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Las claves del nuevo golpe militar en Mali

Las claves del nuevo golpe militar en Mali

Oficiales del ejército de Malí, disconformes con la reorganización del gobierno impulsada por el ejecutivo de transición, han detenido al presidente Bah Ndaw y al primer ministro Moctar Ouane. Ambos dirigentes fueron nombrados en septiembre bajo la atenta mirada internacional con la tarea de hacer que el país retorne a un gobierno civil tras el golpe de estado que tuvo lugar en agosto de 2020.

Bah Ndaw y Moctar Ouane/BBC

El coronel Assimi Goita, actual vicepresidente interino y  principal responsable en la toma de poder que miembros de las fuerzas armadas malienses perpetraron el pasado año, acusó a ambos dirigentes de violar la carta de transición y anunció que las elecciones se llevarán a cabo el próximo 2022 tal y como estaba planeado. Tras el golpe que encabezaron en agosto y ante la amenaza de las sanciones internacionales, los militares accedieron a dejar el poder en manos de una administración interina que recibió la tarea de supervisar un proceso de transición de 18 meses.

A la vista de los recientes acontecimientos Mali se enfrenta a una nueva crisis política cuando apenas han transcurrido 9 meses después del derrocamiento del presidente Ibrahim Boubacar Keita.

La respuesta internacional no se ha hecho una vez se ha sabido que los dirigentes, detenidos este mismo lunes, han sido recluidos en un campamento militar ubicado en Kati, en una localización próxima a la capital (Bamako). Estas instalaciones militares son viejas conocidas cuando se trata de poner fin a los gobiernos de los líderes malienses. El presidente Ibrahim Boubacar Keita  fue llevado al mismo emplazamiento poco antes de su renuncia forzosa. Un motín similar ayudo a derrocar a su predecesor Amadou Toumani Touré en 2012.

Malí ha estado sumido en la confusión desde entonces. La salida de Touré desencadenó una rebelión étnica tuareg, que fue instrumentalizada por combatientes vinculados a Al Qaeda. Las fuerzas francesas vencieron a los grupos armados en 2013, pero desde entonces se han reagrupado y llevan a cabo ataques contra el ejército y la población civil de forma regular. Estos grupos han exportado sus métodos a los vecinos Burkina Faso y Níger, donde su actividad se han disparado desde 2017.

La nueva injerencia militar ha provocado el rechazo de la comunidad internacional y desde la propia misión de la ONU en Mali (MINUSMA/ Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Malí) han exigido la liberación inmediata del presidente Bah Ndaw y del primer ministro Moctar Ouane. En un tuit (en francés), la cuenta oficial de la misión hacía un llamamiento a la calma entre la población del país.

La Unión Africana, la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental, la UE y Estados Unidos también han condenado los arrestos y han pedido la liberación incondicional de los políticos malienses. En un comunicado oficial  mostraron su firme “rechazo por adelantado ante cualquier acto de coerción, incluidas las renuncias forzadas».

Assimi Goita (izquierda) junto al presidente Bah Ndaw/Reuters

El temor ante el que podría ser el segundo golpe de estado en lo que va de año continúa planeando sobre el país. Las detenciones se produjeron pocas horas después de que una reorganización del ejecutivo dejara fuera del gobierno a dos militares que habría jugado un papel decisivo en el golpe de estado que tuvo lugar en agosto de 2020. Se trataría de Sadio Camara y el coronel Modibo Kone, lo cuales recibieron las carteras de defensa y seguridad, respectivamente. Por el momento no ha trascendido ninguna razón oficial que motivase la exclusión de Camara y Kone, pero la reorganización del gabinete se produjo ante las crecientes críticas al gobierno interino.

Grupos de presión dentro de la sociedad civil comenzaban a cuestionar la capacidad de un gobierno, dominado por los militares, a la hora de impulsar reformas y mantener la promesa de celebrar elecciones el año que viene.

Cronología de una crisis anunciada

18 de agosto de 2020, después de meses de protestas contra el gobierno, los soldados amotinados toman las armas en Kati, mientras que los tanques blindados y los vehículos militares son visto en las calles. Horas más tarde, Keita y el primer ministro Boubou Cisse son detenidos por oficiales militares. Alrededor de la medianoche, Keita, cuyo mandato expiraba en 2023, anuncia que renuncia a su cargo para evitar el derramamiento de sangre.

19 de agosto de 2020, los militares se comprometen a restaurar la estabilidad y supervisar un período de transición hasta que las elecciones se celebren dentro de un plazo «razonable». Los golpistas, que se autodenominan Comité Nacional para la Salvación del Pueblo (CNSP), también dicen que se nombrará “ un presidente de transición ”.

22 de agosto de 2020, reunión clave entre los líderes golpistas y los mediadores de la CEDEAO que buscan un retorno al gobierno civil termina después de solo 20 minutos.El gobierno militar quiere que un organismo de transición dirigido por militares gobierne el país durante tres años y acuerda liberar a Keita.

24 de agosto de 2020, las conversaciones entre la delegación y el líder del golpe terminan sin un acuerdo.

26 de agosto de 2020 , la Unión Europea suspende sus dos misiones de entrenamiento del ejército y la policía de Malí como parte de un esfuerzo internacional para estabilizar el país.

27 de agosto de 2020, los golpistas liberan a Keita.

28 de agosto de 2020, el ECOWAS pide que los militares transfieran el poder a un gobierno de transición liderado por civiles y que se celebren elecciones en el plazo de un año. A cambio, los vecinos de África Occidental de Malí se comprometerán a levantar gradualmente las sanciones.

5 de septiembre de 2020, se inician las conversaciones con grupos de la oposición. Menos de una hora después de la ceremonia de apertura, los partidarios del Movimiento 5 de Junio ​​(M5-RFP), que encabezó las manifestaciones que llevaron al derrocamiento de Keita, protestan acusando al gobierno militar de excluirlos de las negociaciones.

21 de septiembre de 2020, el exministro de Defensa de Malí, Bah Ndaw, es nombrado presidente del nuevo gobierno de transición del país, mientras que Goita es nombrado vicepresidente.

22 de septiembre de 2020 , Goita solicita el levantamiento de las sanciones económicas de la CEDEAO.

25 de septiembre de 2020 , Ndaw y Goita prestan juramento.

27 de septiembre de 2020,  Moctar Ouane es nombrado primer ministro abriendo el camino para que los países vecinos levanten las sanciones impuestas tras el golpe.

6 de octubre de 2020, levantamiento de las sanciones para «apoyar» el traspaso al gobierno civil.

15 de abril de 2021 , el gobierno de transición anuncia que las elecciones presidenciales y legislativas se llevarán a cabo en febrero de 2022.

14 de mayo de 2021, Ouane dimite pocos días después de que el M5-RFP exigiera la disolución del gobierno de transición por el papel destacado de los militares y la lentitud de las reformas. Sin embargo, Ouane es reelegido de inmediato para llevar a cabo una reorganización del ejecutivo

24 de mayo de 2021 se anuncia la reorganización del gobierno. El ejército mantiene las carteras estratégicas que controlaba durante la administración anterior, pero dos líderes golpistas, el exministro de Defensa Sadio Camara y el exministro de Seguridad, el coronel Modibo Kone, son reemplazados. Horas más tarde, los soldados detienen tanto a Ndaw como a Ouane.

25 de mayo de 2021, en un comunicado Goita dice que Ndaw y Ouane han sido despojados de sus funciones por tratar de «sabotear» la transición.


Analista especializado en el entorno de la información y Defensa.

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