médicos es que tenemos una edad media excesiva. En los últimos años la captación ha sido escasa e incluso en algún año, como 2007, no ha ingresado ninguno, después han ido ingresando uno, dos y ahora estamos consiguiendo ya hasta 9 ingresos anuales, pero la verdad es que durante varios años no se están cubriendo todas las plazas que ofertamos. En las otras especialidades fundamentales que he citado no tenemos problemas de captación, en ellas hay suficientes oficiales y, además, de un altísimo nivel.

¿Qué resaltaría de todos ellos?
El pertenecer al Cuerpo Militar de Sanidad exige un gran componente vocacional ya que en él se ejercen las Ciencias de la Salud en unos medios distintos a lo que se puede pensar, con unos recursos y una organización muy concreta. Además de vocación, los miembros de este cuerpo militar son extraordinariamente eficientes y han sabido adaptarse perfectamente a los cambios y la evolución que ha tenido la Sanidad Militar. Antes la misión principal era la asistencia a las Fuerzas Armadas y a sus familias, atendiendo a más de un millón y medio de titulares y beneficiarios, pero ahora ese cometido ha pasado a la Sanidad civil y la función es desplegar con nuestros compañeros en todas las zonas de operaciones. Por lo tanto hay que cambiar la organización, la mentalidad, los medios, reducir donde hay que reducir y ampliar lo que hay que ampliar, ya que hemos pasado de ser una Sanidad Militar centrada en territorio nacional a tener ahora una misión de apoyo exclusivo a las operaciones de las Fuerzas Armadas, y las generaciones actuales lo han sabido hacer eficientemente.

¿La Sanidad Militar actual debe ser puramente operativa?
Efectivamente, así es, y además debe conservar la actividad necesaria para mantener el entrenamiento, la investigación y la capacidad asistencial en zonas de operaciones.

¿Qué se hace para fomentar la cooperación entre Sanidad Civil y Sanidad Militar?
Tenemos relación con todas las consejerías de Sanidad de las Comunidades Autónomas, así como con los colegios profesionales, los centros de investigación y con prácticamente todas las facultades de Ciencias de la Salud. El Gómez Ulla es un Hospital Universitario en el que hay estudiantes que están cursando el grado en Medicina y también médicos civiles que están haciendo sus especialidades por el sistema MIR (Médico Interno Residente) exactamente igual que en otros hospitales.

¿Cuáles son sus sensaciones respecto al I Congreso de Sanidad Militar que se celebró a finales del mes de octubre en Granada?
Aunque tenía previsto acudir, no pude estar presente en el Congreso porque en esas fechas estábamos en plena crisis del ébola y, al formar parte del comité científico asesor a la vicepresidenta como representante del Ministerio de Defensa, no debía ausentarme de Madrid. Pero, por supuesto, estuve siguiendo el día a día de este I Congreso de Sanidad Militar y creo que ha sido extraordinario. Se realizó marco de la exposición sobre Sanidad Militar española, que tiene una finalidad importantísima: enseñar lo que ha sido este cuerpo y los hitos que ha conseguido, de organización y avances científicos, tanto a nivel nacional como internacional y a los que siempre se les ha dado poca importancia.

La Sanidad nunca ha buscado glorias, ni protagonismo militar ni político y ha contado y cuenta con auténticos científicos, a veces organizadores, que son héroes en sus actuaciones, aunque éstas sean desconocidas. Nosotros queríamos, primero, dar a conocer su historia al ciudadano normal y transmitirle al menos una parte del orgullo que nosotros sentimos de ser parte de la Sanidad Militar y de ser herederos de esa historia. Queríamos también acercarnos al profesional, al sanitario, tanto civil como militar, para que fuera un foro en el que debatir, demostrando que estamos abiertos a cualquier sugerencia, idea o investigación. Y, por último pretendíamos mostrar las líneas de la Sanidad actual, cómo está organizada, qué actuaciones estamos llevando a cabo y, sobre todo, las líneas de actuación y de organización futuras. Esos tres aspectos son los que tratamos de enseñar a todo el público: al curioso, al aficionado a la historia, al profesional de la docencia y al profesional sanitario. Porque tanto la Sanidad Militar como las Fuerzas Armadas estamos abiertos al mundo. Así pues participamos en los foros científicos, en las universidades, en las facultades de Ciencias de la Salud y estamos abiertos a las Reales Academias y a los colegios profesionales, en los que estamos presentes y nuestro objetivo es que también que ellos estén dentro de la Sanidad Militar. En resumen, el objetivo era ser un escaparate y creo que el Congreso lo ha cumplido sobradamente.

¿Es la falta de médicos un problema para las Fuerzas Armadas españolas?
Efectivamente en la especialidad fundamental de medicina tenemos dificultades de captación, debemos captar a jóvenes médicos y por eso es muy importante enseñarles lo que estamos haciendo. Les mostramos que aquí pueden desarrollar su vocación sanitaria durante toda su carrera profesional y encontrar vías de desarrollo, con ese puntito que tenemos todos los sanitarios de altruismo y con ese puntito también de aventura de la vida militar, junto a unas líneas de investigación y unos desarrollos científicos de primera categoría.

Para intentar paliar esta carencia están realizando actividades como las mencionadas anteriormente y también anuncios en prensa, por ejemplo.
Efectivamente, estamos haciendo anuncios en prensa y fundamentalmente estamos actualizando la forma de captación, porque era igual a la que teníamos hace siglos y la sociedad ha cambiado. Se ha creado el Centro Universitario de la Defensa, de manera que los jóvenes que quieran estudiar Medicina pueden hacerlo allí siendo cadetes y, por lo tanto, miembros de las Fuerzas Armadas. En la academia, en la que están internos durante los seis años que dura el grado, se les da tanto la formación militar como la específica de Medicina, en colaboración con la Universidad de Alcalá de Henares. De momento, la primera promoción está en el tercer curso, es una de las grandes novedades y esperanzas que tenemos y estamos muy contentos con los resultados. Solo podemos sacar unas 25 plazas al año, por las limitaciones que nos imponen tanto las capacidades del Ministerio de Hacienda como las de una formación reglada y bien hecha. Además hemos abierto la posibilidad de que sean médicos especialistas formados en la vida civil los que ingresen en el Cuerpo Militar de Sanidad. A este respecto estamos haciendo esfuerzos pero la realidad es que todavía no lo hemos conseguido, quizá porque durante estos últimos años ha habido una extraordinaria expansión de la Sanidad civil en todas las comunidades autónomas y hemos llegado a tener un sistema de salud nacional importante, muy eficiente y eficaz, lo que ha absorbido a todos los profesionales con unas ofertas profesionales respecto a las que, quizá, en la Sanidad Militar no hemos estado a la altura.

Y también cabe la posibilidad de utilizar a reservistas…
Por supuesto, estamos activando a reservistas. De hecho han participado en la misión humanitaria tras el huracán Mitch, en la Operación Atalanta y, fundamentalmente en el Líbano ya que en esta misión tenemos desplegados dos Role 1 en los que han estado activados oficiales médicos reservistas. La experiencia ha sido extraordinaria y creo que es una de las vías que debemos seguir explorando y mejorando durante los próximos años en los que vamos a tener una cierta escasez de oficiales médicos hasta que el quórum vaya desarrollándose plenamente.

El hospital Role 2E español en Herat alcanzó este verano el número de 30.000 pacientes atendidos desde su despliegue en abril de 2005, ¿cuál es el balance de estos casi 10 años en Afganistán?
El Role 2E de Herat es una formación sanitaria que ha sido una verdadera fuente de experiencia para todos los oficiales del Cuerpo Militar de Sanidad que hemos pasado por allí.

Han recibido también muchas felicitaciones, nacionales e internacionales, por su labor.
La verdad es que sí, pero eso es lo de menos, lo importante es que hemos cumplido nuestra misión, hemos atendido a nuestros compañeros y también a compañeros de otras nacionalidades que han estado desplegados en esa zona junto a nosotros, como norteamericanos, italianos o albaneses y a la población civil, al Ejército y a la Policía Nacional Afgana.

A partir del año que viene, cuando la OTAN comience la nueva misión de entrenamiento en el país afgano, el hospital continuará operativo, ¿cómo será esta nueva etapa?
La misión para las fuerzas españolas está cambiando y en el Role 2E no tenemos todavía ningún programa de repliegue. Ha disminuido el personal, sobre todo el extranjero que estaba colaborando con nosotros. Este hospital era realmente multinacional ya que en él colaboraban equipos quirúrgicos norteamericanos, búlgaros o de Emiratos Árabes, ahora probablemente nos quedaremos solo los oficiales españoles y por lo tanto va a disminuir su actividad, pero nosotros estaremos allí hasta que se vaya el último compañero.

¿En qué misiones en el exterior hay actualmente sanitarios militares desplegados?
Donde hay unidad española desplegada con una cierta entidad se encuentra un apoyo sanitario conveniente a ese destacamento. Unos ejemplos, en Dakar hay un destacamento de 50 hombres acompañados de su enfermero; en Mali, dadas las circunstancias actuales, hemos reforzado el apoyo sanitario con varios oficiales enfermeros y con un oficial médico especialista en medicina preventiva para tener información directa sobre la situación. También estamos en la Operación Atalanta, en Yibuti, en Afganistán, en Líbano. Los militares españoles siempre se encuentran cubiertos bien por sanitarios nacionales o por sanitarios de otros países, puesto que normalmente estas misiones son multinacionales.

Mucho se está hablando del ébola en los últimos meses. En el caso de que la enfermedad cobrase un matiz superior en nuestro país o que se decidiese mandar tropas españolas al origen del brote, ¿está nuestra Sanidad Militar preparada para enfrentarse a un virus de este tipo?
La Sanidad Militar española lleva colaborando en este tema con la Sanidad civil desde el mes de agosto con las aeroevacuaciones de los sacerdotes, realizadas extraordinariamente bien por la Unidad Médica de Aeroevacuación. Y la Brigada de Sanidad está colaborando con la Escuela Nacional de Sanidad Carlos III realizando la formación de todo el personal sanitario. Primero se empezó formando a 300 sanitarios de la Comunidad de Madrid y ahora estamos ya en otra fase en la que hemos pasado a un módulo de tres días de duración para formar a formadores de todas las comunidades autónomas. No solo se les enseña a quitarse y ponerse el EPI (Equipo de Protección Individual) sino también a realizar determinadas actuaciones médicas con él puesto y tomando las medidas de protección adecuadas. Por otro lado, en el Hospital Gómez Ulla se está modificando una planta completa para modernizarla y que pueda prestar asistencia a toda la nación española, no solamente en casos de ébola, sino en todas las enfermedades infecciosas que puedan surgir de ahora en adelante.

Usted forma parte del comité especial para la gestión del ébola creado por el Gobierno el pasado mes de octubre. ¿Cuál es su labor en el mismo?
En este comité presidido por la vicepresidenta mi labor es aportar los conocimientos y las capacidades que tiene no solo la Sanidad Militar sino todo el Ministerio de Defensa. Aportar, colaborar y coordinar las necesidades que nos solicitan.

¿Cuáles son los retos actuales de la Sanidad Militar española?
Primero intentar salir adelante con la escasez de personal e intentar resolverla. Yo tengo grandes esperanzas de que en muy poco tiempo se irá solucionando este tema. Y, sobre todo, teniendo en cuenta que todas las operaciones el día de mañana serán multinacionales, es necesario realizar una integración importante. Las formaciones sanitarias siempre van a ser multinacionales, rara vez va a ser un único país el que las aporte, y dentro de estas unidades el equipo quirúrgico será de un país, el de radiología lo aportará otro y el abastecimiento de productos farmacéuticos, otro. Por lo tanto hay que integrar procedimientos, equipos de electromedicina, la farmacopea debe ser común y el abastecimiento tiene que estar reglado y en el marco de esta multinacionalidad. Este cambio está muy avanzado ya y somos capaces de hacerlo, lo hemos demostrado en Herat.


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