El Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha participado en la clausura de la 68.ª Sesión Anual de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN en Madrid. La Asamblea se ha venido celebrando este fin de semana en Madrid, y ha llegado a su final esta semana con una sesión de clausura que, además de Stoltenberg, ha contado con la participación del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que habló por videoconferencia desde Kiev.

Stoltenbergs se ha hecho eco de las decisiones clave de la Cumbre de la OTAN en Madrid el pasado mes de junio, incluido el aumento del apoyo a Ucrania, el fortalecimiento de la disuasión y la defensa, la adopción de un nuevo Concepto Estratégico y la invitación a Finlandia y Suecia a unirse a la OTAN. “Mientras miramos hacia nuestra Cumbre en Vilna el próximo año, estamos implementando estas decisiones”, ha dicho Stoltenberg, y ha añadido que el apoyo de los parlamentarios será vital.

El Secretario General ha instado a los legisladores a ofrecer un mayor apoyo para Kiev alegando que las posibles negociaciones tendrían en cuenta la fortaleza de Ucrania en el campo de Batalla y ha señalado que “necesitamos mantener el rumbo juntos sobre Ucrania”, enfatizando que “si permitimos que Putin gane, todos tendremos que pagar un precio mucho más alto. Los regímenes autoritarios de todo el mundo aprenderán que pueden obtener lo que quieren con la fuerza bruta”. Desde el Kremlin han señalado que, de momento, no están considerando una nueva ronda de negociaciones.

Stoltenberg también ha subrayado que invertir más en defensa será un tema importante en la Cumbre de Vilna del próximo año; ha manifestado que espera que los Aliados continúen progresando, incluso con compromisos más allá de 2024, “porque el 2% del PIB en defensa debe considerarse un piso, no un techo”.

Además, durante la sesión ha enfatizado en que “ha llegado el momento de finalizar el proceso de adhesión y dar la bienvenida a Finlandia y Suecia como miembros de pleno derecho de la OTAN”. El Secretario General se ha reunido con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para tratar la agenda de la OTAN tras la Cumbre de Madrid.

China también ha sido centro de debate durante la reunión, y Stoltenberg ha advertido que los países occidentales deben ser precavidos y evitar caer en la dependencia china, ahora que los aliados están tratando de poner fin a su dependencia energética de Rusia a raíz de la guerra en Ucrania “Vemos crecientes esfuerzos chinos para controlar nuestra infraestructura crítica, cadenas de suministro y sectores industriales clave”.

En este sentido, ha defendido que “tenemos que tener cuidado y no crear nuevas dependencias, sobre todo de China”. Además, se ha referido a que “los minerales chinos se encuentran presentes en todas partes, incluso en nuestros teléfonos, nuestros coches y nuestros equipos militares”. “No podemos dar a los regímenes autoritarios ninguna oportunidad de explotar nuestras vulnerabilidades y socavarnos”.

En el nuevo concepto estratégico acordado en junio, la OTAN describió a China como un desafío a los “intereses, la seguridad y los valores” de la Alianza, como una potencia económica y militar que permanece “opaca en su estrategia, intenciones y desarrollo militar”. El documento reflejaba un cambio de paradigma. La estrategia anterior de la OTAN de 2010 ni siquiera mencionaba a Pekín, que en ese momento se consideraba principalmente como un socio comercial benigno y una base de fabricación en Occidente.

Por otra parte, Finlandia ha refutado cualquier posibilidad de que el estado nórdico, actualmente no alineado, se plantee albergar armas nucleares en su territorio una vez que sea miembro de la OTAN. Esto se produce en el momento en que el gobierno de la primera ministra Sanna Marin ha presentado nuevas propuestas para reforzar la frontera del país con Rusia, de 1.340 km.

Subrayando la necesidad de mantener “relaciones de buena vecindad” con Rusia, Sauli Niinistö, presidente de Finlandia y comandante jefe de las Fuerzas Armadas finlandesas, ha señalado que el emplazamiento de armas nucleares en su territorio nunca se insinuó ni se discutió como condición previa para la pertenencia de Finlandia a la alianza. “Finlandia no tiene intención de permitir que se ubiquen armas nucleares en su territorio. No hay indicios de que ningún país de la OTAN esté ofreciendo armas nucleares a Finlandia”, ha advertido Niinistö.

Al igual que Finlandia, Suecia también ha dejado en claro que no está preparada para establecer condiciones previas sobre armas nucleares antes de ingresar a la OTAN: “No pondremos condiciones previas. Suecia tiene exactamente el mismo enfoque que Finlandia con respecto a la cuestión de la ubicación de armas nucleares en nuestros países. Naturalmente, adoptamos todas las capacidades de la OTAN en materia de armas nucleares, pero sobre el posicionamiento, Suecia y Finlandia comparten las mismas conclusiones y están en la misma sintonía”, ha dicho Ulf Kristersson, Primer Ministro de Suecia.

Por el momento, 28 Estados miembros han ratificado la adhesión para que Finlandia y Suecia formen parte de la Alianza y tengan derecho a recibir apoyo de la OTAN en virtud del artículo 5.

La Asamblea Parlamentaria de la OTAN fue fundada en 1955 como «Conferencia de parlamentarios de los países miembros de la OTAN», pasó a llamarse en 1968 «Asamblea del Atlántico Norte» y, a partir de 1999, se denomina ya Asamblea Parlamentaria de la OTAN. Este foro de cooperación interparlamentaria, en el que participan las Cortes Generales, es independiente de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la que no forma parte.

Dicha Asamblea ofrece un foro en el que los parlamentarios de los 30 países miembros de la Alianza se reúnen regularmente, para debatir y dar a conocer la opinión de los parlamentos y del público sobre los temas más diversos. La inexistencia de disposiciones en el tratado constitutivo de la OTAN que se refieran a la creación de un “pilar parlamentario” de la organización, ha permitido que, desde 1989, la Asamblea haya rebasado sus límites geográficos originales, posibilitando la incorporación de los parlamentos democráticos de los países de Europa Central y Oriental.

Esta flexibilidad temática y geográfica ha permitido una rápida adaptación a la nueva configuración internacional, el fortalecimiento de la noción de una comunidad transatlántica de países democráticos y el desempeño de un papel constructivo en el establecimiento de un nuevo orden de seguridad en Europa.