El presidente de EE.UU, Joe Biden, ha ordenado una nueva investigación que profundice en los orígenes de la pandemia, a la espera de obtener algún nuevo resultado en un plazo de 90 días. En un comunicado, Biden ha asegurado que un sector mayoritario de la comunidad de inteligencia norteamericana ha reducido a dos los escenarios más probables relacionados con la aparición del virus. Se baraja la hipótesis de que la transmisión a los humanos se produjera través del contacto con un animal infectado. Otra posibilidad giraría en torno a un posible accidente de laboratorio.
A principios de año la nueva administración encargó a la comunidad de inteligencia la preparación de un informe actualizado acerca de los orígenes del COVID-19, sin embargo por el momento no se ha llegado a una conclusión definitiva sobre esta cuestión. A este respecto, Biden ha reconocido que no hay «información suficiente para evaluar que uno de estos escenarios sea más probable que el otro».
Según la información que ha trascendido hasta el momento, dos de las 18 agencias implicadas en la investigación se decantarían por la hipótesis que apunta al vínculo animal y al menos una apostaría por la teoría accidental. Sin embargo, tal y como adelantaba el propio presidente “la mayoría de elementos implicados no creen que haya información suficiente para evaluar que uno sea más probable que el otro” y el grado de confianza en ambos supuestos continuaría siendo “bajo o moderado” a falta de nuevos datos que refuercen una u otra vía de investigación.
“Ahora le he pedido a la comunidad de inteligencia que redoble sus esfuerzos para recopilar y analizar información que pueda acercarnos a una conclusión definitiva, y que me informe en 90 días”, dijo Biden. El presidente ha pedido a los laboratorios nacionales de EE.UU que ayuden en la investigación y ha lanzando un mensaje a China solicitando su cooperación con las investigaciones internacionales.
«Estados Unidos también seguirá trabajando con sus socios en todo el mundo para presionar a China a fin de que participe en una investigación internacional completa, transparente y basada en evidencia y para brindar acceso a todos los datos y pruebas relevantes», dijo Biden.
La Embajada de China en EE.UU emitió una declaración en su sitio web a raíz de las palabras de Biden, caracterizando la idea del accidente de laboratorio como una «teoría de la conspiración». La embajada acusaba a «algunas fuerzas políticas» de estar jugando un «juego de culpas» sobre los orígenes de la pandemia, aunque no mencionó a EE.UU ni a Biden en su comunicado. Por su parte el gobierno chino dijo que la politización del rastreo sobre los orígenes del COVID-19 «obstaculizaría seriamente la cooperación internacional sobre la pandemia», y dijo también que Beijing ya apoyó un estudio «integral» de los primeros casos mundiales del coronavirus.
Las declaraciones de Biden ponen de manifiesto el funcionamiento de la comunidad de inteligencia norteamericana en estos casos. Esto incluye explicar cuándo diferentes agencias dentro de la comunidad están en desacuerdo y el uso de una escala, baja-moderada-alta, para cuantificar el nivel de confianza que los analistas tienen a la hora de precisar sus evaluaciones.
A pesar de la noticia, tendremos que esperar para saber si en algún momento los hallazgos del futuro informe se harán públicos, algo a lo que la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, no se ha comprometido al ser preguntada por los medios.
Aunque inicialmente la hipótesis de que el virus pudo haber escapado de un laboratorio chino fue descartada por algunos como una teoría de la conspiración, en los últimos meses ha vuelto a cobrar fuerza. Sin embargo, algunos expertos continúan albergando serias dudas sobre la teoría de las fugas de laboratorio. El Dr. Anthony Fauci, asesor de la Casa Blanca para cuestiones relacionadas con el coronavirus, ha reconocido que tanto él como muchos de sus colegas «creen que el escenario más probable es que se trate de un hecho natural, pero nadie lo sabe al 100% con certeza».
Por su parte, la directora del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, Rochelle Walensky, declaró recientemente ante el Senado que el origen de una fuga de laboratorio “ciertamente es una posibilidad”. Actualmente en el sitio web del CDC reconocen que si bien hasta el momento se desconoce la fuente exacta del brote, “sabemos que originalmente provino de un animal, probablemente un murciélago”.
Hasta ahora, los esfuerzos de Estados Unidos para determinar los verdaderos orígenes de la pandemia han encontrado resistencia por parte del gobierno chino, que ha limitado el acceso externo al laboratorio de Wuhan y se ha negado a compartir un registro de las actividades de los científicos.
Los funcionarios de la Casa Blanca aseguran que China no ha sido “completamente transparente” en la investigación global sobre la fuente de Covid-19 , y que se necesita una investigación completa para determinar si el virus proviene de la naturaleza o de un laboratorio.
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