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La Directiva de Defensa Nacional se somete a análisis (3ª Parte)

Agustin Alcázar Segura/ Madrid.
General de Brigada. DEM.

ANÁLISIS COMPARATIVO ENTRE LAS DDN 1/2008 Y 1/2012

En el momento actual se cumplen 20 años de la publicación de la primera DDN, la de 1992. Un análisis de la evolución sufrida en ellas a lo largo de las diferentes legislaturas pudiera ser interesante, pero desbordaría el marco de lo que pretende el autor de este trabajo. Es por ello que, aprovechando el cambio de signo político del gobierno, las especiales circunstancias por caracterizaron la anterior legislatura y la delicada situación económica en la que se ve envuelta España,  parece suficiente limitar este estudio a las dos últimas Directivas.

El procedimiento a seguir será la comparación de ambas a través de los cuatro grandes epígrafes en que se ha estructurado la de “012: Introducción, Evolución del panorama estratégico, Objetivos y Directrices, obteniendo al final unas breves conclusiones.

INTRODUCCIÓN

De similar amplitud en ambas, la primera se apoya en el pasado reciente con alusiones a la DDN 1/2004 y la Ley Orgánica 5/2005, para proyectarse a continuación al futuro al establecer  que la DDN se debe enmarcar en una Estrategia de Seguridad Nacional, (…) que incluya los valores e intereses en que ésta se sustenta; analice los riesgos, amenazas y vulnerabilidades, así como las causas que los producen; establezca los marcos de actuación y contenga las bases para proporcionar una respuesta integral que garantice la protección de los intereses nacionales asegurando el respeto a los valores constitucionales y a los tratados internacionales suscritos por España[1].

La DDN 1/2012 anuncia desde esta Introducción las principales ideas sobre las que va a versar el resto del documento. De esta forma, se destacan ya en su primer párrafo  los cambios experimentados la escena internacional y particularmente en nuestro entorno más inmediato, en clara alusión a los cambios sufridos en la práctica totalidad de los países norteafricanos; la entrada en vigor del Tratado de Lisboa y la aprobación del nuevo Concepto Estratégico de la OTAN; para finalizar con la mención del mayor de los problemas que acucian actualmente a nuestra nación, la crisis económica.

Destaca en esta Introducción la pronta inclusión del propósito  de disuadir, como uno de los fines de la Política de Defensa. Hay asimismo, una reiterada alusión a España como miembro leal y fiable con los socios de la UE y la OTAN, quizás con evidentes deseos de lanzar un mensaje que borre negativas actuaciones en un pasado inmediato.

Finalmente, es preciso resaltar el énfasis que pone al establecer que la mejor aportación que puede hacer España en el entorno de la seguridad es el de su propia fortaleza.

EVOLUCIÓN DEL PANORAMA ESTRATÉGICO

Dos aspectos resaltan sobre todo en la DDN 1/2008.

El primero es el peso que los atentados de Nueva York (2001), Madrid (2004) y Londres (2005), mantienen aún en los planteamientos que a la defensa se refiere. Ello se refleja en las alusiones a la  multidimensionalidad de los conflictos en el momento de su publicación, que hace inviable su resolución por medio de herramientas exclusivamente políticas, diplomáticas, económicas o militares.

A los tradicionales riesgos y amenazas a la seguridad, que implicaban una respuesta
casi exclusivamente militar, se han unido otros que, si bien no tienen la capacidad
destructiva de la guerra convencional. (…) En este sentido, el terrorismo, el crimen organizado y la proliferación de armas de destrucción masiva constituyen el conjunto de amenazas transnacionales más importante para nuestra sociedad. Su hipotética combinación presenta el mayor potencial de peligrosidad y tendría consecuencias devastadoras.

El segundo, es el constante propósito de enmarcar las actuaciones españolas bajo un “paraguas” internacional, con especial predilección por la ONU. Así, se dice en ella que España, como miembro solidario de Naciones Unidas, está firmemente comprometida con los valores de la paz y la seguridad internacional, y contribuye a preservarlos mediante la apuesta decidida por un multilateralismo eficaz y la participación activa en operaciones de paz, de gestión de crisis y resolución de conflictos, avaladas por el Consejo de Seguridad.

Asimismo, España promueve e impulsa una sólida política europea de seguridad y defensa (…) de acuerdo con la Carta de las Naciones Unidas. La seguridad europea se refuerza también con las medidas de fomento de la confianza y la seguridad auspiciadas por la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).

Por su parte, la Alianza Atlántica continúa siendo fundamento de la defensa colectiva de sus miembros.

Por lo que respecta a la DDN1/2012 no se aparta sustancialmente de lo apuntado en la anterior, si bien  cabe destacar la referencia explícita a los EEUU, al referir que mantienen su liderazgo contra los riesgos y amenazas y particularmente contra aquellos que surgen de organizaciones no estatales.

De la misma forma que la DDN de 2008, la presente señala como marcos de actuación  y decisión tanto a las Naciones Unidas, la Unión Europea y la Alianza  Atlántica, si bien, reclama una mayor vocación atlantista  para la Defensa que la reflejada en la DDN 1/2008, aunque este ordenamiento no aparece expresado  de forma explícita,. Asimismo, proclama  la actuación bajo el ámbito de  legalidad y legitimidad que otorga Naciones Unidas,

En línea con lo anunciado en la Introducción, establece los ámbitos geográficos de seguridad prioritarios para el gobierno, como son: el Mediterráneo, con el Sahel y Oriente Medio, así como las naciones norteafricanas, como consecuencia de los procesos políticos en los que están inmersas. La piratería, constituye otro problema que preocupa significativamente a España, por las amplias repercusiones sobre todo en el campo pesquero.

OBJETIVOS DE LA POLÍTICA DE DEFENSA

Este apartado es de una extraordinaria brevedad en la Directiva 1/2008 y es difícil encontrar en él otras referencias que no vayan dirigidas a incrementar el control de las FAS por parte del gobierno y un ferviente deseo de actuar amparado por la opinión pública e internacional,  como se desprende de afirmaciones como:

  • La acción única del Estado en materia de seguridad y defensa….
  • El compromiso de España…..con respecto a la legalidad internacional…
  • La obtención del máximo respaldo social…
  • La asunción solidaria con nuestros socios y aliados…

Por el contrario, la DDN 1/2012, no hace referencia alguna a estos aspectos, quizás por no ser necesario ya que todos ellos están plenamente alcanzados y asumidos en nuestro ordenamiento legal, por lo que de forma mucho más amplia y explícita, se refiere a aspectos concretos de la defensa, destacando el primero de sus párrafos:  “La primera  contribución de España a la paz y seguridad internacional no es otra que garantizar la propia  con fortaleza y decisión, y para ello procurarse las capacidades que aseguren la disuasión antes las que tradicionalmente se han denominado amenazas no compartidas”, pero contemplado desde un punto de vista realista dado el contexto de estrechez presupuestaria que preside la actual situación

Otro aspecto a destacar lo constituye el propósito de planificar a la mayor brevedad posible el paso a una Estrategia de Seguridad Nacional[2] que supere la fase documental y contemple su sostenimiento práctico a través del esfuerzo conjunto de los departamentos que en ello estén involucrados.

Finalmente, como no podía ser  menos y en la  misma línea de pensamiento de sus  predecesoras, la nueva Directiva resalta  la importancia de la participación ciudadana en la  seguridad, para lo que es imprescindible aumentar la cultura y conciencia de defensa entre  la población, haciendo énfasis en esta ocasión que para lograrlo “se acentuará el esfuerzo en  el desarrollo de una comunicación estratégica de la defensa que tendrá como finalidad fomentar una conciencia de defensa de España, y en más profundidad, una cultura de defensa «.

DIRECTRICES

Es, sin duda, el apartado más amplio en ambas Directivas, pero en la primera se sigue la línea marcada para los Objetivos en el sentido de controlar y amparar las decisiones en un estricto marco legalista, así como un patente deseo de “desmilitarizar”, en lo posible la acción de las FAS, como se desprende de algunas de ellas:

  • Mantener informadas a las Cortes Generales…
  • Impulsar el Consejo de Defensa Nacional…
  • Contribuir a la modernización y actualización del sistema Nacional de gestión de Crisis…
  • Intensificar la participación de las FAS en apoyo de otras instituciones del Estado…
  • Promover la plena integración de la UME en el sistema nacional de Protección Civil…
  • Establecer con la aprobación del gobierno..
  • Asegurar (…) la disposición del MINISDEF para las operaciones de paz y ayuda humanitaria…

Por el contrario, y quizás por los mismos motivos que los alegados para los objetivos, en la DDN 1/2012, tan solo se hace referencia  a aspectos directamente relacionados con la Defensa, volviendo a insistir, como se hace a lo largo de todo el documento en la idea de Disuasión, al tiempo que se recuerda lo que la Ley 5/2005 dice en cuanto a las Misiones de las FAS así como el Tipo de Operaciones que éstas deben realizar.

Un aspecto novedoso lo constituye la exigencia de impulsar la industria nacional de la defensa, tanto como suministradora principal de las FAS como en su proyección internacional y uno de los posibles motores de la recuperación económica.

Finalmente, cabe destacar, en línea con lo apuntado en el apartado anterior sobre el pase a una Estrategia Española de Seguridad, la revisión de la Estrategia Española de Seguridad, vigente desde Noviembre del pasado año 2011.

CONCLUSIONES

Una primera conclusión a obtener parece referirse a que, superadas y aceptadas una serie de iniciativas legislativas y doctrinales, que parece se mantendrán en la presente legislatura, la actual DDN se remite a aspectos más prácticos a través de un lenguaje y unas ideas más sintéticas y directas.

Como primera idea a resaltar, destaca el énfasis manifestado en la disuasión, para lo cual hace hincapié en el mantenimiento de las capacidades de las FAS y la voluntad de utilizarlas en caso necesario.

Otra idea que se refleja de forma destacada en el nuevo documento es la preocupación por la situación en nuestro entorno inmediato y su posible influencia en la seguridad nacional.

Finalmente, hay un sentido realista en toda la Directiva 1/2012, al reflejar constantemente su preocupación por la situación económica por la que España atraviesa.

A manera de resumen yo destacaría tres ideas fundamentales en la DDN 1/2012:

PREOCUPACIÓN POR EL ENTORNO INMEDIATO

DISUASIÓN

ECONOMÍA

 

[1] Como es sabido, en Noviembre de 2011 se aprobó esa primera “Estrategia Española de Seguridad”.

 

 

[2] Si entendemos la Seguridad Nacional como «aquella situación en la que la vida de la Nación está protegida contra todo tipo de agresión exterior o interior» y la Estrategia como  Un plan de acción para alcanzar un fin, Llegaremos a una definición de Estrategia de Seguridad Nacional como el Establecimiento de un plan general de acción que proteja a la nación contra todo tipo de agresiones, tanto interiores como exteriores.


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