Redacción.
El expresidente del Gobierno Adolfo Suárez, fallecía ayer a las 15:00 en la clínica Cemtro de Madrid, donde permanecía hospitalizado desde el pasado lunes por una infección respiratoria, habitual en el curso de la enfermedad de Alzheimer que padecía hace casi 10 años.
Ingresado hacía casi una semana, en las últimas horas había sufrido un empeoramiento neurológico progresivo que hacía presagiar el desenlace inminente, como ya anunciaba su hijo, Adolfo Suárez Illana, el viernes por la tarde.
El fallecimiento del expresidente, de 81 años, fue comunicado a la prensa por Fermín Urbiola, portavoz de la familia, a las 15.14 horas: «Por expreso deseo de la familia, vengo a comunicaros que Adolfo Suárez ha muerto. Muchas gracias por todo vuestro cariño». Debido a la tensión y confusión del momento, hubo de repetir la noticias en dos ocasiones a la prensa, visiblemente afectado.
Suárez ha pasado sus últimas horas «sereno y rodeado de su familia», como ha explicado a la prensa la doctora Isabel de la Azuela, jefa de Medicina Interna de la cínica Cemtro.
Durante el resto del domingo, la familia de Suárez ha estado velando al expresidente en la clínica, y esta mañana ha entregado al Congreso de los Diputados, pasadas las diez de la mañana el féretro con los restos mortales para la instalación de la capilla ardiente en el salón de Pasos Perdidos (el mismo sitió donde se veló en 2008 al expresidente Leopoldo Calvo Sotelo). La capilla ardiente estará abierta al público, que ya hace cola ante Las Cortes, a partir de las 12.30 y hasta las diez de la mañana del martes.
El actual presidente, Mariano Rajoy, acompañado por el presidente del Congreso, el del Senado, el del Constitucional y el del Consejo General del Poder Judicial y otras figuras políticas, han recibido en la Puerta de los Leones el féretro de Suárez.
Posteriormente, el expresidente será enterrado en la Catedral de Ávila, hasta donde serán trasladados también los restos mortales de su mujer, Amparo Illana, fallecida de cáncer en 2005. El próximo lunes, 31 de marzo, se celebrará en la Catedral de la Almudena una misa funeral de Estado.
El Consejo de Ministros se ha reunido hoy de manera extraordinaria en el Congreso de para aprobar la concesión a título póstumo, de la Real y Distinguida Orden de Carlos III al expresidente Suárez.
El primer presidente electo de la democracia española
En julio de 1976 el rey Juan Carlos I encargó a Suárez la formación del segundo gobierno de su reinado y el consiguiente desmontaje de las estructuras franquistas. En esta tarea contó con la ayuda de Torcuato Fernández Miranda, entre otros, que logró la autoliquidación de las Cortes franquistas y sacar adelante el Proyecto de Reforma Política, con la colaboración del Teniente General Manuel Gutiérrez Mellado.
El 15 de junio de 1977, por primera vez en España desde 1936, se celebraron elecciones generales libres y Adolfo Suárez se alzaba como vencedor de las mismas.
El 3 de marzo de 1979, Adolfo Suárez ganaba por segunda vez unas elecciones generales, e iniciaba su tercer mandato como presidente del Gobierno. Fue una etapa de gobierno llena de dificultades políticas, sociales y económicas, finalmente, el 29 de enero de 1981 optó por presentar su dimisión tanto como presidente del Gobierno y como de Unión de Centro Democrático, afirmando en su discurso «Yo no quiero que el sistema democrático de convivencia sea, una vez más, un paréntesis en la Historia de España».
Adolfo Suárez pasa a la historia por haber liderado el auténtico cambio en el curso de la política de España, que pasó desde una dictadura hasta la democracia constitucional en solo dos años y medio, enfrentándose a enormes dificultades como el terrorismo de ETA y de los GRAPO y las conspiraciones franquistas y de la extrema derecha.
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