Redacción.

Un tiroteo en la base militar de Fort Hood, en el Estado de Texas, ha dejado por el momento 4 muertos (entre ellos el tirador) y al menos 16 heridos, algunos de ellos en estado grave.

Así ha sido anunciado en rueda de prensa por el general Martin Milley, quien también ha informado que el autor del tiroteo es uno de los 4 fallecidos, y que ha sido identificado como el soldado Iván López, que trabajaba como conductor de camión.

Sobre las 17:30, las autoridades locales comenzaban a dar información sobre lo ocurrido, informando de que se había producido un tiroteo en Fort Hood y que había varios heridos (aún no se hablaba de muertos).

Minutos después de darse la alerta, tanto el FBI como las autoridades locales aseguraban el perímetro de la base y pedían al personal, a través de sus cuentas en redes sociales, que se alejaran de las instalaciones. El cercano Campus de la Universidades de Texas también ha sido evacuado tras el suceso; profesores y estudiantes han tenido que abandonar las instalaciones.

Pentágono, FBI y autoridades locales trabajan ahora conjuntamente en la investigación de los hechos, y aunque se desconocen aún los motivos que han llevado al soldado a perpetrar el tiroteo, se rechaza la posibilidad de que se trate de un atentado terrorista. Lo que sí se ha sabido es que el soldado, que ha usado su propio arma, había servido en Irak en 2011 y sufría problemas psicológicos por los que estaba siendo medicado.

«La sensación de seguridad se ha roto una vez más»
Tras conocer la noticias, el presidente Barack Obama, se ha mostrado consternado «estamos muy tristes de que algo como esto ha podido suceder otra vez», y ha asegurado que está siguiendo muy de cerca lo ocurrido y que se llegará hasta el fondo de lo que ha ocurrido.

Obama ha proseguido diciendo que «estos soldado han servido con valor, con distinción y cuando están en su casa, en su base, necesitan sentirse seguros. Todavía no sabemos lo que ha pasado esta noche, pero, obviamente, la sensación de seguridad se ha roto una vez más».

Obama se refiere a la matanza que tuvo lugar el 5 de noviembre de 2009 en la que 13 soldados fallecieron y otras 32 personas resultaron heridas a manos del mayor Nidal Hasan, psicólogo militar. Declarado culpable de asesinato premeditado, fue condenado a muerte en 2013.