Gema Nieves/ Madrid.

La Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados celebraba ayer su última reunión antes de finalizar 2012. Como no podía ser de otra forma, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, debía hacer el “recuento” de lo que España ha invertido (en personal y en material) en las misiones en el exterior. Todo ello coincidiendo con el primer año de “mandato” del actual ministro. Así, en líneas muy generales, y después de varias horas de comparecencia, se puede decir que nuestro país ha apostado a nivel internacional con el despliegue de 6.839 militares para seis operaciones internacionales, lo cual ha supuesto un coste de 766,8 millones de euros

Para hacerse una composición de lugar, cabe destacar que nuestros militares han llevado su labor fuera de nuestras fronteras, concretamente a Afganistán, Líbano, aguas de Somalia, Bosnia.-Herzegovina, Uganda y Yibuti. Y si lo que queremos son más cifras, ayer Morenés resaltó que en estas misiones los 6.839 militares han llevado a cabo 17.834 patrullas terrestres, 845 días de mar, 1.191 horas de vuelo de aviones de patrulla marítima, 95 misiones de desactivación de explosivos, 45 detenciones de piratas, y la liberación de 12 rehenes secuestrados por piratas.

Según Morenés explicaba ante la Comisión de Defensa, las FAS españoles están centradas en cuatro escenarios bien diferenciados: Afganistán, Líbano, Mali y Turquía. Si bien, se podría afirmar que Afganistán y Líbano serán protagonistas los próximos meses porque hasta llegar a 2014 se irá reduciendo la presencia militar; mientras que Mali y Turquía se convertirán en los futuros escenarios internacionales en el que intervengan las tropas españolas.

Asimismo, sobre Afganistán, el titular de la cartera de Defensa mantuvo el mensaje que lleva defendiendo en sus últimas intervenciones (refrendado durante la pasada visita del presidente del Gobierno al contingente en tierras afganas) y es que “está en estudio la posibilidad de adelantar los plazos de repliegue de la fuerza y de esta forma incrementar en lo posible la fluidez del retorno”. Lo que supondría la reducción del número actual de militares en la zona, que es de 1.406 militares españoles -1.047 del Ejército de Tierra, 41 de la Armada, 281 del Ejército del Aire y 37 guardias civiles-. Algo que no implica la retirada definitiva antes de los plazos marcados por la OTAN  (2014).

Pase lo que pase, el principal objetivo será la seguridad de las tropas españolas, tanto en la misión como en el difícil proceso de repliegue. Un repliegue que no supondrá abandonar el país a su suerte, ya que según confirmaba ayer el ministro de Defensa “estaría la posibilidad de llevar a cabo una misión que continuase con el adiestramiento, asesoramiento y entrenamiento de las Fuerzas Afganas de Seguridad y del Gobierno afgano, y que se sustanciaría con la participación de personas en cuarteles generales multinacionales y apoyo a las fuerzas de seguridad afganas; y, por otra, se ha de seguir financiando a estas incipientes fuerzas armadas y cuerpos de seguridad afganos” ,según lo acordado en la cumbre de Chicago”. Morenés aseguraba que no está dispuesto a faltar al compromiso adquirido por España con la misión afgana.

En cuanto al regreso a España, se contempla como una operación complicada, sobre todo en el aspecto logístico, por los materiales que hay que repatriar y por el coste.

Líbano, una misión de objetivos cumplidos
Sobre la participación española en la misión de Naciones Unidas en Líbano, el ministro afirmaba que se trata de una misión en la que se están cumpliendo los objetivos. Además, el hecho de que no exista “presencia visible de elementos armados”, hace concluir que se puede reducir el número de militares en la misión –actualmente están operativos 661 militares españoles-.

Así se irá llevando a cabo durante los próximos meses, siempre teniendo en cuenta la seguridad, la coordinación y colaboración con los demás países implicados y la consecución de los objetivos marcados.

Nuevos escenarios a jugar: Mali y Turquía
El 10 de diciembre el Consejo de Asuntos Exteriores de la UE daba un paso importante al confirmar la misión en Mali. Ahora, es el turno de establecer la estrategia operacional, donde España tendrá que cumplir su papel. En ese momento, la UE aprobó una estrategia de seguridad con misión civil denominada EUCAP SAHEL Niger.

De esta forma, Morenés avanzaba que sería muy probable la intervención de militares españoles en la operación. Se contempla “un mandato inicial de 15 meses”, durante los cuales “el objetivo será proporcionar asesoramiento y adiestramiento militar a las Fuerzas Armadas de Mali, capacitándolas para participar, junto con los efectivos de la Comunidad Económica de Estados del África Occidental (CEDEAO), en la recuperación de la integridad territorial del país».

Además, desde el primer momento, Morenés reconocía ante la Comisión, que en ningún caso se trata de una misión para recuperar la integridad territorial, “algo que corresponde a la fuerza compuesta por un contingente de Mali”, junto a miembros de la CEDEAO. La intervención europea se limitaría a unos 500 miembros, cuyo Cuartel General estará en la ciudad de Bamako. Con lo cual, no se trata de enviar tropas “para el combate”.

Pero como cada acción tiene su protocolo, ahora es necesaria una decisión del Consejo, “para el lanzamiento de la misión en Mali, la designación del Mando de la misión y el inicio del planeamiento del concepto de la operación”.

En lo que respecta a Turquía, el titular de Defensa centró toda su intervención en relación al Hospital de Campaña que España ha puesto a disposición del Gobierno Turco, en noviembre de este año. “El despliegue del hospital sería una operación militar de contribución a la ayuda humanitaria que consistiría en la generación de una capacidad, entre los dos países, formada por la instalación, puesta en funcionamiento y operación de un Hospital de Campaña”, decía Morenés.