Por Luis A. Moreno Hernández.

Intereses geoestratégicos en la región.

España ya se ha puesto del lado de las tesis francesas y se ha declarado partidaria de una intervención en Malí, pero hay que tener presente una vez más la oposición de Argelia al establecimiento de una misión militar en el país; es de Argelia de quien depende nuestro suministro de gas, siendo al mismo tiempo aliado clave para la lucha contra el terrorismo islámico (misión para la que también cuenta con el apoyo interesado de Marruecos). Respecto del gas natural que importamos de Argelia, se prevé que llegue a ser un 45% en 2013, cantidad muy importante ya que se trata de jugar a una sola carta el bienestar de los españoles[1].

Los datos muestran que en 2010 se importaba de Argelia casi un 33% y de Nigeria casi un 20%. Todo ello nos indica que en caso de inestabilidad en la zona, tendríamos una situación muy peligrosa, ya que más del 50% del gas que se emplea en España para abastecer nuestros hogares y nuestra industria procede de la región que estamos estudiando. Y de ahí, a ver como un foco de inestabilidad en el norte de Malí puede afectar negativamente a nuestro suministro de gas, hay un paso muy corto.

Con anterioridad únicamente se contaba con un gasoducto que partía de Argelia y discurría posteriormente por Marruecos. Como es lógico, esto era un problema ya que por obligación había que contar con un tercer socio a la hora de alcanzar un acuerdo sobre el suministro de gas natural (incluso se podía sufrir cierto chantaje por parte marroquí). Habida cuenta del conflicto existente entre Marruecos y Argelia, la construcción del gasoducto Medgaz ha venido a simplificar la situación, ya que las relaciones entre España y Argelia pueden ser más fluidas sin la intervención de un tercero. Del mismo modo, el problema con el Sáhara Occidental ha venido a empeorar las relaciones entre ambos, ya que recientemente España ha cambiado la política que tradicionalmente venía defendiendo, que no era otra que la realización de un referéndum de autodeterminación: ahora se ve con buenos ojos el establecimiento de cierta autonomía para la zona pero integrados en el Reino de Marruecos. Y es esta decisión (tomada por el anterior gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y compartida por el de Mariano Rajoy[2]) la que no ha gustado al gobierno argelino. Sin embargo, hay que tener presente que la decisión sobre el futuro de la región ya ha sido tomada, y digo que ya ha sido tomada porque los Estados Unidos ya se han decantado por las tesis de su aliado marroquí.

Por otro lado, España tiene especial interés en que la inestabilidad no se propague tampoco hacia el Golfo de Guinea, ya que tanto en Nigeria como en Guinea Ecuatorial tiene también intereses estratégicos. Con ambos países se tienen relaciones comerciales de material energético (petróleo y gas natural principalmente) por lo que cualquier inestabilidad procedente de la región de Azawad (y por extensión, del Sahel) puede poner en riesgo nuestro abastecimiento.

Hay que tener en cuenta que en apenas diez años, Guinea Ecuatorial ha pasado de ser uno de los países más pobres del mundo a experimentar el crecimiento económico más espectacular del planeta en lo que va del siglo XXI (todo ello debido al descubrimiento y posterior comercialización del petróleo). Pero no sólo España está interesada en que la situación no cambie (a pesar de las críticas internacionales hacia el dictador Teodoro Obiang sobre la vulneración de los derechos humanos), sino que los Estados Unidos son otro de los principales actores interesados en que las cosas sigan desarrollándose como hasta ahora: según cálculos del Pentágono, los Estados Unidos recibirán del Golfo de Guinea el 25% del crudo que necesita para el año 2015 (frente al 15% importado en la actualidad)[3].

Una vez vistos los intereses particulares de cada uno, tendremos que buscar un porqué a la independencia de la región de Azawad. Y la excusa la encontramos en el siguiente titular: confirman el gran potencial petrolífero del norte de Malí[4].

Según podemos ver en la noticia, la Autoridad para la Investigación Petrolera nos habla de la existencia de yacimientos de gas y petróleo descubiertos en esta misma área (la bolsa estaría compartida en el subsuelo con Mauritania y Argelia por el norte, y con Níger por el sur). Sin embargo, y a pesar de tener candidatos para su explotación (según el documento la empresa italiana ENI y la argelina Sipex filial de la Sonatrach) el estallido del conflicto en Malí ha paralizado los planes de desarrollo por la inseguridad creciente en la zona. Es decir, que una vez más podemos ver cómo el conflicto se ha iniciado buscando un beneficio material. Son varios los medios que se hacen eco del descubrimiento, pero al mismo tiempo se le da poca importancia a la información. El caso es que, del mismo modo que el gasoducto argelino Medgaz discurre por Níger hasta llegar a Nigeria, puede darse el caso de efectuar una ramificación hacia la zona norte de Malí y que este gas o petróleo llegase hasta Europa a través de España. Y más teniendo en cuenta que, como hemos visto anteriormente, los barcos gasistas que zarpan de Nigeria con rumbo a España pueden verse asaltados por la incipiente piratería en la zona del Golfo de Guinea.