Redacción.
La Guardia Civil, ha desarticulado una organización criminal dedicada a la comisión de robos simulando ser inspectores de policía y funcionarios judiciales que realizaban registros domiciliarios o inspecciones en locales, amparados por autorizaciones judiciales falsificadas por la propia organización.
La red llevaba a cabo registros domiciliarios ilegales simulando ser agentes judiciales y policiales del Estado, valiéndose de mandamientos judiciales falsificados, todo ello con el objetivo de sustraer grandes cantidades de dinero y drogas, principalmente.
En el desarrollo de la operación, denominada «Agüelo», han sido detenidas seis personas, entre las que se encuentran dos policías locales y un militar que utilizaban su formación profesional y experiencia, para diseñar un falso dispositivo policial y judicial orientado a efectuar registros domiciliarios de forma ilícita a traficantes de droga o a cualquier otra persona que pudiera tener grandes cantidades de dinero.
En cinco registros domiciliarios se han incautado gran cantidad de armas y munición, 12.000 euros en efectivo, documentos públicos falsificados, equipos informáticos y efectos policiales como placas y carnets identificativos, grilletes, rotativos y defensas eléctricas.
Las víctimas, a la vista de la documentación aportada y la apariencia de los integrantes de la organización, pensaban que la actuación policial era lícita, lo que les facilitaba la libertad de movimiento por el inmueble hasta que obtenían su botín (grandes cantidades de dinero, drogas, así como armas y otros efectos de valor).
Numerosos delitos
La investigación comenzó al detectarse la presencia de un grupo de personas que podría estar desarrollando una compleja actividad delictiva en Murcia, Alicante, Albacete, Córdoba, Málaga y Madrid.
Se les imputa los delitos de Pertenencia a organización criminal, Tenencia ilícita de armas, Tráfico de drogas, Usurpación de funciones públicas, Falsificación documento público y Robo con intimidación.
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