Redacción.

El titular del Juzgado Central de Instrucción nº 1 de la Audiencia Nacional ha decretado el ingreso en prisión sin fianza para los cuatro presuntos terroristas yihadistas detenidos el pasado martes en una operación coordinada por la fiscal de la Audiencia Nacional y llevada a cabo por la Guardia Civil, por integración en organización terrorista DAESH.

El líder del entramado fue detenido en Melilla y su misión dentro de la organización era la de reclutar a mujeres, principalmente aunque no en exclusiva, mediante grupos de WhatsApp que utilizaba para ganar su voluntad y adoctrinarles según las directrices del grupo terrorista DAESH (Estado Islámico). El presunto terrorista contactaba con jóvenes de distintas zonas de España mediante las redes sociales. Una vez ganada la confianza de las candidatas, las invitaba a participar en grupos privados de WhatsApp para así poder tener una interlocución más directa.

El segundo detenido en Melilla, hermano del anterior, actuaba en connivencia con él, y realizaba una importante labor de captación de mujeres. Para este objetivo, incluso utilizaba procedimientos de suplantación de identidad para conseguir la captación y radicalización de las jóvenes, alguna de ellas dispuestas a abandonar España para trasladarse al enclave sirio-iraquí.

Justificación del martirio
En el «aparato de propaganda» al que los dos hermanos de Melilla estaban vinculados, se llegó a promulgar una «fatwa» en castellano, donde se justificaba, desde el punto de vista doctrinal, el acto de martirio, al tiempo que animaba a que se llevaran a cabo en países para causar el mayor impacto posible.

Por otro lado, uno de los terrorista detenido en Barcelona, de origen marroquí, se dedicaba a editar y difundir material diseñado para captar a nuevos miembros para el DAESH. El segundo de los detenidos en Cataluña ensalzaba las acciones de martirio, lo que para el Ministerio del Interior es un indicativo de alto de riesgo de cometer acciones terroristas

El segundo de los detenidos en Cataluña defendía -debido a que había realizado una profunda interiorización de los postulados más radicales del yihadismo- que la aplicación de la «Sharia» justificaba el asesinato de personas contrarias a ella.