Marta Gómez/Sevilla.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, acata la decisión del fallo del Tribunal Constitucional del pasado 20 de junio sobre la legalización de Sortu, pero discrepa. De esta forma y en declaraciones públicas, ese mismo día Fernández analizaba el fallo del Tribunal Constitucional sobre la legalización de Sortu, desde la sede del Ministerio del Interior. Por su parte, el mencionado partido político llevará a cabo el proceso constituyente y la conformación de militantes, los denominados “Sortzailes”.

Como su nombre vasco indica, Sortu “nace” tras la luz verde del Tribunal Constitucional, con 6 votos a favor, 5 en contra y 3 votos particulares. De esta manera, el partido político abertzale pasaría a formar parte del Registro de Partidos del Ministerio del Interior y dándole un vuelco a la Sala del 61 del Tribunal Supremo, que consideraba que Sortu “era el proyecto político de ETA”.

En febrero de 2011, surge “Sortu”, un partido político español con ideología nacionalista vasca, más conocida como la izquierda abertzale. Un mes después, tras ser estimadas las demandas de la Abogacía del Estado y del Ministerio Fiscal, la Sala 61 del Tribunal Constitucional entendía que Sortu no podía ser legalizada al considerarse sucesor de la ilegalizada Batasuna tras su disolución en el 2003.

Cabe destacar que la creación de Sortu provocó diferentes opiniones encontradas, tanto por parte del nacionalismo vasco e Izquierda Unida, que no pusieron trabas para que el partido pudiera concurrir a las elecciones, y, por parte del PP y UPyD, que consideraban que Sortu era la continuación de Batasuna y por ende, estaría al servicio de ETA.

El anterior ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, mostraba sus recelos ante el nuevo partido y dejaba a la Justicia que decidiera sobre su legalización o no. “Si los estatutos de ese nuevo partido permiten sortear esa situación de ilegalización es algo que corresponde a los jueces”, afirmaba, al tiempo que enviaba tanto a la Fiscalía como a la Abogacía del Estado sus estatutos con los informes policiales oportunos para que realizaran las acciones pertinentes.

El 23 de marzo de 2011, la petición de Sortu fue rechazada por la Fiscalía y la Abogacía del Estado. Para la Fiscalía no había “declaraciones formales de condena de la violencia” que resultaran suficientes por parte de los miembros de Sortu. Así, la Sala 61 del Tribunal Supremo frenaba los deseos de Sortu de constituir un Estado Vasco en Europa y crear alianzas políticas y sociales que pusieran por bandera el independentismo vasco como eje fundamental de la sociedad vasca.

El Tribunal Constitucional da luz verde a Sortu
Finalmente, el pasado 20 de junio, el Tribunal Constitucional admitía el recurso de amparo presentado por Sortu contra la decisión del Supremo, legalizando así el partido político abertzale, no sin antes dar un varapalo a la Sala 61 del Tribunal Supremo cuya sentencia vulneraba “el derecho de asociación”.

Sortu no aceptó que el Supremo desechara su recurso en el que se manifestaba en contra de la violencia, diciendo que la propia banda terrorista “habría recomendado tal crítica o condena” y afirmaba que “se ha identificado de manera objetiva la intención real a la violencia de ETA y su sinceridad”. Tras conocer el fallo del Constitucional, el actual ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, acataba dicha decisión pero no por ello evitaría las discrepancias: “La posición del Gobierno es muy clara con Sortu. El Estado no va a parar hasta conseguir la disolución de ETA. No tenemos nada que negociar con ETA”. “

La izquierda abertzale debe pedir perdón” Aceptada la decisión del Constitucional pero no acatada, el ministro del Interior trajo al discurso en rueda de prensa algunos de los atentados de ETA por los que todavía no ha pedido perdón, como el recordado atentado de Hipercor de Barcelona hace ya 25 años.  Por su parte, el Supremo admitía “estar ante una nueva manifestación de enmascaramiento o disfraz del complejo ETA-Batasuna para conseguir su real participación en la vida política”.

En declaraciones, el ministro también mencionó la reciente muerte del agente del Cuerpo Nacional de Policía, Carlos Calderón Arias, que arriesgó su vida estando fuera de servicio al rescatar a dos bañistas en las aguas de Cádiz. Aprovechó además para aplaudir la heroica acción del policía y afirmar que “en el Cuerpo Nacional de Policía hay policías dignos de ser admirados y de ser reconocidos públicamente como héroes, como ejemplares servidores del orden público” al igual que los tres policías muertos en la playa de Orzán el pasado mes de enero llevando a cabo un rescate.