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India registra 352.991 nuevos casos diarios de COVID-19

El recuento diario de casos de COVID-19 en la India se ha disparado hasta situarse por encima de los 300.000 nuevos infectados por quinto día consecutivo. Según datos proporcionados por fuentes oficiales, el país registró más de 352.991 nuevos casos en las últimas 24 horas, un nuevo récord que ha elevado la cifra total a 17.313.163 de infectados.

India, nuevos casos diarios confirmados de COVID-19/ Covid19india.org

La cifra de muertos también se ha disparado y supera las 2.812 víctimas diarias, elevando el número de fallecidos a más de 195.123. Los cementerios en Nueva Delhi se están quedando sin espacio y en la ciudad de Bhopal, algunos crematorios se encuentran colapsados a pesar de haber incrementando su capacidad. Sobrecogedoras imágenes muestran piras improvisadas en las calles para hacer frente a la afluencia de cadáveres.

Esta segunda ola es una catástrofe no solo para India sino también para todo el mundo, y los expertos alertan de que un virus descontrolado incrementa el riesgo de que surjan nuevas cepas. La variante india conocida como “doble mutante” ya se ha detectado en varios otros países, incluidos EE.UU. y Reino Unido, mientras los científicos se esfuerzan por comprender la verdadera magnitud de la amenaza que representa.

Una de las consecuencias más inmediatas que ha traído consigo esta segunda ola india para el resto del mundo es la interrupción del suministro de vacunas. La India se postulaba como la farmacia del mundo. Sin embargo, ante el torrente de nuevos casos, el gobierno ha restringido las exportaciones de vacunas. En la primera quincena de abril, India envió solo 1,2 millones de dosis al extranjero, en comparación con los 64 millones que exportó en los tres meses anteriores.

Múltiples piras funerarias en un crematorio en Nueva Delhi/AP

El Serum Institute of India, empresa privada al frente de la fabricación de la vacuna AstraZeneca, se ha visto obligado a incumplir sus compromisos con Reino Unido, la Unión Europea y COVAX (Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19).

Con unas ciudades abarrotadas y una atención médica precaria, la India no constituye el mejor escenario para frenar una enfermedad infecciosa de este tipo. Sin embargo, algunos territorios tuvieron un notable éxito a la hora de reducir la transmisión. Las muertes durante la primera ola de la pandemia, que alcanzó su punto álgido en septiembre, fueron sorprendentemente bajas, por razones que todavía no están claras.

Tal y como apuntan los expertos, unas semanas pueden marcar la diferencia cuando se trata con una pandemia. Hasta marzo, India registraba apenas 13.000 nuevos casos de COVID-19 al día, menos que Alemania o Francia, en una nación de 1.400 millones de habitantes. Posteriormente, el número de casos comenzó a aumentar de forma paulatina y a finales de marzo la cifra de contagios se disparó. El 21 de abril, India registró 315.000 nuevos contagios, superando los peores datos registrado por EE.UU. el único país que ha experimentado unos niveles tan altos de contagio.

A pesar de los esfuerzos en materia de vacunación, los expertos aseguran que es demasiado tarde para frenar el avance del virus, por lo menos en el corto plazo.  El recuento oficial que ha ofrecido las autoridades inquieta a los epidemiólogos, y se sospecha que la cifra real podría ser entre 10 y 30 veces superior teniendo en cuentas que la mayor parte de los datos procede únicamente de las grandes ciudades.

Dosis confirmadas compradas de vacunas contra el COVID-19/DGHIC

Una encuesta serológica a nivel nacional realizada en diciembre reveló que el 21% de los indios portaban anticuerpos contra el COVID-19, en comparación con un recuento oficial que sugería que solo alrededor del 1% de la población de la India había sido infectada en ese momento. Más recientemente, periodistas locales que han cotejado los registros hospitalarios y funerarios con las cifras proporcionadas por el gobierno detectaron enormes discrepancias similares en todo el país. Durante la segunda semana de abril, cuando las autoridades de la ciudad de Vadodara anunciaron siete muertes por COVID-19, el recuento en solamente dos hospitales superaba los 30 fallecidos por coronavirus.

En las últimas semanas, los hospitales de gran parte del país trabajan cortos de personal, camas, sangre, medicamentos e incluso oxigeno. La famosa campaña de vacunación “Made in India” ha fracasado estrepitosamente, desbordada por esta segunda ola. Según denuncian diferentes medios de noticias nacionales, el gobierno habría realizado un recuento incorrecto en relación con las necesidades reales, retrasándose a la hora de efectuar los pedidos, financiando insuficientemente a los proveedores locales y rechazando vacunas extranjeras, lo que implicaría que a mediados de abril solamente el 1,3% de la población ha recibido una dosis completa y, ahora en lugar de suministrar vacunas al mundo, India ha prohibido su exportación.

Mientras que la primera ola golpeó con más fuerza los barrios marginales de Mumbai, esta vez el virus también se expande a ritmo similar por los sectores más favorecidos. Geográficamente, el virus también se está propagando de forma más amplia. Las regiones rurales pobres como el este de Uttar Pradesh y Bihar, que el año pasado lograban superar la primera ola sin grandes incidencias, ahora se están viendo muy afectadas. Su alta densidad de población y la lamentable falta de atención médica hacen que sea difícil cuantificar el impacto. Sin embargo, incluso si solamente hacemos caso de los datos oficiales, comprobamos que el número de casos activos en Bihar se triplicó en solamente una semana, de 20.000 el 13 de abril a casi 60.000 el 19.

Celebración del Kumbh Mela en aguas del Ganges/Reuters

Muchas voces en el país culpan a la gestión del Primer Ministro Modi. Incluso cuando la escala de esta segunda ola se convirtió en algo evidente, Modi y sus seguidores no solo no tomaron medidas, sino que al parecer alentaron grandes concentraciones de personas, tanto en sus propios mítines electorales como en el Kumbh Mela, una celebración hindú que atrae a millones de peregrinos a un pequeño pueblo en el Ganges para un baño ceremonial en las aguas del famoso río.

El gobierno actual lucha ahora por paliar la escasez de vacunas, financiando a los productores indios y liberalizando el mercado. Tragándose el orgullo nacional, se ha acelerado la aprobación de media docena de vacunas extranjeras. Las directivas gubernamentales han tratado de redestinar la mayor cantidad disponible de oxígeno para uso médico, desviando parte del equipo utilizado por los aviones de combate de la fuerza aérea. En estos momentos la administración central permite que los diferentes estados establezcan sus propias medidas para hacer frente al COVID-19 en un intento desesperado por frenar la segunda ola.


Analista especializado en el entorno de la información y Defensa.

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