Redacción.

El Gobierno español ha decidido extremar precauciones y elevar la alerta ante el riesgo de atentado yihadista, aunque no prevé por el momento la implantación de medidas adicionales.

En la escala de 1 a 4 que se utiliza para los estados de alerta en estos casos, el Gobierno mantiene el estado 2, pero incrementa de baja a alta la intensidad de la amenaza terrorista en España, según la instrucción firmada ayer por el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez.

El ministerio del Interior ha asegurado que los recientes crímenes perpetrados por el Estado Islámico, así como el conflicto sirio y la cada vez más violenta situación de Irak, convierten a los países occidentales en blanco de la amenaza de los yihadistas, en especial a Estados Unidos, Francia e Inglaterra.

Por el momento, Interior ha pedido a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado que «redoblen la vigilancia y la protección en aeropuertos, estaciones de trenes y otras infraestructuras críticas».

El objetivo de estas medidas es proteger aquellas instalaciones que si fueran destruidas causarían un impacto grave sobre el normal funcionamiento del país y sus servicios públicos.

Reconquistar Al Andalus
Al parecer, hace varios meses que el Gobierno posee indicios significativos del aumento del riesgo de que se produzca una acción terrorista en España, pero había evitado en lo posible elevar el nivel de alerta por las «molestias» que supone para los ciudadanos las medidas que se toman al respecto (como el aumento de controles).

Aunque Jorge Fernández Díaz asegura que no hay un país que esté más amenazado que otro, sí es cierto que la documentación interceptada a los yihadistas detenidos en las últimas operaciones, plasmaban sus planes para «reconquistar» Al Andalus para su califato.