Redacción.
Yemen y Estados Unidos han lanzado una operación contra Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), que se inició el pasado sábado y aún no ha finalizado, y en la que han muerto varias decenas de personas.
En la operación, que se desarrolla en el sur de Yemen, se han bombardeado campos de entrenamiento de terroristas en la región montañosa de Wadi Ghadina, en la provincia de Abyan, y, según se sospecha, en la misma han participado aviones no tripulados (drones) de Estados Unidos además de la aviación yemení.
El Ministerio de Interior Yemení de Interior informaba ayer que, sólo en los bombardeos de la jornada, murieron 55 miembros del grupo radical islamista, entre los que, al parecer, hay 3 dirigentes destacados (aunque no se han especificado sus identidades).
Un misil disparado desde uno de estos drones podría haber sido el que terminara con la vida de los 3 supuestos dirigentes cuando viajaban en un coche en la provincia de Shabwa. Un helicóptero llegó en pocos minutos al lugar del impacto para recoger los restos de los tres terroristas, lo que ha generado especulaciones en los medios locales y redes sociales sobre la posibilidad de que uno de los cadáveres fuera Munaser al Anburi, un jefe local de AQPA.
Muertes de civiles
Pero no solo integrantes del grupo terrorista han perdido la vida en estos ataques. El pasado sábado, un misil lanzado contra una furgoneta en la que viajaban diez terroristas en la localidad de Bayda, también alcanzó el coche en el que viajaban tres civiles que pasaban por allí en ese momento, muriendo todos ellos.
Como viene siendo habitual, no se ha confirmado ni desmentido el controvertido uso de drones en la operación, que sin embargo es frecuente por parte de los Estados Unidos desde hace varios años. El primer dron armado (que se sepa) fue usado en 2002, también en Yemen, para matar a un miembro de Al Qaeda. Desde entonces, la CIA ha recurrido con frecuencia a ellos en operaciones en el extranjero.
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