Una huelga histórica: La Canadiense

La_Canadiense

GB. Agustín Alcázar Segura (R).

El 5 de Febrero de 1919 se inició una huelga en Barcelona que se prolongó por 44 días, convirtiéndose en huelga general que paralizó el 70% de la industria catalana y que ha pasado a la historia con el nombre de huelga de La Canadiense[1].

Se inició en solidaridad con ocho despedidos del personal de oficinas de la compañía eléctrica La Canadiense que habían sido miembros de un sindicato no aceptado por la gerencia de la empresa. Cuando 117 trabajadores de la sección de facturación de la empresa (cinco de los ocho despedidos pertenecían a esa sección) volvieron de entrevistarse con el gobernador en un intento de que éste intercediera por sus compañeros ante la empresa, fueron despedidos.

Cinco de los sancionados pertenecían a la sección de facturación y sus compañeros, en acto de solidaridad, en la fecha señalada se declararon en huelga, negándose a seguir trabajando hasta que se readmitiera a sus compañeros despedidos. Los 117 empleados de la sección de facturación se dirigieron hacia Gobernación para hablar con el gobernador, que les prometió que intercedería por ellos ante la empresa, si volvían al trabajo. Cuando éstos volvieron, se encontraron con fuerzas de la policía que les impedían el paso, no dejándoles entrar al interior del edificio, produciéndose diversos incidentes y quedando todos ellos despedidos. Al día siguiente la noticia corrió por Barcelona como un reguero de pólvora.

Los huelguistas buscaron la ayuda de los anarcosindicalistas de la CNT que aceptaron involucrarse en el conflicto, nombrándose un comité de huelga del que formaron parte varios de los despedidos y miembros de la CNT y que estuvo liderado por Simó Piera. La huelga se extendió hacia los encargados de la lectura de contadores.

La huelga contó con un amplio apoyo popular, formándose cajas de resistencia que recaudaron 50.000 pesetas en una semana. El gerente de la empresa propuso una negociación cuya fecha fue fijada para el día 17 en el edificio de la compañía y a la que acudieron cinco delegados en representación de los trabajadores, pero cuando aquel se enteró que entre los delegados había un afiliado a la CNT no quiso negociar.

Los huelguistas iniciaron cortes en el suministro eléctrico, quedando Barcelona prácticamente paralizada a las cuatro de la tarde del día 21, aunque había otra compañía (Energía Eléctrica de Cataluña) que seguía suministrando energía. El 4º Regimiento de zapadores y algunos marineros ocuparon la sede de la empresa y llegó a la ciudad un nuevo gobernador militar, el general Martínez Anido.

El día 23 se unieron a la huelga los trabajadores de la compañía Energía Eléctrica de Cataluña, lográndose el paro total de las compañías eléctricas. El 26 los trabajadores de las compañías de aguas y del gas también se sumaron a ella.

El 3 de Marzo los trabajadores de la central eléctrica de Sant Adriá del Besós secundaron la huelga y el día 5, el capitán general Milans del Bosh, dictó un bando para llamar a la movilización a todos los hombres del ramo de la electricidad comprendidos entre los 21 y 38 años. Los cenetistas convocados decidieron el 7 de Marzo no incorporarse a filas, lo que provocó que fueran encarcelados en el Castillo de Montjuic.

El día 13, José Morete, subsecretario de la presidencia y Carlos Montañés, nuevo gobernador civil, llegaron a Barcelona para mediar en el conflicto mientras la ciudad era ocupada por las tropas. Al día siguiente, Lawton (gerente de la Canadiense) y Montañés tuvieron una reunión donde el segundo convenció al primero para que negociase con el comité de huelga en una reunión que tendría lugar en la sede del Instituto de Reformas Sociales y en la que fueron aceptadas las condiciones de los huelguistas de La Canadiense sin represalias. Aquella noche del 14 de Marzo se firmó el convenio que puso punto final a la huelga.

Pese al aparente triunfo de los trabajadores y la CNT, aún quedaban cinco obreros presos como consecuencia de la misma, lo que provocó que militantes anarquistas exigieran su libertad, iniciando una nueva huelga el 23 de Marzo. Al día siguiente, el ejército ocupó Barcelona, quedando en suspenso las garantías constitucionales.

En la última semana del mes de Marzo, se creó la Federación Patronal Española, cuyo primer acuerdo consistió en que para llevar a cabo la readmisión de un trabajador, éste debía entregar el carné de la CNT y negociar un nuevo salario individualmente. Esta medida ofendió a los obreros, de tal manera que la huelga continuó, aunque el Comité había acordado que los distintos ramos negociasen la vuelta al trabajo. Finalmente la huelga concluyó el 12 de Abril.

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[1] Se le llamó así porque el principal accionista de la Compañía era Canadian Bank of Commerce of Toronto.