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“Sin los servicios de Inteligencia la Defensa serí...

“Sin los servicios de Inteligencia la Defensa sería más cara y menos eficiente”

Verónica Sánchez Moreno

Director de la Academia General Militar entre enero de 2010 y marzo de 2013, fecha en la que pasó a ser asesor del segundo Jefe de Estado Mayor de la Defensa, el general de división Francisco José Gan Pampols fue nombrado director del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS) en mayo del mismo año. El jefe de la Inteligencia militar española ha estado en Bosnia – Herzegovina, Kosovo y Afganistán y ha sido, además, el primer español en conquistar los ‘Tres Polos’ de la Tierra: Norte, Sur y la cima del Everest.

El general de división Gan Pampols es el cuarto jefe que ha tenido el CIFAS en sus diez años de historia, tras el general de brigada Valentín Martínez Valero, el teniente general Miguel Romero López y el vicealmirante Juan Antonio Cuadrillero Pinilla. Este centro se encarga de facilitar a las autoridades competentes la Inteligencia precisa para alertar de situaciones de interés militar con riesgo potencial de crisis procedentes del exterior. “A diferencia del Centro Nacional de Inteligencia”, señala el general Gan, en esta entrevista en exclusiva para el Observatorio de Inteligencia, Seguridad y Defensa, “que es la Autoridad Nacional de Inteligencia y no hace distinción entre espacio exterior y espacio interior”. Y advierte, “el ciberespacio es muy importante, pero no es la panacea, sino un elemento más del que dependemos y que hay que tener en cuenta”.

¿Cuál es la importancia del CIFAS dentro de las Fuerzas Armadas españolas?
El Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas se crea por una orden ministerial en el año 2004 y tiene como cometido el producir Inteligencia en los niveles estratégico y operacional para apoyar al ministro de Defensa a través del Jefe del Estado Mayor de la Defensa. Es un centro único en el conjunto de las Fuerzas Armadas que sirve para dar la información elaborada al decisor, reducir su umbral de incertidumbre lo máximo posible para que, en consecuencia, tome decisiones con el máximo nivel de conocimiento posible acerca de la situación.

¿De qué forma se consigue la información de Inteligencia?
La información se obtiene de múltiples fuentes. Primero está la que procede de fuentes abiertas: medios de comunicación, redes sociales… Segundo, la procedente de Inteligencia Humana o HUMINT, que comprende las entrevistas y los estudios de caso, entre otras. Y, por último, la información que proviene del espectro electromagnético, de comunicaciones y señales y ahora en el ciberespacio también.

Y ¿cómo hacen que ésta información llegue a quién corresponde?
Esta información se produce para que llegue a los decisores. Es un decisor el ministro de Defensa, lo es también el Jefe de Estado Mayor de la Defensa o el Mando de Operaciones cuando está dirigiendo una operación y lo son los Jefes de Estado Mayor de los Ejércitos y la Armada para las labores de preparación de la Fuerza. Hay mucha gente que decide, incluso otros elementos ajenos al Ministerio de Defensa, que también pueden pedir un asesoramiento desde el punto de vista militar acerca de un suceso en el que, por cuestiones de competencia, debamos entrar.

Nosotros producimos la Inteligencia para prevenir de situaciones que tienen un riesgo potencial de crisis, que provienen del exterior y que podrían requerir una opción de respuesta militar. Éste es un término muy importante porque acota tanto el sentido, sobre qué informamos, cuáles son nuestros focos de atención y, sobre todo, el espacio en el que se hace, que es del exterior hacia dentro.

¿Cómo apoyan a las misiones en el exterior?
Cada vez que se proyecta Fuerza, que hay una operación, para ella se produce Inteligencia a diferentes niveles. El primer nivel sería la Inteligencia que va en beneficio de la propia operación, es decir, la que revierte directamente en la seguridad de nuestras tropas. Esa Inteligencia es esencial, porque es la que preserva las condiciones de seguridad necesarias y si no busca cómo conseguirlas. Pero además se produce también una Inteligencia que es relevante a niveles superiores, aquella de carácter estratégico que sirve para apoyar determinadas decisiones de ese nivel y como asesoramiento a la Autoridad que tiene capacidad para decidir en el mismo, ya sea el ministro de Defensa, el presidente del Gobierno o cualquier otra.

¿De qué manera se coordinan con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI)?
El director del CNI es la Autoridad Nacional de Inteligencia y de Contrainteligencia, lo que quiere decir que de él depende la coordinación efectiva de toda la Comunidad de Inteligencia. Así pues, todos aquellos que trabajan en el ámbito de la Inteligencia tienen una subordinación funcional, desde el punto de vista de su producción, al Centro Nacional.

¿Cuáles son los retos actuales de la Inteligencia en las Fuerzas Armadas?
El principal reto es llegar a una coordinación efectiva, de tal manera que produzcamos la mejor Inteligencia, de mayor calidad y en el menor tiempo, siempre con la finalidad de que llegue en tiempo oportuno al decisor.

El segundo es mantener dentro de lo posible ese nivel de excelencia que produce la formación del personal. Debemos tener un personal con continuidad, muy especializado, que esté motivado, que quiera profundizar en el conocimiento.

El tercero es mantener lo que nosotros llamamos “factores clave” que son los medios de obtención, las personas que lo sirven, los métodos y el proceso o Ciclo de Inteligencia, que se compone de dirección, obtención, elaboración, difusión y lecciones aprendidas.

Y el cuarto mejorar el conocimiento que se tiene sobre la Inteligencia, haciendo que la gente sepa qué es la Inteligencia militar y para qué sirve. Ésta no es una labor de espías y que se realiza de forma encubierta, es una labor que tiene como finalidad la protección de nuestras unidades en el exterior y proporcionar la información lo más ajustada posible a la realidad con el objeto de impedir que nuestros decisores lleguen a errar en la toma de decisiones por falta de una información de calidad.

El CIFAS es relativamente nuevo, tiene 10 años, ¿esto es señal del cambio de las amenazas y, en consecuencia, de la remodelación de las FAS?
El Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas nace como consecuencia de una renovación muy profunda del concepto de empleo de las Fuerzas Armadas. Cuando por primera vez se habla del Mando de Operaciones, éstas dejan de dirigirse en exclusiva por los ejércitos y pasan a planearse y dirigirse desde el ámbito conjunto. Este proceso cada vez ha ido adquiriendo mayores cotas de responsabilidad y ahora los ejércitos y la Armada son grandes nichos donde se prepara la Fuerza a emplear y el Mando de Operaciones es la autoridad, bajo dependencia del Jefe de Estado Mayor de la Defensa, que las usa. Y esa labor requiere un elemento conjunto productor de Inteligencia. Ese elemento, a nivel operacional y estratégico, es el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas.

En la actualidad, ¿cuáles son las amenazas más importantes a las que se enfrenta España y que han detectado en el CIFAS?
Las amenazas que hemos detectado son las que conocemos y se recogen en la Estrategia de Seguridad Nacional. Son muchas y diversas: la amenaza que supone el acceso a armas de destrucción masiva por parte de grupos incontrolados, las externalidades que se producen en el uso de los “Global Commons” (océanos, aire, polución o cambio climático, entre otros), los flujos migratorios irregulares, la amenaza de crimen organizado (cuando adquiere unas dimensiones que son incluso capaces de poner en jaque a los Estados) o los movimientos terroristas internacionales.

¿Está aumentando la importancia y el foco en la guerra electrónica?
La guerra electrónica es la guerra llevada al espacio electromagnético, que no es lo mismo que el ciberespacio. Es la denegación del uso, la interceptación, el “jamming” (interferencia), la lucha, la localización, la anulación, todo eso es guerra electrónica. Ciberespacio es otra cosa, llamamos así a algo que está por encima del espacio. Es el conjunto de redes inmateriales, que también están sujetas a amenazas y suponen un riesgo si no están protegidas.

¿Tiene la sociedad española Cultura de Inteligencia?
Desde que se produce el nacimiento del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas, hace ahora 10 años, hasta este momento se ha avanzado muchísimo. Primero en la Cultura de Defensa, porque la Cultura de Inteligencia es un poco una hija de ella. La Inteligencia es una parte indisociable de la Defensa. De hecho, sin unos servicios de Inteligencia y sin una Inteligencia oportuna la Defensa es más costosa y mucho menos eficiente.

Tras la realización de sucesivas campañas en los últimos años la Cultura de Defensa se ha ampliado. Falta mucho por hacer en este campo, que es muy abierto y hay muchas y muy buenas iniciativas. Lo primero es que la ciudadanía conozca qué es la Defensa, que no es algo tangencial, sino esencial. Y que su forma de vida y los valores que defiende se sustentan en un sustrato, la Defensa, que es muy difuso e intangible, pero que cuando falta, cae todo el edificio porque se colapsa.

La Inteligencia es ese factor objetivo dentro de la Defensa que es necesario conocer, estimar y con el que es necesario colaborar. Porque la Inteligencia trabaja con el conocimiento, lo elabora y lo dirige a objetivos muy concretos. Y ese conocimiento reside en múltiples capas de la sociedad: en la universidad, en los think tanks, en personas especializadas, en trabajos de grupo. A eso hay que llegar, a que toda la sociedad conozca y colabore en la Inteligencia.

¿Cuál es la importancia de la Inteligencia en las Fuerzas Armadas en la lucha contra el terrorismo?
Las Fuerzas Armadas no son responsables de la lucha contra el terrorismo pero cuando estamos en operaciones en el exterior nos enfrentamos a amenazas de carácter terrorista. Por ejemplo, en conflictos como el de Afganistán o en la República Centroafricana, donde se encuentran desplegadas unidades españolas o en Mali. Desde ese punto de vista hay que estudiarlos, conocer cuáles son sus tácticas, técnicas y procedimientos, con el objetivo de tomar las medidas de seguridad para precaverse y siendo proactivos en ello, porque no podemos permitir que por desconocimiento algo nos afecte.

Asumió la dirección del CIFAS hace algo más de un año, ¿puede hacer un balance de este tiempo?
El balance es muy bueno porque forma parte de un continuo que arranca mucho antes de que yo llegara allí, con mis predecesores, que desde el año 2005 se han encargado de ir encarrilando, de una forma muy medida y progresiva, cuáles son las capacidades del Centro y de ir apuntando a una visión estratégica hacia el año 2020, que es la que nos aportará esas capacidades que en mi opinión necesitamos para poder realizar nuestros cometidos a la perfección.

Y para terminar, ¿qué retos de futuro tiene el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas?
Por un lado, consolidarnos dentro de la nueva estructura de las Fuerzas Armadas que se está actualizando continuamente. Y por el otro, ser eficaces en el sentido de establecer una red de contactos lo más amplia posible que enriquezca la información y que nos permita luego, con muy buenos analistas, sintetizarla y obtener Inteligencia.

La esencia de lo que somos en el CIFAS son nuestros valores: la unidad de acción, actuamos para proporcionar Inteligencia de calidad al decisor; disponibilidad completa, porque la Inteligencia no es algo que se produce a tiempo parcial, es 24/7/365 y no podemos bajo ningún caso andar titubeando cuando se nos pregunta; y, por último, la proactividad, ya que siempre debemos adelantarnos a la realidad.


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