El General de Brigada Jaime Íñiguez Andrade es de origen burgalés. Al igual que su padre, también militar de carrera, Íñiguez ha gozado de una trayectoria profesional marcada por los destinos en los que ha estado desplegado entre los que destacan: Bosnia, Kosovo, Nicaragua o Afganistán, donde dirigió la Célula de Fusión de Operaciones Especiales (SOFFC) de la Fuerza Internacional de Seguridad del país (ISAF). Actualmente es el primer Comandante del Mando Conjunto de Operaciones Especiales…
Pregunta. Durante este año será el mando de la Fuerza de Respuesta Rápida (NRF) de la OTAN. Asumir este mando es una cuestión al alcance de pocas naciones en la OTAN. ¿Está España preparada para el reto?
Respuesta. Efectivamente, España es uno de los siete países de la Alianza que es capaz de asumir el esfuerzo de ser Nación Marco en un Mando Componente de Operaciones Especiales (SOCC, por sus siglas en inglés: Special Operations Component Command), lo que requiere, por un lado, disponer de unas unidades de operaciones especiales muy bien adiestradas, por otro, de una adecuada capacidad de mando y control sobre ellas; y finalmente, unidades de apoyo que faciliten el trabajo de las de operaciones especiales, es decir de comunicaciones, médicas, de ciberdefensa, guerra electrónica, de protección, etc. La OTAN ha elogiado a España por el trabajo y rendimiento demostrados en los ejercicios de certificación, entre los que destacan el STEAFAST COBALT 17 y el BRILLIANT SWORD 17. El SOCC de NRF 2018 es el más potente y equilibrado de toda la serie NRF; un esfuerzo colectivo de las Fuerzas Armadas españolas que debe ser reconocido.
Esta es la tercera vez que España realiza esta importante contribución a la Alianza, siendo la primera vez que lo hace sobre la base del Mando Conjunto de Operaciones Especiales (MCOE). Es un esfuerzo extraordinario cuyos beneficios favorecen los intereses comunes; además supone una excelente oportunidad para continuar trabajando en el camino de la interoperabilidad y el adiestramiento que requieren las fuerzas armadas de las naciones de la OTAN.
En definitiva, España ha demostrado que está perfectamente preparada para liderar un Mando Componente de Operaciones Especiales de carácter multinacional, tal y como se requiere en los estándares de la Alianza.
P. ¿Cuáles son los principales retos que usted afronta en su nuevo puesto y cómo piensa hacerlo?
R. El principal reto del MCOE es alcanzar el nivel de excelencia de las Unidades de Operaciones Especiales que se ponen a su disposición; todas ellas han demostrado en ejercicios y operaciones su gran nivel y su eficacia. El MCOE debe ser un digno Mando de estas excelentes unidades.
Ya hemos alcanzado la FOC (Capacidad Operativa Plena) pero no debemos conformarnos con ello; hay que ser cada día mejores. La forma de conseguirlo es trabajo, trabajo y trabajo, en un ambiente de relación abierta y exigente con esas unidades. Lo anterior se está materializando en ejercicios en los que se insiste en áreas determinadas; seguimiento de las operaciones, para apoyar a los ejecutantes, extraer lecciones identificadas; múltiples reuniones y foros de todo tipo para discutir asuntos de mutuo interés, y una larga lista de iniciativas con las que se pretende mejorar las capacidades de operaciones especiales con el MCOE actuando como multiplicador de las mismas.
P. ¿Cómo califica la participación de las unidades de operaciones especiales españolas en misiones internacionales?
R. De excelente, pero no es una calificación mía, es la que hace la cadena de mando internacional a la que están transferidas. Elogios que llegan desde la Coalición que lucha contra el Daesh en Irak, pasando por la Unión Europea, donde unidades de operaciones especiales despliegan en Mali, en las costas de Somalia y en la República de Centroáfrica; elogios que también llegan de Cabo Verde y Senegal, donde se está apoyando a estas naciones a desarrollar sus capacidades de operaciones especiales. Podríamos seguir citando ejemplos pues las unidades de operaciones especiales españolas han estado y están en otros escenarios. Sí le puedo decir que allí donde están se reconoce muy positivamente su labor.
P. ¿Cuál es la principal amenaza para la paz mundial y para España en estos momentos desde su punto de vista?
R. La Estrategia Nacional de 2017, elaborada por el Gobierno actual, distingue entre amenazas, que comprometen o pueden socavar la Seguridad Nacional, y desafíos que, sin tener de por sí entidad de amenaza, incrementan la vulnerabilidad, provocan situaciones de inestabilidad o pueden propiciar el surgimiento de otras amenazas, agravarlas o acelerar su materialización. En el mundo actual, tanto las amenazas como los desafíos suelen estar interconectados y sus efectos traspasan fronteras. Desde mi punto de vista, las principales amenazas son las siguientes:
- El terrorismo internacional, fundamentalmente de carácter yihadista, que ha asumido dimensiones cada vez mayores. Este terrorismo proyecta su ideología radical y actúa en cualquier parte del mundo, incluyendo el propio territorio europeo, donde ha protagonizado execrables atentados.
- El crimen organizado es una amenaza de naturaleza transnacional, flexible y opaca. Se trata de un fenómeno con una enorme capacidad desestabilizadora, que contribuye a debilitar el Estado y mina la buena gobernanza económica. Entre sus manifestaciones más graves se pueden mencionar los tipos delictivos relacionados con la trata de seres humanos o con los tráficos ilícitos de diversa índole, además del blanqueo de capitales. Además, en muchos casos, está conectado con el terrorismo internacional. Este crimen organizado exacerba las situaciones de crisis de muchos países contribuyendo a una mayor inestabilidad en los mismos.
- Los conflictos armados se mantienen como una de las amenazas significativas, quizá no en el clásico conflicto abierto, pero sí en formas más sibilinas (como en Crimea o Ucrania, como ejemplos recientes).
P. ¿Existe una verdadera coordinación entre los Ejércitos de la OTAN, incluso en operaciones especiales? ¿Cómo es la relación con el resto de socios?
R. Dentro la de complejidad que implica trabajar con estructuras de diferentes tamaños e idiosincrasia, sí se puede decir que existe muy buena coordinación. La OTAN tiene diferentes mecanismos para materializar esta coordinación; en primer lugar, existen los que denominados STANAGs, entre otros, que son documentos donde se estandarizan características de materiales, procedimientos de empleo, capacidades a alcanzar, etc. Por otra parte, están los ejercicios, donde las fuerzas armadas de diferentes naciones ejecutan actividades integradas. Además, hemos tenido la oportunidad de participar, y seguir participando, en operaciones lideradas por OTAN (en los Balcanes, en Afganistán, en Libia). Con todo lo anterior, como herramientas significativas, se consigue alcanzar un gran nivel de coordinación.
En lo referente a las operaciones especiales dentro de la Alianza, además de lo comentado anteriormente, la OTAN creó en 2007 el NATO Special Operations Headquarters (NSHQ) que sirve de catalizador y punto de referencia en esta área.
La relación con nuestros socios se hace a través de diferentes mecanismos y organizaciones (EU, OTAN, 5 + 5, en Coalición, bilateralmente, etc.). En todos ellos se demuestra que la coordinación entre naciones se realiza de manera cada vez más abierta y eficiente. En este sentido, y desde el punto de vista nacional, el MCOE, creado en 2014, aúna y coordina los esfuerzos internos y es la voz española en foros multinacionales relacionados con operaciones especiales. Se da la circunstancia, además, de que en el MCOE sirve personal que han trabajado en el NSHQ y en misiones internacionales de operaciones especiales de la OTAN y en diferentes cuarteles generales; ese conocimiento personal facilita sobremanera las relaciones internacionales.
P. Para finalizar, ¿cuál es su balance respecto a los tres años de vida del Mando Conjunto?
R. Es un balance totalmente positivo. Las Fuerzas Armadas españolas han hecho un gran esfuerzo en el MCOE, materializado por la consecución de lo que se denomina «Capacidad Operativa Plena» (FOC, por sus siglas internacionales) a finales de 2016, sólo dos años después de su creación, y de ser capaz, un año más tarde, 2017, de superar el exigente proceso de certificación de la OTAN para liderar el Mando Componente de Operaciones Especiales de NRF 2018. Este año 2018, como es sabido, el MCOE es la base, en lo que a operaciones especiales se refiere, del SOCC NRF 2018. Es un esfuerzo colectivo que merece ser reconocido.
Pero es que, además, al mismo tiempo que se estaba preparando para liderar el SOCC de NRF 2018, el MCOE ha estado pendiente de las UOEs (Unidades de Operaciones Especiales) españolas, de cómo apoyarlas en sus despliegues internacionales, de cómo mejorar sus ya de por sí grandes capacidades, de cómo hacernos más interoperables. En estos campos, el balance es también muy positivo, no hay más que ver cómo se ha potenciado el empleo de estas Unidades en nuevas zonas despliegue y con misiones más exigentes, y en las oportunidades que en otros campos también se van abriendo.
En cualquier caso, el balance más justo es el que tendrían que hacer los propios combatientes de operaciones especiales, los que realmente se merecen todo nuestro respeto y admiración por los sacrificios que asumen.
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