Los aliados de la OTAN finalmente han dado luz verde a la retirada de fuerzas de la misión Resolute Support en Afganistán antes del 1 de mayo, con planes para completar el repliegue de todas las tropas en unos pocos meses.

En una conferencia de prensa conjunta con los Secretarios de Estado y Defensa de EE.UU tras reunión virtual mantenida por los ministros de Defensa y Relaciones Exteriores aliados, el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, anunció que «nuestra reducción será ordenada, coordinada y deliberada […]. Fuimos juntos a Afganistán, hemos ajustado nuestra postura juntos y estamos unidos para irnos juntos»

Parche de la operación Resolute Support/EMAD

Stoltenberg calificó la medida como «el comienzo de un nuevo capítulo» en la relación de la OTAN con Afganistán y aseguró que «los aliados y socios continuarán apoyando al pueblo afgano, al que ahora le corresponde construir una paz sostenible». Los ministros también abordaron el incremento de efectivos militares rusos en Ucrania y sus alrededores, que el Secretario General calificó como «parte de un patrón más amplio de acciones agresivas rusas». Stoltenberg reiteró también el solido apoyo de la OTAN a Ucrania y pidió a Rusia «que reduzca la escalada de inmediato».

En un comunicado oficial la alianza ha asegurado que «cualquier ataque de los talibanes a las tropas aliadas durante el repliegue tendrá una respuesta contundente«. Por el momento, de los 9.600 soldados de la OTAN oficialmente en Afganistán, alrededor de 2.500 son estadounidenses. El segundo contingente más grande es el alemán, con unos 1.300 soldados.

Aproximadamente 36 países aportan efectivos para la misión Resolute Support de la OTAN, que en gran medida proporciona asesoramiento y asistencia en materia de formación a las fuerzas de seguridad de Afganistán. Los mayores contribuyentes incluyen Italia, Georgia, Rumania y Turquía, que suministran varios cientos de tropas cada uno. En su día Resolute Support fue una de las misiones con más militares españoles desplegados, sin embargo, actualmente España contribuye con 24 militares en la tarea de asesorar y adiestrar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad afganos.

Naciones que contribuyen a la operación Resolute Support/EMAD

En una conferencia de prensa posterior a la reunión con el secretario de Defensa Lloyd Austin, el secretario de Estado Antony Blinken insistía en que la retirada de las tropas de la OTAN no significaba el fin del compromiso norteamericano con Afganistán, que incluiría ayuda y asesoramiento a los militares y al gobierno. Por su parte Austin reiteró su apoyo pleno a la decisión del presidente Biden de abandonar el territorio y agradeció a los aliados de la OTAN y las tropas estadounidenses por sus sacrificios. “Nuestras tropas han cumplido la misión para la que fueron enviadas a Afganistán y tienen mucho de qué enorgullecerse”, dijo Austin.

Haciendo balance de lo logrado en estas últimas dos décadas, Blinken aseguró que la misión ha sido todo un éxito. Tras el 11 de septiembre de 2001, «fuimos juntos a Afganistán para tratar con los que nos atacaron y asegurarnos de que Afganistán no volviera a convertirse en un refugio para terroristas que pudieran atacar a cualquiera de nosotros», añadió el secretario de Estado.

Por su parte desde la alianza aseguran haber logrado el objetivo de «evitar que los terroristas utilicen Afganistán como un refugio seguro para atacarnos», y reconocían también que no había una buena razón para quedarse. «No existe una solución militar para los desafíos que enfrenta Afganistán», reconocían tras anunciar la decisión.

Tras conocer la determinación del presidente Biden a la hora de “poner fin a la guerra más larga de EE.UU”, la reacción de la OTAN no ha pillado por sorpresa a la inmensa mayoría de la comunidad internacional. El mantra “vinimos juntos y nos iremos juntos” ha sido una constante en las declaraciones públicas desde los primeros compases de la operación.

No hay que olvidar que Biden ha sido el cuarto presidente al frente de la lucha liderada por EE.UU contra los talibanes. «No pasaré esta responsabilidad a un quinto» quiso remarcar e insistió en que “continuar el ciclo de extender o expandir la presencia militar en Afganistán, esperando crear las condiciones ideales para la retirada y esperando un resultado diferente, no es una posibilidad».

Se considera que la amenaza de los talibanes a los EE.UU se encuentra en un punto en el que no se requiere presencia militar, pero según opinan muchos funcionarios, diplomáticos y analistas, la línea dura de la facción terrorista pronto podría recuperar el control en todo el país, y podríamos asistir a un resurgimiento de al-Qaida e Isis en Afganistán.