En la base Aérea de Gando (Gran Canarias), el Ejército del Aire ha realizado un simulacro de incidente aéreo en el cual, y por primera vez, participaron conjuntamente los medios de gestión de crisis y respuesta del Ala 46 y del Aeropuerto Internacional de Gran Canaria.
Se trata de un “hito” en el ámbito de la seguridad de vuelo para dicha base aérea ya que se espera que se pueda organizar en el futuro un simulacro con la intervención de organismos civiles externos de cara al año próximo.
Según el comunicado oficial, sus objetivos eran: “cumplir con lo establecido en el Programa de Prevención de Accidentes Aéreos (PROPAA) de la Base Aérea de Gando para 2017, poner en práctica los procedimientos de coordinación con el Aeropuerto de Gran Canaria sancionados en 2016 y evaluar las capacidades existentes de reacción para gestionar un accidente con un elevado número de víctimas.” Por este motivo, se organizó un briefing que tuvo lugar los días previos al simulacro y al que acudió el personal clave de la base así como el personal civil del aeropuerto.
El encargado de dar las instrucciones y también organizador del evento, fue el jefe de Seguridad de Vuelo (JSV). Trató de explicar las claves para que se evitase afectar a las operaciones reales civiles y militares. En poco menos de 40 minutos, el simulacro se desarrolló sin novedades pero dando lugar al ejercicio de diversos aspectos “derivados de la inclusión de ‘injects’ (eventos inesperados) por parte del JSV” según explica el Ejército del Aire. Además, se realizó un briefing ‘en caliente’ tras el simulacro donde se analizaron los eventos principales practicados y las reacciones observadas.
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