Redacción.

La Guardia Civil, ha desmantelado en Barcelona y Tarragona una red de narcotraficantes, compuesta en su mayoría por ciudadanos búlgaros y albaneses, dedicados al tráfico de estupefacientes, principalmente heroína procedente de los Balcanes y Turquía.

Dentro de la operación CROMAÑÓN desarrollada conjuntamente con la Policía Albanesa y coordinada por EUROPOL, se iniciaron investigaciones cuando especialistas en la lucha contra el crimen organizado de la Guardia Civil tuvieron conocimiento de la existencia en Cataluña de una organización dedicada al tráfico de drogas, muy estructurada y jerarquizada.

Las pesquisas han culminando con la detención de 7 miembros del grupo y desmantelando en un piso de la localidad de Gavá (Barcelona) un sofisticado laboratorio de manipulación y adulteración de la heroína, una intervención inusual, ya que los Cuerpos de Seguridad suelen desmantelar laboratorios para la adulteración de cocaína pero rara vez son de heroína.

En el registro del laboratorio los investigadores incautaron 38 kilos de heroína de gran pureza, 8 kilos de cocaína, 50 kilos de productos químicos empleados para el corte y adulteración del estupefaciente y una prensa hidraúlica, entre otros enseres.

Tenían formación militar
Igualmente, en la explotación de la operación se practicaron registros en domicilios de las localidades de Barcelona-capital-, Gavá, Rubí y Castelldefels, Salou y Reus (Tarragona). Durante la práctica de todos estos registros, además de los estupefacientes, los agentes incautaron dinero en efectivo, 10 vehículos de alta gama, material electrónico de comunicaciones, documentación relacionada con los hechos investigados, etc.

En la investigación se pudo determinar que los detenidos de nacionalidad albanesa se encargaban de introducir en España la heroína procedente de Turquía, y los detenidos de nacionalidad búlgara la comercializaban.

Los integrantes de la red tenían formación militar y una gran disciplina. Además, estaban perfectamente jerarquizados, y en sus citas, movimientos, entradas y salidas de los domicilios, etc., adoptaban importantes medidas de seguridad utilizando para ello sofisticados sistemas de comunicaciones.