Verónica Sánchez Moreno
226 profesionales e investigadores de 10 países se han dado cita en el IV Congreso Internacional de Inteligencia que, bajo el subtítulo “los servicios de inteligencia y el bienestar de los ciudadanos. Administración, empresa y sociedad”, se ha celebrado esta semana en Cádiz. Esta reunión se ha centrado en el papel de dichos servicios a la hora de informar, planificar y realizar la organización estratégica de los proyectos que los gobiernos de los países lideran para que su economía y su papel en el mundo generen una mejora en el bienestar de los ciudadanos
La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, el Rector Magnífico de la Universidad de Cádiz (UCA), Eduardo González Mazo, y el Presidente del Comité Organizador del Congreso y profesor de dicha universidad, Antonio Díaz, fueron los encargados de inaugurar este encuentro de la comunidad de Inteligencia en la mañana del lunes 17 de noviembre. “El trabajo de los servicios de inteligencia es de indudable importancia en el desarrollo de los pueblos y en la vida cotidiana”, afirmó la alcaldesa, que manifestó su deseo de que la sociedad pueda entender mejor “una labor tan compleja y poco reconocida” como la que éstos llevan a cabo. Por su parte, el Rector de la UCA puso de especial relevancia la colaboración del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) con algunas universidades (entre las que se encuentra la de Cádiz), dentro del proyecto “Cultura de Inteligencia” y recalcó que este IV Congreso es un “cauce magnífico para la internacionalización de la labor de estudio y docencia en Inteligencia” que desarrolla su universidad.
Administración y sociedad de la información
Un aula magna de la Facultad de Filosofía y Letras de la UCA repleta de asistentes fue testigo de la conferencia inaugural impartida por Fulton Armstrong, profesor en la American University de Washington DC y ex asesor senior de inteligencia para Latinoamérica del Senado de los Estados Unidos. Su ponencia versó sobre la relación entre la Inteligencia y el bienestar de las sociedades y en ella recalcó que la Inteligencia es “información que explica los impulsores de los procesos que estamos viviendo actualmente, que estudia los escenarios y que ayuda a toda la gente responsable de la sociedad”. Según Armstrong, la calidad y eficacia de una democracia se mide también en función de la calidad y eficacia de su Cultura de Inteligencia. “La Inteligencia es responsabilidad ciudadana, algo esencial para el debate público y para un proceso político saludable”, concluyó el profesor.
Tras su intervención, tuvo lugar el primer panel del Congreso dedicado a las alianzas que los servicios de inteligencia generan como una parte más de la Administración. En él participaron, como moderador, el catedrático de Ciencia de la Computación e Inteligencia Artificial y director del Instituto Juan Velázquez de Velasco de la Universidad Carlos III de Madrid, Arturo Ribagorda, y como ponentes Luis Herrera, vocal asesor del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP); Carlos Carderera, embajador de España, y José de Blas, director de la Oficina Nacional de Seguridad del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Asimismo, la labor de relator (encargado de presentar y resumir las comunicaciones presentadas para los diferentes paneles), recayó sobre José Antonio Varela, director general de Interior, Emergencias y Protección Civil de la Junta de Andalucía. Varela resumió las ocho ponencias presentadas para este panel, que han tocado temas tan diversos como la inteligencia criminal sociocultural, la seguridad aeroportuaria, la relación entre política y servicios de inteligencia o la integración de la inteligencia en los últimos grandes eventos en Brasil.
Seguidamente, durante su intervención, Luis Herrera, subrayó la necesidad de realizar más actividades como jornadas, encuentros o seminarios para que la seguridad se conozca por parte de los funcionarios. En su opinión, la Cultura de Inteligencia no está instalada en los altos cuerpos civiles de la Administración General del Estado. “Tenemos que ir a organizaciones menos burocráticas, más abiertas al conocimiento”, señaló. Por otro lado, Carlos Corredera destacó la importancia de que los diplomáticos y los servicios nacionales de inteligencia se coordinen. Esta relación, según Corredera, “debe basarse en el sentido común y en la confianza, respetando los ámbitos de trabajo de ambos”. Y por último, el representante del CNI describió durante su ponencia la labor de la Oficina Nacional de Seguridad, que dirige. “Ayudamos a la Administración a proteger la información estratégica de que dispone y que puede ser objetivo de otros servicios de inteligencia”, dijo de Blas. “Actuamos en la prevención, detección y también en el apoyo a la industria española hacia el exterior”, apuntó.
Por la tarde se celebró una mesa redonda sobre la Seguridad en la Sociedad de la Información en la que intervinieron Antonio Rodríguez de las Heras, director del Instituto Universitario de Cultura y Tecnología de la Universidad Carlos III, y el comandante del Mando Conjunto de Ciberdefensa, Jesús de Dios Regueiro, y que estuvo moderada por Fernando Velasco, director de la Cátedra Servicios de Inteligencia y Sistemas Democráticos. En su intervención, Rodríguez de las Heras, destacó que, en este momento, todas las acciones que realizamos generan un gran número de datos que solo se pueden procesar y dar sentido a través de la tecnología y destacó la conflictividad creciente entre las empresas por poseer los datos personales de los usuarios.
Por su parte, el comandante Jesús de Dios hizo especial hincapié en la necesidad de que la sociedad sepa que los datos que comparte en las redes sociales son una forma de exponerse y de correr riesgos, que deben ser conocidos por todos. “Como cualquier empresa las Fuerzas Armadas basan su actuación en la tecnología”, comentó respecto al Mando del que forma parte, “tenemos que concienciar al personal ya que estamos en un mundo muy complejo, sin fronteras, con infinitas amenazas”. El último en intervenir fue el moderador, que respecto a la relación entre servicios de inteligencia y ciudadanos destacó que, después de los últimos escándalos por filtraciones de información, aquéllos deben “trabajar para mantener la confianza” de éstos. “Los servicios de inteligencia tienen la responsabilidad de mantener la privacidad de los ciudadanos y la obligación de evitar amenazas y peligros a la sociedad”. El primer día de Congreso finalizó con la presentación de la Red Latinomediterránea de Inteligencia (RED LATIN), por parte del profesor Antonio Díaz.
Empresa y sociedad
El martes 18 de noviembre, segundo día de Congreso, dio comienzo con el panel dedicado a la empresa. En primer lugar, el relator, José Ruiz Navarro, catedrático de Organización de Empresas y director de la Cátedra de Emprendedores de la UCA, expuso las dos ponencias presentadas a este panel, referentes al Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) y a los cambios sufridos por la Inteligencia en los últimos tiempos.
Moderado por Jordi Serra, miembro fundador del GRIUB (Grupo de investigación en Inteligencia de la Universidad de Barcelona), este panel tuvo como ponentes a Emilio Ontiveros, consejero delegado de Analistas Financieros Internacionales (AFI), Miguel Iribarren, director del Área de Información, Inteligencia e Investigación de INDRA y a Carmen Medina, que ha trabajado durante 32 años en la CIA (Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos) y actual special leader en Inteligencia e Información de Deloitte USA.
“La inteligencia en la empresa trata de conocer y dominar el entorno competitivo”, señaló en primer lugar Ontiveros que puso de relieve la importancia de que los gobiernos utilicen adecuadamente la Inteligencia en situaciones como la actual crisis económica. Por su parte, Iribarren aproximó a la sala las herramientas tecnológicas para la Inteligencia que gestionan el big data (grandes cantidades de datos) y que son utilizadas por el analista, “la figura principal”, según el miembro de INDRA. Y, en último lugar, Carmen Medina, afirmó que “los negocios y los gobiernos deben tener un sistema más dinámico de hacer estrategias”. Para Medina es muy importante que la Inteligencia tenga en cuenta la diversidad cognitiva y que se cambie la manera de pensar, tradicionalmente lineal, por otra que tenga en cuenta la causalidad exponencial. El punto y final a este panel lo puso la presentación del sistema MESIAS – Inteligencia de Marca España que, aplicando el ciclo de Inteligencia, genera datos que pueden ayudar a las empresas en la toma de decisiones.
A la sociedad estuvo dedicado el último de los paneles de este IV Congreso Internacional de Inteligencia en el que participaron el catedrático de Ciencia Política de la Universidad de Málaga, Ángel Valencia, como moderador, y como relatora Francisca Abad, catedrática de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad de Valencia, que hizo un repaso por los temas tratados en las comunicaciones presentadas en este panel y que iban desde el uso de los vehículos aéreos no tripulados (UAV’s), hasta el extremismo violento pasando por la guerra en internet.
Seguidamente, el primero de los ponentes, Joan Navarro, vicepresidente de Llorente & Cuenca, defendió que el cliente final de la comunidad de Inteligencia es la sociedad y que, si los servicios de inteligencia diesen cuenta de sus actuaciones al Parlamento, esto tendría el efecto de mejorar su percepción por parte de los ciudadanos. Tras Navarro, el director de la revista Alternativas Económicas, Andreu Missé, señaló que “en España estamos muy mal informados”. “Necesitamos más información de la buena, elaborada y reflexionada”, subrayó Missé, “y que los ciudadanos puedan tener acceso a ella”. Para este periodista, las personas que han realizado filtraciones a los medios de comunicación (caso Manning o Wikileaks, por ejemplo) los “han utilizado”, porque éstos no tienen recursos para realizar grandes investigaciones. El encargado de cerrar este panel fue Luis Bitencourt, decano de Asuntos Académicos de la National Defense University de Washington, que durante su intervención destacó que “el ciudadano con frecuencia es ajeno al trabajo de los servicios de inteligencia y viceversa”, y esto “no puede ser así”. “Hay que educar a la sociedad”, afirmó Bitencourt, “hay que definir claramente en una ley cuál es el mandato de la Inteligencia y qué poderes de búsqueda tiene esta organización creada por el Estado”.
El director del Centro de Análisis de Inteligencia de la Unión Europea (EU INTCEN), Ilkka Salmi, fue el encargado de impartir la conferencia de clausura de la cuarta edición de este Congreso. Durante su intervención explicó la labor del centro que dirige: producir Inteligencia para los miembros y las organizaciones de la Unión Europea, así como de dónde obtienen la información para crear esta Inteligencia: fuentes abiertas, Inteligencia de los estados miembros e informes diplomáticos, con el objetivo de mantener la seguridad en la Unión Europea a través de la cooperación multilateral de los servicios de inteligencia.
Los profesores Fernando Velasco, Joan Antón Mellón y Antonio Díaz, como representantes de los organizadores del IV Congreso de Inteligencia, la Universidad de Barcelona, la cátedra Servicios de Inteligencia y Sistemas Democráticos de la Universidad Rey Juan Carlos, el Instituto Juan Velázquez de Velasco de Investigación en Inteligencia para la Seguridad y la Defensa de la Universidad Carlos III y la Universidad de Cádiz, realizaron la clausura del mismo. “En el Comité Organizador estamos tremendamente satisfechos de los resultados del Congreso”, declaró Díaz al Observatorio de Inteligencia, Seguridad y Defensa, “las ponencias han sido muy intensas y hemos conseguido que fuera un Congreso innovador e imaginativo donde se aunasen empresas, miembros de los servicios de inteligencia, Administración y Academia”. “Los servicios de inteligencia empiezan a darse cuenta del potencial que tiene la universidad para ayudarles en sus análisis y sus planteamientos”, afirmó el Presidente del Comité Organizador que emplazó a los asistentes a la quinta edición de este Congreso, en la que dos ciudades compiten por ser sede, en 2016.
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