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«El liderazgo es la capacidad de transmitir pasión por perseguir una causa»

Por Carlos González de Escalada Álvarez.

El coronel Modesto Ruiz es posiblemente uno de los mayores expertos en liderazgo de los que gozan nuetras Fuerzas Armadas (aunque él rechaza modestamente el calificativo). Tuve la oportunidad de conocerle en el ámbito de la enseñanza de esta disciplina e inmediatamente reconocí su talla intelectual y humana. Muchos presuponen que en nuestros Ejércitos el liderazgo, como el valor, se presupone. Pero los que nos hemos acercado con interés al estudio y ejercicio del liderazgo hemos descubierto que su praxis es un estilo de vida, además de una materia compleja, que requiere finura y discernimiento. El coronel Ruiz entiende esta actitud y se mueve a la perfección en ella, además imparte numerosas conferencias a los alumnos de diversos centros de formación del Ejército del Aire. 

El coronel del Cuerpo General don Modesto Ruiz Cruz es Diplomado de Estado Mayor y pertenece a la XXXI promoción de la Escala Superior de Oficiales del Ejército del Aire. Desde que obtuvo su empleo de teniente en 1979, ha tenido como destinos destacables el haber sido profesor de la Academia General del Aire y del Centro de Adiestramiento de Seguridad y Defensa; la Jefatura del Escuadrón de Seguridad del Grupo del Cuartel General; Estado Mayor de la División de Logística del EA, Jefe de la Sección de Tropa del Mando de Personal, Jefe de Captación, Motivación y Reserva del Mando de Personal y Jefe de la Sección de Combustible de la Jefatura de Apoyo Operativo. Entre sus condecoraciones destacan tres Cruces al Mérito Aeronáutico con distintivo blanco, la encomienda, cruz y placa de la Militar Orden de San Hermenegildo y la Medalla de Naciones Unidas.

El 15 de julio de 2012, el coronel Ruiz pasó a la reserva y  actualmente es el jefe de la Sección de Estudios del Patronato de Huérfanos del Ejército del Aire.

Como profesor de esta disciplina, usted mismo define el “liderazgo como una pasión”… ¿de dónde le viene dicha pasión?
Permita que comience aclarando que no soy profesor de liderazgo aunque sí llevo impartiendo conferencias sobre el tema desde hace cinco años en centros de formación del Ejército del Aire. Siempre he tenido querencia natural hacia el liderazgo pero curiosamente mi pasión por él nace como consecuencia de un desencuentro personal y profesional en su ejercicio ¡Cuánto puede aprenderse de un error o de un fallo! Lo importante es aceptarlo y trabajar para corregirlo. Tras superar ese momento  “vi la luz”. Entendí que debía tratar este asunto a dos niveles el interno y personal, poniendo mi empeño principalmente en aprender a liderarme, y el externo mostrando el camino a otros.

La capacidad de liderazgo es el “Santo Grial” de todos los jefes: todos lo buscan pero nadie sabe a ciencia cierta cómo es o dónde está… ¿qué cree usted que es el liderazgo?
Si tuviera que poner en mi boca palabras ajenas me quedaría con las siguientes: “Arte de influir en las personas para que trabajen con entusiasmo en la consecución de objetivos supeditados a un fin común y superior.”

De tener que limitarme a las propias, diría: Capacidad de quien transmite la pasión por una Causa logrando que sea asumida como propia por otros que la perseguirán hasta alcanzarla sin atender a esfuerzos ni sacrificios personales.

Y si me pidiera que empleara sólo dos verbos para definir el liderazgo serían: Influir y motivar.

Alguien podría decirme que en mi definición no aparecen, a lo que respondo que quien las busque las encontrará.

Una pregunta obligada que le habrán hecho mil veces: el líder… ¿nace o se hace? ¿hay que ser alguien especial para ser líder?
Comenzaré por la segunda que se contesta con lo que dijo uno de los últimos gurús en la materia, Peter Drucker: “No hay institución que pueda sobrevivir si necesita genios o superhombres para gestionarla. Hay que organizarla de tal manera que sea capaz de salir adelante bajo el liderazgo de seres humanos completamente normales.”

A la primera, desde mi modesto punto de vista, existen varios tipos de líderes: el que por  circunstancia excepcional y extrema de la vida llega a serlo sin habérselo planteado previamente; el que alcanza a serlo a través de la defensa de su Causa y el que vive para serlo. Los identifico respectivamente a través de: la situación, la priorización de valores y la vocación. Creo sinceramente que todos son frutos del “hacerse”. No podemos obviar que no todas las personas vienen al mundo con las mismas capacidades, motivo por el que algunas lo tendrán más fácil para ser líderes, pero esta circunstancia no impedirá que otras con un perfil más bajo lo logren si se lo plantean y trabajan  para ello.

¿Qué le diría a una persona muy tímida que tenga que liderar un equipo y tenga miedo de enfrentarse a este reto?
Le diría: sólo liderarás si voluntariamente aceptas querer hacerlo,  Si te respondes “sí quiero” probablemente será porque el objetivo a alcanzar sea irrenunciable. Si lo es, debes liderar a pesar de ti. Si has decidido que el objetivo es lo más importante y lo será más que tú y tus limitaciones. Acéptate como eres, explota tus fortalezas, quizás no seas bueno en el cara a cara pero sí escribiendo, como mediador o de cualquier otra forma. Transmite tu mensaje de liderazgo a través de aquello en lo que seas realmente bueno, ¡Seguro que lo eres en algo! y, por último, debes estar dispuesto a cambiar para desvanecer tus debilidades. ¡Es difícil pero posible! Toma referencias de grandes líderes tímidos como Albert Einstein, Mahatma Gandhi o Theodore Roosevelt.

Al militar, ¿se le presupone capacidad de liderazgo, como sucede con el valor, o debe perfeccionarse como líder? 
Será bueno centrar el tema y comenzar por concretar que el liderazgo militar lo entiendo como un proyecto de vida orientado al servicio y no a la búsqueda del poder.

Al liderazgo no se puede llegar exclusivamente a partir del estudio de técnicas, empleo de  herramientas y prácticas de liderazgo.  Lo primero y esencial es auto-convencerse de querer ser líder.

A partir de ahí, viene una fase de trabajo personal que dura toda la vida. Trabajo que, irremediablemente, comienza por el dominio del “yo” para después trabajar en aprender a influir en jefes, compañeros del mismo empleo y subordinados. Se sabe lo que hay  que hacer y para qué hacerlo pero superar cada uno de esos procesos requiere de un trabajo personal duro y permanente. ¡Ahí radica su dificultad!

¿Sólo los jefes pueden ser líderes?
Entiendo que al referirse a los jefes lo hace pensando en los “mandamás” de las organizaciones. Para mí la figura clave es la del mando intermedio y considero como tal a todo aquel que tenga subordinados aunque sólo sea uno. Éstos deben sentirse líderes y aplicar su liderazgo sin olvidar que forman parte del equipo de su jefe. Es fácil decirlo pero también  cumplirlo, sólo es necesario que en las organizaciones se implemente la filosofía del “líder de líderes”. Su aceptación exigirá, entre otras, la no intromisión en las áreas de responsabilidad ajenas,  una  alta consideración de la iniciativa y la búsqueda de la excelencia.

¿Qué diferencia encuentra entre “enseñar liderazgo” y “practicar el liderazgo”? ¿Una cosa es la teoría y otra la práctica?
Se puede hacer buena crítica taurina y no ser torero, pero si la crítica viene de un referente en la materia surge una predisposición mayor a asumirla.

Si el que te enseña no lo hace sólo desde la teoría sino fundamentalmente desde la práctica personal el poder de transmisión y aceptación se multiplican.

Son de aplicación a la hora de establecer diferencias: el “facta, non verba” (Hechos no palabras) y No me digas lo que sabes hacer, demuéstramelo.  

Usted es uno de los grandes expertos en liderazgo de las Fuerzas Armadas ¿las técnicas de liderazgo funcionan siempre?
Sería inmoral aceptar un elogio como el que me dirige y no es falsa modestia. La verdad es que soy lo que la gente de hoy llamaría un “friki”, entendiendo como tal  a “ la persona que practica desmesurada y obsesivamente una afición».
Si el liderazgo se basara exclusivamente en el empleo y la aplicación de una serie de técnicas concretas habría mucha menos bibliografía sobre el tema y muchos más líderes. El liderazgo es hijo de la acción y exige actuar en muchos campos, el primero en el de tu propio “yo”, si no estás dispuesto a salir de tu “zona cómoda” recomiendo no perder el tiempo con lo de querer ser líder.

¿Por qué es importante esta enseñanza militar?
Quizás a través de una historieta de mi invención pueda contestar a la pregunta: «Juan desde niño fue un enamorado de los aviones, quedaba absorto y embelesado cuando los veía surcar los aires, especialmente los “militares de caza”. Se hizo mayor y su afición no se desvaneció sino todo lo contario. Tan fuerte era que decidió ingresar en la Academia General del Aire. Estudió mucho y lo consiguió. En la Academia le explicaron cuál era la Causa de las Fuerzas Armadas, la razón de ser del Ejército del Aire, etc., pero él vivió la Academia obsesionado por el vuelo. Superada esta fase obtuvo el empleo de teniente y fue destinado a una unidad de F-18, ascendió a capitán y consiguió permanecer en la misma unidad; pasaron los años y con 4.000 horas de vuelo llegó el momento  del ascenso a comandante. Tuvo que dejar de volar y las perspectivas para volver a una unidad de vuelo como piloto eran escasas.   A Juan le comen los demonios porque lo suyo es el vuelo. No sabe vivir sin eso. Toma una decisión trascendental en su vida: “Me voy a líneas”.

Si la Causa de Juan era el volar resulta lógico que cuando deje de hacerlo busque el seguir pilotando por otras vías, digamos que su fase de piloto militar tenía fecha de caducidad.

Por otro lado, tenemos a Pedro, otro enamorado de los aviones, pero que decide hacerse militar por lo que considera la Causa de la profesión “la defensa de España y los españoles”. Ingresa también en la Academia. Toma buena nota de lo que le enseñan sus profesores: Para defender a España y los españoles tiene que contribuir a que el Ejército del Aire cumpla eficientemente las misiones que se le asignan y que la forma de hacerlo es ejerciendo su liderazgo en la búsqueda común y global de la excelencia en su Ejército. Hace de esto su bandera y vive profesionalmente para liderar y pilotar. Coincide con Juan en los destinos y los avatares propios de la profesión. Cuando asciende a comandante tiene las mismas perspectivas que Juan  pero cierra el capítulo del vuelo para seguir con el del liderazgo. Pedro termina siendo atemporal.

Enseñanza: Las herramientas nunca deben esconder la Causa real de la profesión y la Causa de lo militar, por su tipología y exigencias, exige el ejercicio del liderazgo.

(La historia no está basada en hechos reales)

¿Y cree que se le concede el peso que merece en los planes de estudio?
Limitándome al ámbito del Ejército del Aire, sé de los esfuerzos por incorporar actividades teórico-prácticas de liderazgo en los centros de formación y conozco la preocupación del mando en potenciar este arte a todos los niveles a través de charlas, conferencias, seminarios etc.

Desde mi punto de vista el liderazgo es mucho más que una asignatura, es  una forma de vida para el militar, lo que supone que cualquier actividad que realice deba  vincularla con su ejercicio.

Por tanto, todo esfuerzo en este sentido será insuficiente hasta que esta capacidad esté íntimamente vinculada al espíritu y obrar de los  profesores y alumnos militares.

Según su experiencia… ¿qué tienen en común los grandes líderes militares de la historia?
Una Causa, pasión por alcanzarla, carácter, profundos conocimientos de la profesión, poder de  influencia y motivación, preocupación por los suyos y… seguidores.

¿Hay algún otro aspecto que le gustaría destacar?
Sí, me gustaría añadir dos cosas, la primera es que  el liderazgo, tal como lo entiendo, da prioridad al “ellos” en relación con el “yo”, está basado en el darse más que en el recibir.  La segunda, que en ningún caso mis opiniones representan otra cosa que eso y, por tanto, no deben identificarse con las que al respecto pueda tener el Ejército del Aire.

Mi coronel, muchas gracias.
Gracias a usted y a CISDE por  darme la oportunidad y posibilidad de expresar con libertad lo que  pienso de este tema que tanto nos apasiona.


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