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La Policía Nacional y la Guardia Civil recuperan efectos valorados en más de 3.000.000 euros

Imagen oficial de la Guardia Civil

Redacción

La Guardia Civil y la Policía Nacional han recuperado efectos valorados en más de 3.000.000 euros que procedían de cientos de robos que se habían cometido en varias provincias del territorio español.  Los detenidos pertenecían a un grupo especializado en asaltar viviendas y naves industriales.

Un total de más de 600 agentes, pertenecientes a ambos cuerpos policiales, han participado en el dispositivo cuyo resultado se ha saldado con la detención de 53 personas, con edades comprendidas entre los 23 y los 56 años de edad.  47 de ellas de nacionalidad rumana, cinco españoles y un marroquí.  Otras 20 son presuntas autoras de estos robos y permanecen en vigilancia policial.

Las provincias en las que se produjeron los asaltos son Ciudad Real, Toledo, Madrid, Cuenca, Guadalajara, Cáceres, Segovia, León, Valladolid, Burgos y Palencia. 1000 kilómetros en una sola noche eran capaces de recorrer los arrestados para cometer los robos. Los asaltos se producían en lugares distantes para intentar despistar a la policía y por las noches.

Finalmente, la Guardia Civil y la Policía Nacional han efectuado 39 registros  en los que se incautaron miles de efectos.  Tres camiones y siete furgones hicieron falta para realizar el traslado de los mismos.  Entre los objetos requisados figuran desde televisores, cámaras de vídeo y teléfonos móviles; hasta bicicletas, dinero falso, joyas, taladros, radiales, gran cantidad de bebidas alcohólicas hasta herramientas de jardinería. También,  seis vehículos de alta gama fueron sustraídos y 260.000 euros en efectivo.  Para la investigación y el desmantelamiento han sido necesarios numerosos medios terrestres, efectivos de caballería y dos helicópteros. El pasado mes de febrero se producían simultáneamente 39 registros en Ciudad Real, Madrid y Toledo.

Se estima que el número de robos sería 500. Con la venta de los objetos robados se lucraban económicamente. La organización estaba perfectamente estructurada y contaba con una división de funciones para sus integrantes. Se intercambiaban los vehículos en los que se efectuaban los robos para despistar a los agentes policiales. Seis células cometían los robos con fuerza. El territorio nacional quedaba dividido para cada una de ellas. A este cometido se le añaden también el aparato de dirección y blanqueo de capitales.

“La dirección estaba formada por cinco personas que se encargaban de la receptación y blanqueo de capitales utilizando para ello testaferros y empresas pantalla.”- especifica el comunicado de prensa de la Guardia Civil.  Los resultados de la investigación confirman incluso que el líder de la organización usaba la violencia, tanto psicológica como física, con sus subordinados a los que adiestraba con severas normas de conducta.

Imagen oficial de la Guardia Civil

Imagen oficial de la Guardia Civil

Entre cuatro y diez integrantes conformaban las células que se dedicaban a los robos. Los objetos sustraídos se vendían por un grupo de doce personas, los cuales distribuían a terceros por “receptadores puntuales o empresas recuperadoras de materiales -ubicadas en las localidades madrileñas de Mejorada del Campo, Vicálvaro y Coslada-, y en establecimientos de compraventa de objetos usados” – como ha confirmado la Guardia Civil a la prensa. Las páginas webs también se usaban para vender los objetos.

Los robos se cometían de noche. En los viajes se desplazaban hasta el lugar seleccionado y volvían después de este a su punto de origen.  Se producía además un reconocimiento exhaustivo de la zona del robo. “Los conductores se desplazaban a áreas de servicio o pueblos cercanos para no llamar la atención, a la espera del aviso de los autores materiales de los robos para su posterior recogida”. –ha especificado la Policía Nacional.

Varios robos en Ciudad Real provocaron la apertura de la investigación. Esto ocurría entre marzo y mayo del pasado 2016. Los robos se habían producido tanto en domicilios habitados, establecimientos públicos, explotaciones agrícolas, segundas viviendas, polígonos industriales…  Finalmente, 108 robos han sido esclarecidos. Además, la policía ha podido saber que estas personas llevaban un elevado nivel de vida, lo que llamó la atención de los investigadores.

La organización ha sido desmantelada de manera total.  La investigación  continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.


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