Redacción.
Un hombre ha asesinado a 12 personas y herido a otras 14 este lunes en el Mando de Operaciones de la Armada en Washington. Su identidad ya ha sido confirmada por el FBI.
El tirador, apareció en el Mando armado con un fusil de asalto, una pistola y una escopeta con los que, sin mediar palabra, abrió fuego de manera indiscriminada. El asaltante, que también ha perdido la vida, ha sido identificado mediante sus huellas dactilares por el FBI como Aaron Alexis, de 34 años, nacido en Nueva York pero residente en Texas.
En un principio la policía aseguró tener datos suficientes de que había dos personas más implicadas en el tiroteo, de hecho la jefa de policía de Washington, confirmaba pasado el mediodía (hora local) que uno de los tiradores estaba muerto pero que existían «otros dos potenciales tiradores sin localizar por el momento». Dijo que se trataría de dos varones de entre 40 y 50 años que vestían ropas militares, pero que no tenían por qué serlo. Esta afirmación hizo que se empezara a especular con la posibilidad de que fuera un acto terrorista coordinado. Sin embargo, al finalizar el día, la policía tenía la casi total seguridad de que había sido obra de un solo individuo.
Entró en el recinto con un pase válido
Las primeras investigaciones apuntan a que Aaron Alexis entró en el recinto del Mando de Operaciones usando su pase de seguridad que aún tenía validez, ya que había trabajado como electricista especializado en aviones.
Sobre las 8 de la mañana (hora local), se empezaron a escuchar disparos en el edifico 197 del Cuartel General de la Armada, edificio que alberga a más de 3.000 personas. Según relató un testigo a Associated Press, el tirador disparó desde la balconada del cuarto piso hacia la cafetería que existe en el primero.
Según el relato de otros testigos, por la megafonía del edificio se les instó a correr lo más lejos posible del lugar, asegurando que no se trataba de un simulacro.
Las informaciones sobre Alexis aún son escasas, pero se ha sabido que la policía de Seattle ha informado de un incidente armado que tuvo lugar en 2004, cuando el ex-militar reventó a tiros la rueda del coche de un hombre con el que había discutido, incidente por el que finalmente no se presentaron cargos.
«Un acto cobarde»
Durante la comparecencia con motivo del quinto aniversario del inicio de la crisis económica, Barak Obama quiso hacer mención al tiroteo, del que aún no se conocían todos los detalles, pero que calificó de «acto cobarde», asegurando que «los autores de la matanza serán llevados ante la justicia».
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