Redacción.

El director General de la Policía, Ignacio Cosidó, ha participado en la Asamblea de Interpol contra el Crimen Organizado en América Latina, celebrada en México.

El encuentro ha reunido a responsables policiales de 22 países para compartir su experiencia y analizar la situación actual en la lucha contra el crimen organizado.

Los asistentes han debatido sobre temas como el narcotráfico en los aeropuertos, las estructuras criminales, el tráfico de personas, el crimen organizado en Latinoamérica o el tráfico de armas.

Ignacio Cosidó ha destacado la importancia de impulsar la cooperación policial internacional, tanto en el intercambio de información a través de proyectos como AMERIPOL, como a través de investigaciones conjuntas entre los países de origen y los de destino. Para ello ha propuesto «potenciar la capacidad de investigación de activos y de blanqueo de capitales como forma más eficaz para luchar contra estas organizaciones internacionales de narcotráfico».

Durante su intervención ha aprovechado para exponer la experiencia española en la lucha contra el tráfico de drogas, y ha reafirmado el compromiso de nuestro país para terminar con el narcotráfico.

La lucha de España contra el narcotráfico
El compromiso español está avalado por los casi 23.000 detenciones efectuadas en nuestro país por este delito el pasado año, el medio millón de decomisos de droga efectuados o las casi 400 mil denuncias por consumo o tenencia de drogas realizadas en ese periodo. El director de la Policía Nacional ha recordado que «un tercio de la cocaína que se incauta en toda Europa y tres cuartas partes del hachís lo intervienen las Fuerzas de Seguridad españolas».

Entre los retos de futuro que se plantean, Cosidó ha destacado la lucha contra el tráfico de precursores, especialmente los empleados para la extracción secundaria de cocaína; el aumento de los cultivos de marihuana en suelo europeo; el incremento del cultivo de adormidera en Afagnistán con el consecuente  aumento en la oferta de heroína; y, sobre todo, el crecimiento del consumo de drogas sintéticas, particularmente dañinas para la salud y cuya variedad y dinamismo dificulta su control.