Redacción.

Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior, comparece hoy ante el Congreso para explicar las circunstancias de la muerte de los 11 inmigrantes subsaharianos que se ahogaron al intentar llegar a Ceuta a nado desde Marruecos.

Diversos grupos parlamentarios, como PSOE, la Izquierda Plural, UPyD y el Grupo Mixto, ya habían solicitado explicaciones al ministro sobre los hechos, aunque finalmente comparecerá ante la Comisión de Interior a petición propia. Uno de los puntos que deberá aclarar serán las informaciones contradictorias que han llegado sobre el posible uso de material antidisturbio contra los inmigrantes.

Por el momento, y cuando hace una semana que ocurrió la tragedia, son ya 11 los cuerpos de inmigrantes recuperados del mar, dos de los cuales se encontraron en la playa del Tarajal, mientras que el resto aparecía en aguas marroquíes. No se descarta que aún puedan aparecer otros cuerpos (la Guardia Civil calcula que pueden ser unos 14).

Querellas contra quien injurie a la Guardia Civil
Durante estos días, el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, ha visitado en Ceuta a los agentes que allí prestan servicio. Fernández de Mesa ha destacado en todo momento que la labor que realizan es impecable y se ajusta a la legalidad, y ha asegurado que se presentará un querella criminal contra todos aquellos que han «injuriado» durante estos días a los agentes de la Guardia Civil de Ceuta. «No solo no es justo lo que se ha hecho sino que hay determinadas líneas que no se pueden sobrepasar«, ha sentenciado.

Diversas ONGs han difundido vídeos que cuestionan la actuación de los agentes, a lo que la Guardia Civil ha respondido difundiendo otras imágenes en las que se observa la agresividad de los inmigrantes, que lanzan piedras a os miembros de la Guardia Civil.

Ante las críticas sobre la posible manipulación de estas imágenes, Fernández de Mesa se ha defendido asegurando que «aquí no hay nada que ocultar, de manera que lo que se ha visto es lo que podemos ofrecer«, y que las cámaras están situadas en distintos puntos del perímetro fronterizo, de 8,2 kilómetros de longitud, y que no hay una única grabación continúa.