Verónica Sánchez Moreno

Este avión de transporte militar se ha incorporado al Ala 31 del Ejército del Aire donde sustituirá al Hércules C-130.

Con la banda sonora de Star Wars y un arco de agua recibían al nuevo A400M en la que es su casa desde el día de ayer, la Base Aérea de Zaragoza. Allí aterrizaba sobre las 16:30h, dos horas después de despegar de Sevilla, donde una espectacular ceremonia, presidida por la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, le había dado la bienvenida a las Fuerzas Armadas españolas.

Espectáculo luminoso y la enorme aeronave, que cuenta con capacidad para transportar helicópteros y hasta 120 militares con todo su equipamiento, como centro de la escena, en el hangar del Centro de Entregas de Airbus Defense and Space de la Línea de Montaje Final de la compañía, situado en la planta de San Pablo Sur, junto al aeropuerto, donde se desarrolló la ceremonia de entrega. Durante la misma, la ministra de Defensa estuvo acompañada por el presidente de Airbus España, Fernando Alonso, el secretario de Estado de Defensa, Agustín Conde, el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, y el jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire, general del Aire Francisco Javier García Arnaiz, entre otras autoridades civiles y militares.

Recuerdo a las víctimas
“La entrega de este primer avión A400M marca un hito en la historia de nuestra Fuerzas Armadas”, afirmó María Dolores de Cospedal, resaltando que “este proyecto es la culminación de una muy importante etapa de cooperación con la industria por parte del Gobierno de España y del Ministerio de Defensa”. “Un sector industrial de la Defensa”, añadió la ministra, “que tiene una gran potencialidad no sólo en el ámbito de la Defensa y Seguridad sino que revierte también de manera muy importante en la generación de empleos directos e indirectos de muy alta cualificación.” Y es que, solo en el programa A400M, trabajan más de 1.600 empleados de Airbus DS en España, 1.100 de ellos en la línea de ensamblaje final de Sevilla.

Interior de la cabina del A400M. Foto: Ejército del Aire.

En la ceremonia, la ministra de Defensa recordó a los cuatro fallecidos el año pasado durante un accidente sucedido en un vuelo de prueba. «Mi recuerdo para ellos que dieron su vida ejerciendo su pasión por volar y mi recuerdo también para sus familias. Este avión tiene mucho del arrojo y de la valentía de aquellos magníficos profesionales», afirmó Cospedal.

Por otro lado, sobre las aptitudes militares de este nuevo avión del Ala 31, la ministra señaló que supone un “incremento importante de la capacidad de proyección de la Fuerza Conjunta y de las Fuerzas Armadas y es un instrumento esencial e importantísimo al servicio del Estado”. Y para finalizar, la titular de Defensa señaló que esta aeronave mostrará con orgullo por todo el mundo la escarapela española.

“El camino para llegar hasta aquí no ha sido fácil, ha tenido altibajos y dificultades”, reconoció por su parte el presidente de Airbus España, Fernando Alonso, durante esta ceremonia de entrega, y destacó que, pese a todo, el resultado ha sido “un avión único”. “Seguimos teniendo retos pero los vamos a superar”, afirmó.

Relevo de los Hércules
Este es el primero de los 27 A400M que España adquirirá, 14 hasta el año 2022 y otros 13 a partir de 2025, prolongándose el programa hasta 2030, aunque estos 13 últimos está previsto que se destinen a la exportación. De este modo, España se convierte en el sexto país en poner en servicio el A400M, tras Francia, Alemania, Reino Unido, Turquía y Malasia.

El T-23 en vuelo. Foto: Ejército del Aire.

El T-23, en nomenclatura militar, o ‘Dumbo’, como se le conoce en el Ejército del Aire, sustituirá a la flota de C-130 Hércules (T-10) y será operado por el Ala 31 desde la Base Aérea de Zaragoza. El ‘Dumbo’ es capaz de soportar un máximo de 37 toneladas y puede volar a distancias de hasta 4.700 millas náuticas (8.700 km). Su capacidad de volar más rápido y a mayor altitud le hace ideal como avión de reabastecimiento para el repostaje de cazas, además de poder realizar misiones tácticas y estratégicas. Asimismo, como puede volar a diversas alturas, permite que las misiones de lanzamiento de paracaidistas se puedan realizar desde 40.000 pies, para operaciones de fuerzas especiales, hasta 15 pies, para entregas de cargamentos a baja altura. Y su tren de aterrizaje con 12 ruedas le permite aterrizar en diversos tipos de pistas. Según el Ejército del Aire “la incorporación del A400M supone un salto cualitativo y cuantitativo en la forma de llevar a la práctica el concepto de fuerza aérea expedicionaria”.