El Ministerio de Defensa de Rusia ha informado sobre una serie de explosiones que han tenido lugar en un depósito de municiones en la ciudad de Dzhankói, en el norte de Crimea, y ha acusado a Ucrania de sabotaje. Como consecuencia de este incidente, dos personas han resultado heridas, el tráfico ferroviario ha sido paralizado y unas 2000 personas han sido evacuadas.
Según un asesor clave del gobierno ucraniano, Mykhailo Podolyak, podría haber más ataques en los “próximos dos o tres meses” similares a los ataques en Crimea, tras confirmar que Ucrania está involucrada en una contraofensiva destinada a crear «caos dentro de las fuerzas rusas» atacando las líneas de suministro de los invasores en lo profundo de los territorios ocupados.
De ser cierta su implicación demostraría una nueva competencia de Ucrania para adentrarse en territorio ruso, lo que podría suponer un cambio en la dinámica del conflicto que ya dura 6 meses, dejando clara la capacidad de Kiev para atacar la infraestructura de Rusia.
La península de Crimea, situada en el Mar Negro, y que Rusia se anexionó en 2014 en un movimiento no reconocido por una gran mayoría de países, es la base de la Flota del Mar Negro de Rusia y un destino popular como lugar de vacaciones. La pasada semana, las explosiones en otra base aérea militar en la costa occidental de Crimea causaron grandes daños y destruyeron varios aviones de guerra rusos.
En el incidente, una subestación eléctrica también se ha incendiado cerca de Dzhankói según imágenes mostradas por la televisión estatal rusa, que ha mostrado explosiones en el horizonte que, de acuerdo con las autoridades, provienen de las detonaciones de municiones.
Agencias de noticias rusas han informado de que siete trenes de pasajeros se han retrasado y que el tráfico ferroviario en parte de la línea en el norte de Crimea se ha suspendido temporalmente. Esto podría suponer una interrupción en el flujo de envío de equipo militar como apoyo a sus tropas en Ucrania
Tras las nuevas explosiones de ayer, Podolyak y el jefe de gabinete Andriy Yermak se han regocijado en redes sociales por la «desmilitarización»: una aparente referencia burlona a la palabra que Rusia usa para justificar su invasión.
«Un recordatorio: Crimea como país normal se trata del Mar Negro, las montañas, la recreación y el turismo, pero Crimea ocupada por los rusos se trata de explosiones de almacenes y alto riesgo de muerte para invasores y ladrones. Desmilitarización en acción», subraya Podolyak.
«La operación ‘desmilitarización’ al estilo preciso de las Fuerzas Armadas de Ucrania continuará hasta la completa desocupación de los territorios de Ucrania. Nuestros soldados son los mejores patrocinadores del buen humor», decía Yermak en redes sociales.
En otro incidente se han observado columnas de humo en una base aérea militar rusa cerca del asentamiento de Hvardiyske, en el centro de Crimea, según han informado periódicos rusos. Las bases rusas en Crimea están fuera del alcance de los cohetes y armamento que los países occidentales afirman haber entregado a Ucrania, lo que aumenta la posibilidad de que el país haya adquirido nuevas capacidades.
Con la guerra en curso desde el pasado 24 de febrero, la atención también se ha centrado en los últimos días en los bombardeos en las cercanías de la planta nuclear de Zaporiyia, en el sur de Ucrania. Ambas partes se culpan mutuamente por los riesgos que conllevan los ataques cerca de la instalación nuclear más grande de Europa, y que se encuentra bajo el control ruso actualmente, aunque son técnicos ucranianos quienes continúan encargándose de su gestión.
En cuanto al campo de batalla, los bandos no han informado de cambios importantes en las posiciones; Ucrania ha subrayado los continuos bombardeos y ataques de cohetes rusos en la zona oriental de Donbás, y del éxito cosechado repeliendo los intentos de avance de Rusia cerca de la refinería de petróleo de Lisichansk, en la región de Lugansk.
Ucrania y los partidarios occidentales acusan al presidente ruso, Vladimir Putin, de librar una guerra de conquista al estilo imperial. Asimismo, en un discurso ante una conferencia de seguridad, Putin ha acusado a Estados Unidos de tratar de prolongar la guerra de Ucrania respaldando al gobierno del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y de, al mismo tiempo, provocar fricciones en Asia. Putin ha hecho referencia a el pacto de seguridad AUKUS entre Australia, Gran Bretaña y Estados Unidos, citándolo como una evidencia de los intentos occidentales de construir un bloque al estilo de la OTAN en la región de Asia y el Pacífico.
La visita a Taiwan este mismo mes de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, ha sido calificada por Putin como «parte de una estrategia consciente y decidida de Estados Unidos para desestabilizar y sembrar el caos en la región y el mundo». China considera Taiwán como parte de su territorio y desea la «reunificación» con la isla.
Por otra parte, el barco Brave Commander, ha partido desde el puerto ucraniano de Pivdennyi, transportando el primer cargamento de ayuda alimentaria humanitaria con destino a África desde Ucrania desde la invasión de Rusia. El barco, fletado por Naciones Unidas, contiene 23.000 toneladas de trigo y ha partido hacia Yibuti con suministros destinados a Etiopía, según el Ministerio de Infraestructura de Ucrania en un comunicado.
El ministerio también ha señalado que está trabajando con la ONU para incrementar los envíos de los «suministros de alimentos para los sectores socialmente vulnerables de la población africana» a medida que aumenta la preocupación por una crisis alimentaria mundial causada por la guerra.
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