Por Coronel D. Rafael Roel Fernández.
Jefe PRT ASPFOR XIV
Situación de la provincia de Badghis en octubre 2006:
- Extensión aproximada a Galicia
- La esperanza de vida no sobrepasaba los 43,6 años
- La mortalidad infantil era del 150 por 1000. Uno de cada cinco niños moría antes de los 5 años (fundamentalmente por diarreas por ingestión de agua no potable)
- Altas tasas de analfabetismo
- Discriminación grave de las mujeres
- Altos niveles de corrupción en las autoridades y policía
- Sembrados con opio alrededor de un 40% de los terrenos cultivables
La Resolución 1386 (Dic 20001) del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas autorizó el envío de tropas multinacionales a Afganistán.
En virtud de esta resolución España decidió enviar sus tropas a dicho país estableciéndose inicialmente en la capital Kabul.
En mayo del 2005, el Ejército español inicia el despliegue de su Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT) en Qala i Naw, una de las provincias más pobres del país y zona donde rechazaron establecerse otros ejércitos por su situación y difícil orografía.
En octubre del 2006, se le ordenó al mencionado equipo español, formado en base a soldados de la Brigada Aerotransportable, “Conducir las operaciones militares en su zona para apoyar al gobierno afgano en el establecimiento de un entorno estable y seguro, en colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad Afganos (ANSF), a fin de extender la autoridad e influencia de dicho gobierno, facilitando de ese modo la RECONSTRUCCIÓN y ESTABILIDAD del país”.
En el Equipo de Reconstrucción Provincial se conjugaban elementos civiles (AECID- Agencia Española Cooperación y Desarrollo) y militares para lograr estabilizar su Área de Responsabilidad (AOR) gracias a sus capacidades de Defensa, Diplomacia y Desarrollo.
En aquellas fechas el PRT no era ni una institución de desarrollo ni una unidad de combate; su objetivo final era conseguir la estabilidad en la zona.
Bajo una estructura eminentemente militar compuesta por aproximadamente 200 soldados, el equipo integraba un conjunto de personal civil (20 personas) dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores y un reducido grupo de intérpretes (10 afganos/iraníes), que llevaban a cabo las tareas de reconstrucción. Las fuerzas del contingente terrestre de la BRILAT, en base a personal del Regimiento Isabel la Católica Nº 29, contribuían a proteger las tareas civiles de este equipo de AECID, donde estaban integrados también capataces de la empresa española TRAGSA.
La extensión de nuestra zona de acción era ligeramente inferior a Galicia, no existiendo ni un kilómetro de carretera asfaltado, razón por la cual los desplazamientos eran muy lentos; si añadimos su orografía y el tiempo invernal (agua y nieve) que tuvimos en la misión, las dificultades para cumplir las misiones se elevaron en forma exponencial; baste como ejemplo que con motivo de unas inundaciones en los distritos norte de la provincia, tardamos 52 horas para recorrer 109 kilómetros que separaban Qala i Naw de Bala Morghab.
La provincia tiene 7 distritos siendo los más peligrosos operacionalmente hablando, los situados al norte (Bala Morghab y Gormach), donde la presencia de la etnia Pastún es dominante (34%); en los distritos próximos a Qala i Naw la etnia más numerosa es la Tayica (63%).
Nuestra Base España estaba situada sobre el parque de la ciudad de Qala i Naw; este había sido cedido temporalmente por la ciudad, siendo el único lugar que contaba con vegetación arbórea, lo cual se debía a la existencia de un gran pozo de agua debajo de la misma y que las distintas agrupaciones militares protegimos y mantuvimos como reserva propia, por si surgieran incidentes que nos impidieran llevar a cabo las labores de aguada en un manantial situado a varios kilómetros del destacamento y del que mediante una externalización con personal local, suministrábamos agua para cubrir todas nuestras necesidades diarias.
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