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Crece la tensión en Hong Kong en su décima semana de protestas

Con esta son 10  las semanas que han transcurrido desde que se iniciaran los disturbios masivos que han puesto en jaque al gobierno de Hong Kong y no parece, al menos a corto plazo, que las protestas generalizadas vayan a cesar.

Uno de los últimos incidentes tuvo lugar el pasado lunes cuando, según las autoridades, alrededor de 5.000 manifestantes se aglomeraron en el aeropuerto bloqueando los accesos, expresando su rechazo a la violencia policial ejercida por las fuerzas de seguridad durante las protestas que tuvieron lugar el domingo.

Afortunadamente la intervención policial finalmente no fue necesaria y los manifestantes abandonaron las instalaciones voluntariamente sin que haya habido que lamentar nuevos heridos.

El de Hong Kong es el tercer aeropuerto más transitado de Asia (por detrás de Pekín y Tokio) y el octavo a nivel mundial, con aproximadamente 73 millones de viajeros solamente en 2017. Desde 2010 pasar por ser el primer aeropuerto en tráfico de carga a nivel mundial en cuanto a flujo de mercancías.

A pesar de que las autoridades aseguran que el aeropuerto ha retomado su actividad a primera hora de esta mañana, han advertido de que numerosos vuelos ya se han visto afectados, más de 200 cancelaciones según la principal aerolínea Cathay Pacific, y es de esperar que la lista crezca en las próximas horas.

Según han informado los medios locales, paralelamente, los médicos del Hospital Queen Elizabeth de Hong Kong secundaron las protestas en contra de una represión policial cuya violencia ha ido en aumento.

Carrie Lam, jefa del Ejecutivo hongkonés favorable a Pekín, ha advertido a los manifestantes antigubernamentales “que no empujen a la ciudad a un abismo”. En lo que ha sido una dura y emotiva rueda de prensa, donde desde el primer momento fue recibida con hostilidad y en la que ha tenido que enfrentarse a duras preguntas por parte de los periodistas. Algunas voces la han acusado de “culpar a otros de sus errores políticos” y de “negarse a reconocer sus errores”, además fue interpelada sobre su posible renuncia al cargo.

La líder hongkonesa se ha esforzado por esquivar algunas de las cuestiones que le lanzaban los reporteros entre gritos e interrupciones mientras trataba de defender la actuación policial durante los violentos enfrentamientos que han tenido lugar el pasado fin de semana.

Lam también ha puesto sobre la mesa la “peligrosa situación” que atraviesa la ciudad y como la violencia que se está viviendo durante las jornadas de protestas puede empujarles “por un camino sin retorno”.

Por su parte el gobierno chino ha calificado las protestas de “terrorismo” y se espera que en las próximas horas tanto los líderes sociales, como las grandes empresas se posicionen públicamente expresando su apoyo a Pekín, rechazando a su vez protestas con el fin de salvaguardar sus intereses comerciales.

¿Qué hay que saber de Hong Kong para entender las protestas?

Las protestas dieron comienzo a raíz de los planes para dar forma a un proyecto de ley, actualmente en suspenso, con el fin de permitir las extradiciones a China. No obstante, lo que comenzó como unas protestas contra dicho proyecto legislativo, se ha convertido en la oportunidad perfecta para reflejar los deseos de una reforma democrática más amplia por parte de aquellos contrarios al Gobierno y a la sombra de Pekín.

Hong Kong goza de un estatus especial que difiere significativamente del de otras ciudades chinas. Antigua colonia británica durante más de 150 años, fruto de la cesión china tras la “primera guerra del opio” y con el posterior arrendamiento de los “Nuevos Territorios”, a los británicos por un periodo de 99 años, Hong Kong se convirtió en un puerto comercial ocupado y su economía prospero en la década de los cincuenta.

A principios de los ochenta, próximo a cumplirse el plazo límite del arrendamiento, tuvieron lugar las primeras conversaciones sobre el futuro de la isla y sobre la mesa  estaba la demanda china de que todo Hong Kong debería volver bajo su dominio. El acuerdo alcanzado allá por el año 1984, se regiría por el principio de “un país, dos sistemas”, de manera que a pesar de que Hong Kong volvería a formar parte de China a partir de 1997, gozaría de “un alto grado de autonomía, excepto en asuntos exteriores y defensa” durante un plazo de 50 años.

El resultado, Hong Kong goza de un sistema legal y de fronteras propio, y de unos derechos protegidos que incluyen la libertad de expresión y de reunión (especialmente restringidos en China). Uno de los ejemplos más representativos es que la isla de Hong Kong es uno de los pocos lugares dentro del territorio chino donde puede conmemorarse la represión que tuvo lugar en la Plaza de Tiananmén (1989), cuando militares chinos abrieron fuego contra civiles desarmados.

Sin embargo, los opositores apuntan a un declive en materia de libertades y determinados grupos en defensa de los derechos humanos denuncian la permanente injerencia china en los asuntos de Hong Kong, preocupados por las puntuales desapariciones de ciudadanos hongkoneses, por la presión censora que reciben artistas y escritores, etc…

Otro ejemplo que suele estar en el punto de mira es el la reforma democrática y el sistema electoral. Hay que tener en cuenta que el jefe del Ejecutivo es elegido por un comité electoral que en su mayoría es pro-chino; e incluso se han dado casos de miembros electos han sido inhabilitados por las autoridades Chinas.

Por último no olvidemos que en 2047, expira la “Ley Básica” y no está claro lo que sucederá con la autonomía de Hong Kong después de esto.


Analista especializado en el entorno de la información y Defensa.

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