Verónica Sánchez Moreno
Por primera vez en la historia de la Vuelta Ciclista a España, una de sus etapas sale desde un buque de la Armada. Ha sido esta mañana, cuando el Buque de Proyección Estratégica ‘Juan Carlos I’ ha acogido el inicio de la tercera etapa de esta competición deportiva, generando una gran expectación entre los ciudadanos
Desde las 9 de la mañana numerosos curiosos se acercaban al muelle de Cádiz para poder asistir a un insólito comienzo de etapa, media hora más tarde, la fila de personas que esperaban para entrar en el puerto de la ciudad andaluza era ya más que considerable. El LHD (Lander Helicopter Dock) ‘Juan Carlos I’, engalanado para la ocasión, abría sus puertas a ciudadanos, ciclistas, equipos técnicos y patrocinadores de la Vuelta Ciclista, que tomaban por un día la cubierta delvuelo del buque insignia de la Armada española.
Sus imponentes 231 metros de eslora atracaron en el Puerto de Cádiz, desde la base naval de Rota, el pasado día 23 de agosto, para servir de plataforma a la salida de la tercera etapa de la vuelta ciclista a España, que se desarrolla hoy entre Cádiz y Arcos de la Frontera, recorriendo 197,8 kilómetros. Así pues, durante la tarde del sábado y la mañana del domingo cientos de personas han podido visitar el interior del mayor buque de guerra construido en España.
El ‘Juan Carlos I’ recibía hoy a curiosos, invitados, prensa y autoridades, entre las que se encontraban el presidente de la Diputación Provincial de Cádiz y alcalde de San Fernando, José Loaiza; la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez y el Almirante de la Flota (ALFLOT), Santiago Bolíbar Piñeiro que, en declaraciones a los medios de comunicación, manifestaba el sentimiento de “orgullo” de la Armada española por acoger este evento sin precedentes. El ALFLOT ha considerado como “históricamente oportuna” esta salida “porque la Bahía de Cádiz y la Armada han vivido juntas durante siglos”. Alberto Contador, ciclista del equipo Tinkoff-Saxo, se mostraba agradecido a la Armada por “dar la oportunidad de poder visitar esta impresionante obra de ingeniería española”. Y, en la misma línea, se manifestaba el actual líder de la vuelta ciclista, Alejandro Valverde que, con el maillot rojo no dudó en subirse a uno de los Harrier AV-8 plus que, junto a helicópteros de la Flotilla de Aeronaves de la Armada y una pequeña representación de vehículos del Tercio de Armada, se encontraban situados en la cubierta de vuelo del LHD.
Dentro del más puro ambiente festivo y mientras los corredores pasaban por el control de firmas (situado en la cubierta del buque), media hora antes del inicio de la etapa, ha tenido lugar un espectáculo aéreo, en el que aviones de combate de la Armada han realizado numerosos pases sobre el muelle de Cádiz, provocando la expectación y arrancando aplausos entre los que allí se agolpaban. A las 12:25h, tras el tradicional corte de cinta por parte de las autoridades, la etapa arrancaba desde el interior del L-61 (numeral de costado del ‘Juan Carlos I), con una espectacular e insólita salida neutralizada del pelotón desde una de las puertas laterales del buque.
Un gran dispositivo de seguridad, en el que han participado miembros de la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Armada española ha garantizado la salida sin contratiempos de esta etapa de la vuelta ciclista a España que desde Cádiz ha pasado por San Fernando, Chiclana de la Frontera, Medina Sidonia, Paterna de Rivera, San José del Valle, Ubrique, Grazalema, El Bosque y Arcos de la Frontera, localidad gaditana a la que ha llegado el pelotón sobre las 17:40h.
La vuelta ciclista a España se inició el pasado día 23 de agosto, en la localidad gaditana de Jerez de la Frontera. Esta primera etapa dio paso a la segunda, que se desarrolló entre Algeciras y San Fernando, a donde llegó el día 24 a las 17:20h.
En la tercera etapa, deporte y Fuerzas Armadas han compartido escenario, acercando lo castrense a los ciudadanos civiles. El buque anfibio portaeronaves ‘Juan Carlos I’, del que este fin de semana han disfrutado todos los que se han acercado hasta el muelle de “la tacita de plata”, tiene autonomía para más de 14.000 kilómetros, desplaza 26.000 toneladas y puede alojar a 1.435 personas (aunque la dotación asignada para este acontecimiento ha sido de 380 efectivos). Comandado por el capitán de navío Gonzalo Sanz Alisedo, toma su denominación del anterior rey, siguiendo la tradición de la Armada, que se remonta a la llegada de la Casa de Borbón al trono de España en 1700, de asignar a uno de sus buques principales el nombre propio del monarca reinante.
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