G.B. D. Agustín Alcázar Segura (R)
LAS FUERZAS Y CUERPOS DE SEGURIDAD DEL ESTADO (FCSE): EVOLUCIÓN HISTÓRICA[1]
Aún cuando no tenemos constancia histórica de ello, es de suponer que desde tiempos antiguos existiera alguna institución que de una forma más o menos organizada, se dedicara a la seguridad pública. Estas instituciones, con el paso del tiempo, fueron perfeccionándose, alcanzando su mayor grado, primero con los romanos y más tarde con los árabes. Las creadas en la Edad Media, fueron las únicas durante varios siglos que tuvieron un ámbito nacional.
Las circunstancias históricas que concurrieron en la formación de la unidad de España, que hasta hace casi cinco siglos estaba dividida en reinos, hicieron que en cada uno de ellos se crearan unas instituciones de seguridad pública distintas; lo que provocó que hasta casi mediado del siglo XIX, no se crearan unos Cuerpos con jurisdicción en todo el territorio nacional.
Invadida España por los franceses e instalado en el trono José Bonaparte, hermano de Napoleón I, se creó un sistema de policía y seguridad pública, la Superintendencia General de Policía, calcado en gran parte del que regía en Francia y amoldado a las circunstancias españolas. Aún cuando no dio los frutos esperados, fue sin embargo el primer paso para la creación de un moderno cuerpo de seguridad, que ya iba siendo de imprescindible necesidad por el estado en que se encontraba la sociedad española. Con la expulsión total de España de los franceses, desaparecieron también los intentos de crear un cuerpo general de seguridad pública, aunque justo es decirlo, fue semilla que fructificó más adelante.
Otro hito importante en la institucionalización de un cuerpo de seguridad, se produjo cuando el ministro de la Guerra, General D. Pedro Agustín Girón, Marqués de las Amarillas y primer Duque de Ahumada, padre del fundador de la actual Guardia Civil, presentó a las Cortes el 30 de Julio de 1820 un proyecto para la constitución de un cuerpo dedicado exclusivamente a la persecución de delincuentes, al que denominó «Legión de salvaguardias nacionales»; proyecto que las Cortes desecharon por unanimidad.
Más suerte le cupo a su hijo, el Mariscal de Campo, D. Francisco Javier Girón y Ezpeleta, Duque de Ahumada, que consiguió la creación del Instituto de la Guardia Civil por decreto del 13 de Mayo de 1844, siendo designado como primer Inspector General del Cuerpo por decreto del 1 de Septiembre del mismo año.
Tras el triunfo de la Revolución de 1854[2], comenzaron a surgir voces contrarias a la continuidad de la Guardia Civil. Estas se reproducirían periódicamente a lo largo del siglo XIX, coincidiendo casi con cada cambio de signo político.
En 1870 se creó el Cuerpo de Orden Público de Madrid, integrado por paisanos y empleados civiles cesantes, que en 1897 se convirtió en Cuerpo de Seguridad, creándose a la vez el Cuerpo de Vigilancia.
El Gobierno de la II República estimó conveniente reforzar sus elementos policiales y creó los llamados Guardias de Asalto, que al pasar a incrementar los contingentes del Cuerpo de Seguridad fueron para este viejo organismo una potente inyección de savia vital.
Durante la Guerra Civil (1936-1939) se llegó a disolver el Instituto de la Guardia Civil en la zona republicana, siendo sustituido por la nueva Guardia Nacional Republicana, que muy poco tiempo después sería a su vez absorbida por un único Cuerpo de Seguridad Republicano.
En el bando vencedor de la guerra, una vez finalizada ésta, se barajó seriamente esa misma posibilidad, que finalmente quedó descartada por el celo y empeño mostrado por su director general en ese momento, el Teniente General Camilo Alonso Vega, que intercedió por el mantenimiento de la Benemérita ante el mismo Jefe del Estado.
Finalizada la Guerra Civil, la Ley de 8 de Marzo de 1941 reorganizó los Servicios de Policía creando la que se denominó Policía Gubernativa, integrada por los que en el futuro iban a denominarse, hasta el año 1977, Cuerpos General de Policía y Policía Armada y de Tráfico, que más tarde quedaría en Cuerpo de Policía Armada.
La Ley 55/1978, de 4 de Diciembre, reorganizó los Cuerpos de la Seguridad del Estado, cambiando el nombre anterior de Policía Armada por el de Policía Nacional. Se mantenía la división de la Policía Gubernativa en los dos Cuerpos, el de General de Policía y el ahora denominado Policía Nacional.
Con la publicación de Ley Orgánica 2/1986, de 13 de Marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, nació el Cuerpo Nacional de Policía, como consecuencia de la integración de los Cuerpos Superior de Policía y de Policía Nacional.
De este modo, además de solucionar posibles problemas de coordinación y mando, se fundieron, en un solo colectivo, cuerpos que realizaban funciones similares o complementarias, para conseguir un incremento en la efectividad del servicio.
[1] CAMACHO GONZÁLEZ, José Luis. La Policía Uniformada en España. Evolución histórica. Mayo 1983.
[2] La Revolución de 1854, más conocida con el nombre de Vicalvarada, por ser uno de los hechos más destacados su inicio desde el acuartelamiento del pueblo madrileño de Vicálvaro, fue una sublevación civil y militar, que tuvo lugar al final de los gobiernos moderados durante el reinado de Isabel II a finales de junio de 1854, y que engloba tanto el pronunciamiento ocurrido el 28 de Junio, como los sucesos de julio, que dieron lugar al Bienio Progresista (1854-1856).
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