El Ministro de Defensa chino, Li Shangfu ha afirmado desde Moscú que China y Rusia han entrado en una “nueva era” de relaciones, con lazos mucho más “fuertes” y con el objetivo de contribuir a mantener la seguridad y estabilidad regional y global. Li, comenzó su visita de cuatro días a Moscú el pasado domingo. Aunque estas declaraciones no apuntan a nadie en particular, Li ha dejado claro que, en última instancia, China tiene que defenderse de Estados Unidos, cuya estrategia está orientada a “minar la estabilidad mundial”.
En este sentido, un buque de guerra estadounidense ha atravesado el estrecho de Taiwán, en lo que la marina de Estados Unidos ha calificado de tránsito rutinario, pocos días después de que China pusiera fin a sus últimas maniobras militares alrededor de la isla.
En un comunicado emitido esta semana, la Séptima Flota de la Armada estadounidense ha informado de que el destructor de misiles guiados USS Milius, de la clase Arleigh Burke, había atravesado el estrecho de Taiwán el pasado domingo. El buque de guerra ha llevado a cabo un “tránsito rutinario por el estrecho de Taiwán” a través de aguas “en las que se aplican las libertades de navegación y sobrevuelo en alta mar de conformidad con el derecho internacional». El tránsito del buque demuestra el compromiso de Washington con un Indo-Pacífico libre y abierto, según añade el comunicado.
China ha declarado que ha rastreado el buque de guerra estadounidense a través del estrecho de Taiwán, resaltado que Washington ha “exagerado” dicho tránsito. El coronel Shi Yi, portavoz militar chino, ha advertido que las tropas en la zona “permanecen en un alto nivel de alerta en todo momento y defenderán resueltamente la soberanía y la seguridad nacionales, así como la paz y la estabilidad regionales”. China reclama Taiwán como su territorio y ha prometido poner la isla bajo su control algún día. También reclama todo el estrecho de Taiwán como aguas territoriales.
El pasado lunes, China puso fin oficialmente a tres días de maniobras en torno a Taiwán, en las que practicó ataques de precisión y el bloqueo de la isla. Las maniobras fueron realizadas como forma de expresar el malestar chino por la reunión de la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, con el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, por considerarla una injerencia en los asuntos internos de China y un apoyo de Estados Unidos a la identidad separada de Taiwán de China.
La Marina estadounidense navega con buques de guerra a través del estrecho de Taiwán aproximadamente una vez al mes, y también lleva a cabo regularmente misiones similares de libertad de navegación en el disputado mar de China Meridional. La semana pasada, el USS Milius también navegó cerca de una de las islas artificiales más importantes del Mar de China Meridional, Mischief Reef, controlada por China. Pekín denunció está acción y la calificó de ilegal.
China ha proseguido sus actividades militares en torno a Taiwán desde que finalizaron los ejercicios, aunque a menor escala. El lunes por la mañana, el Ministerio de Defensa de Taiwán declaró haber avistado 18 aeronaves militares chinass y cuatro buques de guerra operando en torno a Taiwán en las 24 horas anteriores. China nunca ha renunciado al uso de la fuerza para someter a Taiwán, gobernado democráticamente, a su control. El gobierno de Taiwán rechaza las reivindicaciones territoriales chinas y afirma que sólo el pueblo de la isla puede decidir su futuro. En una conferencia de prensa, el ministro de Relaciones Exteriores chino, Qin Gan, culpó al gobierno de Taiwán por el aumento de las tensiones en la región después de que Pekín realizara dichos ejercicios.
En la misma conferencia, Gan aseguró que China no venderá armas a ninguna de las partes en la guerra en Ucrania, según ha informado el ministro, en respuesta a las preocupaciones occidentales de que Pekín podría brindar asistencia militar a Rusia. De momento, China continúa insistiendo en que es neutral en el conflicto, al tiempo que respalda a Rusia política, retórica y económicamente en un momento en que las naciones occidentales han impuesto sanciones punitivas y buscado aislar a Moscú por su invasión a Ucrania.
Qin ha sido el funcionario chino de más alto nivel que se ha aventurado en realizar una declaración de forma tan explícita sobre la venta de armas a Rusia. Además, ha agregado que China también regularía la exportación de artículos con doble uso civil y militar: “Con respecto a la exportación de artículos militares, China adopta una actitud prudente y responsable”, refirió Qin en una conferencia de prensa junto a su homóloga alemana Annalena Baerbock. “China no proporcionará armas a las partes relevantes del conflicto y administrará y controlará las exportaciones de artículos de doble uso de acuerdo con las leyes y reglamentos”. Asimismo, ministro también reiteró la voluntad de China de ayudar a encontrar una solución pacífica al conflicto.
Mientras, las tripulaciones de la Fuerza Aérea de Bielorrusia han completado su entrenamiento en el uso de armas nucleares tácticas como parte del plan de Rusia para desplegar las armas a su aliado en medio de los intensos combates de Ucrania, según ha declarado el Ministerio de Defensa ruso.
El presidente ruso, Vladimir Putin, declaró el mes pasado que Moscú planeaba ubicar algunas de sus armas nucleares tácticas en Bielorrusia. Rusia tiene un acuerdo de unión con Bielorrusia que estrecha lazos políticos, económicos y militares. Las tropas rusas utilizaron territorio bielorruso para entrar a Ucrania desde el norte en febrero de 2022 y, desde entonces, han mantenido una presencia en Bielorrusia.
El despliegue de armas nucleares tácticas rusas en Bielorrusia las acercaría a objetivos potenciales en Ucrania y miembros de la OTAN en Europa central y oriental. Bielorrusia comparte una frontera de 1.250 kilómetros con los miembros de la OTAN Letonia, Lituania y Polonia.
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