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“Los yihadistas que vuelven de combatir en Siria pueden ser peligrosos”

Verónica Sánchez Moreno

Javier Jordán es uno de los principales expertos en terrorismo de España. Profesor de la Universidad de Granada, miembro del Grupo de Estudios sobre Seguridad Internacional (GESI) y del Consejo de Dirección del Centro Mixto Universidad de Granada – Mando de Adiestramiento y Doctrina del Ejército, en 2010 recibió la medalla al Mérito Policial con distintivo azul. Sus catorce libros y numerosos artículos en revistas científicas, análisis y capítulos en libros colectivos muestran su gran actividad en las que son sus principales líneas de investigación: estudios estratégicos, terrorismo, conflictos armados y tecnología militar. El Observatorio de Inteligencia, Seguridad y Defensa le entrevista en exclusiva durante el ‘IX Curso sobre Terrorismo Yihadista’, que codirige junto a Manuel R. Torres, y que en esta edición ha vuelto a superar las expectativas de asistentes. ¿El secreto?, le preguntamos. “A la gente le interesa el terrorismo yihadista”

¿Es muy diferente el terrorismo yihadista en Estados Unidos del que hay en Europa?
En las pautas es muy similar, la principal diferencia es que en Europa ha habido muchos más intentos de atentados que en Estados Unidos y, de esos intentos de atentado, en Europa ha habido mayor proporción de grupos vinculados a grandes organizaciones, tipo Al Qaeda y filiales. Mientras que en Estados Unidos, aunque empezó con atentados de grandes organizaciones, como el 11-S, luego sobre todo han predominado los grupos independientes y los llamados lobos solitarios.

¿Existe en la actualidad peligro real de ataques como los producidos el 11-S, 11-M o 7-J?
Como estos atentados no lo creo, porque hace falta un nivel de sofisticación y de recursos que ahora Al Qaeda Central no tiene, está muy desmantelada. Y, por otro lado, Al Qaeda en Irak podría tener ese nivel en el futuro pero ahora mismo su agenda política está en Oriente Medio.

En nuestro país, en los últimos años se han producido numerosas detenciones de miembros de redes yihadistas que reclutaban y enviaban terroristas a Siria e Irak, así como de “yihadistas retornados” que vuelven a España después de haber combatido en estos países y de individuos acusados de realizar apología del terrorismo incitando a la “yihad global”. Reclutados, retornados, propagandistas, ¿cuál es la dimensión real de cada uno de los problemas?
En España hay una gran carga logística. Antes había mucha actividad de financiación, ahora prima el reclutamiento para ir a Siria. Intentos de atentados ha habido algunos, el más serio desde el 11-M fue en 2008, en el metro de Barcelona, los demás han sido muy poco sofisticados por lo que habría sido difícil que se hubieran llegado a terminar.

¿Son Cataluña, Ceuta y Melilla focos de producción de extremismo yihadista en España?
Sí, son unos de los más importantes, aunque según un reciente estudio del Real Insituto Elcano, Madrid también es relevante. Aunque realmente en número de operaciones policiales, la comunidad autónoma más representativa es Cataluña. En Ceuta y Melilla también las hay, pero es una población más pequeña, aunque proporcionalmente es llamativo.

Afirma usted que los lobos solitarios son menos de los que algunos afirman, ya que la mayoría de las veces no actúan solos; pero parece que el número de ataques de este tipo de individuos, así como de células terroristas independientes, aumenta en Occidente, ¿cómo es esto de relevante?
Al final se llama lobos solitarios a personas que tienen vínculos con organizaciones o no son solitarios. Por ejemplo, se habló de lobos solitarios en el atentado contra un soldado británico el año pasado en Londres y los atacantes eran dos. Eso ya por definición no es un lobo solitario. A veces se abusa del término, igualando terrorista a un lobo solitario, pero no es tan simple.

Respecto a si un lobo solitario puede realizar un atentado complejo es más difícil porque requiere de un nivel de profesionalidad y recursos que rara vez se da. El caso del noruego Breivik es excepcional porque fue muy profesional, discreto, eligió el sitio para que la gente no se escapara, pero eso es muy extraño.

“La amenaza diez años después del 11-M” es el título de esta edición del Curso Internacional sobre Terrorismo Yihadista, ¿cuál y cómo es el nivel de amenaza yihadista en España actualmente?
Ahora mismo, si no fuera por Siria, se podría decir que la amenaza ha ido disminuyendo, pero Siria ha supuesto una movilización importante en España de gente que se va a combatir y luego vuelve a nuestro país y esa gente puede ser peligrosa. Es difícil hacer una valoración sólida sobre si el nivel de amenaza es mayor o menor en la actualidad que hace 10 años, porque nosotros somos académicos y no tenemos datos que están judicializados y no han salido a la luz.

¿Es urgente, como afirma el profesor Fernando Reinares y la ayudante de investigación del Real Instituto Elcano, Carola García-Calvo, que el Gobierno español implemente un plan de prevención de la radicalización yihadista en nuestro país?
Sí, estoy de acuerdo con ellos. El problema es implantar este plan porque requiere de la colaboración de muchísimas administraciones en los tres niveles del Estado, nacional, autonómico y local, especialmente en este último, y eso va a ser muy difícil.

Desde junio de 2004 Estados Unidos ha llevado a cabo más de 350 ataques con drones en Pakistán contra líderes y militantes talibanes, ¿qué supone la utilización de este nuevo modo de combatir? ¿Son los drones y la ciberdefensa el futuro (o incluso el presente) de los conflictos armados?
Sin duda son uno de los elementos que van a estar en los conflictos armados, especialmente los drones de Inteligencia. Respecto a los drones armados estarán presentes en función del conflicto en sí y de la voluntad política del país en cuestión. Los drones no son la solución, sino un elemento más dentro de una estrategia y de otras herramientas militares. Pero son el presente y serán el futuro. A Estados Unidos le ha ido muy bien utilizarlos en Pakistán contra Al Qaeda, y ahora se ha convertido en una constante para ellos.

¿Puede dar algunas claves a nuestros lectores sobre el actual panorama estratégico internacional?
La situación es bastante convulsa. Por un lado está la cuestión de Rusia. Este país hace 20 años tenía las fronteras de Europa a casi 1.000 kilómetros y ahora las tiene mucho más cerca, de ahí la batalla por Ucrania. No le interesa en absoluto que Ucrania pueda tener influencia de Europa. Eso a nosotros puede parecernos paranoico, pero es que a Rusia la han invadido en tres ocasiones en casi 200 años, y la Historia te da muchas sorpresas. Por lo tanto, es comprensible la preocupación rusa, igual que es comprensible la preocupación europea por que Rusia se afiance en su zona de influencia. Ese es un conflicto inevitable, lo que no significa que vaya a ser armado, sino que va a haber tensiones a medio – largo plazo.

Y, por otro lado, Oriente Medio ahora mismo es imprevisible. Las fronteras, que realmente son nuevas, porque no tienen ni 100 años, han saltado por los aires. Ahora vamos a asistir, igual que pasó en Balcanes, a un período prolongado (quizá de una década) de reconfiguración de unas nuevas fronteras y eso va a ser traumático. El Estado Islámico es otro factor de desequilibrio, habrá que ver cuánto dura su relación con los suníes que controlan la zona iraquí de Ambar y que les han permitido la entrada. Respecto a la intervención extranjera en Irak, Irán ha enviado drones de combate y está mandando aviones armados y Estados Unidos está dando apoyo pero no creo que Estados Unidos vaya a implicarse militarmente con tropas sobre el terreno. No creo que cometan ese error.

 


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